La Colombia que contin¨²a bajo el yugo de la violencia
Human Rights Watch denuncia la indefensi¨®n de la poblaci¨®n de Tumaco, clave en el tr¨¢fico de droga, frente a las disidencias de las FARC
La violencia que a¨²n golpea a Colombia tiene una cara visible y se llama Tumaco. Lo que sufre este municipio de la costa del Pac¨ªfico, pr¨®ximo a la frontera con Ecuador, es un reflejo de las carencias de la aplicaci¨®n de los acuerdos con las FARC firmados hace dos a?os por el Gobierno de Juan Manuel Santos. Una poblaci¨®n azotada por el conflicto armado, rodeada de hect¨¢reas de cultivos de hojas de coca, que ha asistido a un recrudecimiento de los abusos. Una investigaci¨®n realizada por Human Rights Watch (HRW) en junio y agosto de este a?o deja claro que all¨ª la paz es todav¨ªa un espejismo.
"Concluimos que las deficiencias en la desmovilizaci¨®n de miembros de las FARC ¡ªy su reincorporaci¨®n a la sociedad¡ª contribuyeron a formar grupos disidentes de la guerrilla. Estos grupos han seguido cometiendo atrocidades similares a las que se atribuyeron a las FARC durante el conflicto. La proliferaci¨®n del tr¨¢fico de drogas ha favorecido su crecimiento. Y los niveles de abusos graves nuevamente est¨¢n aumentando en Tumaco", denuncia el informe de la organizaci¨®n, presentado este jueves en Bogot¨¢.
Estas columnas armadas aterrorizan barrios y veredas, "matan y desaparecen a quienes se atreven a cuestionarlos, violan a mujeres y ni?as, reclutan a ni?os y han obligado a miles de personas a desplazarse".? A ellas se suman las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, una banda que se form¨® tras la desmovilizaci¨®n paramilitar de principios de la pasada d¨¦cada que tambi¨¦n cometi¨® "graves abusos en Tumaco en 2016 y 2017, durante un intento mayormente infructuoso de tomar el control de partes de ese municipio".
¡°Los residentes de Tumaco esperaban que el acuerdo finalmente trajera paz a sus comunidades, pero sus esperanzas pronto se vieron frustradas¡±, apunt¨® Jos¨¦ Miguel Vivanco, director para las Am¨¦ricas de HRW. Ese territorio encarna los peores males de Colombia, empezando por la violencia y los asesinatos. "Aunque no todos los homicidios en el municipio son atribuibles a grupos disidentes de las FARC, han aumentado los ¨ªndices: en 2017, la tasa era cuatro veces mayor a la tasa nacional, y los datos hasta septiembre indican que en 2018 los asesinatos se incrementaron casi un 50%", contin¨²a el informe. Es decir, el doble que una metr¨®poli como Cali.
Las v¨ªctimas incluyen a l¨ªderes comunitarios y golpean especialmente a las franjas m¨¢s vulnerables de la poblaci¨®n. En ning¨²n otro lugar de Colombia, adem¨¢s, es tan extendida la violencia sexual perpetrada por grupos armados. Entre enero de 2017 y finales de septiembre de 2018, "74 personas en Tumaco fueron v¨ªctimas de delitos contra la integridad sexual -que incluyen la violaci¨®n y otros delitos sexuales- relacionados con el conflicto armado, seg¨²n el Registro ?nico de V¨ªctimas de Colombia". Human Rights Watch relata el horror sufrido por una ni?a de 14 a?os, violada en una zona rural del municipio en octubre de 2017. "Cuatro hombres armados se presentaron en su vivienda una noche, cerca de las once de la noche y dijeron a sus padres que el jefe del grupo hab¨ªa preguntado por la ni?a. Se la llevaron y la regresaron al d¨ªa siguiente con varias heridas. La ni?a cont¨® a sus padres que varios hombres la hab¨ªan violado".
En los episodios de violencia de las disidencias de las FARC hay un nombre recurrente. Se trata de alias Guacho. cabecilla del llamado Frente Oliver Sinisterra, responsable del secuestro y asesinato de un equipo de prensa del diario ecuatoriano El Comercio. Los dos informadores y su conductor desaparecieron a finales de marzo en la frontera y sus cuerpos fueron encontrados a mediados de junio en los alrededores de Tumaco. El presidente colombiano, Iv¨¢n Duque, quien asumi¨® el cargo en agosto, fij¨® como prioridad la captura de ese criminal, aunque seg¨²n HRW las actuaciones de las autoridades deben ir m¨¢s all¨¢.
¡°Es entendible que el gobierno se concentre en capturar a Guacho¡±, mantuvo Vivanco. ¡°Pero los residentes de Tumaco que han sufrido a?os y a?os de abusos cometidos por m¨²ltiples actores armados necesitan mucho m¨¢s que la captura de Guacho para que no se recicle una vez m¨¢s la violencia en su municipio¡±. La organizaci¨®n recomienda al Gobierno, adem¨¢s, que los desplazados en Tumaco reciban r¨¢pidamente la asistencia humanitaria que les corresponde, que las fuerzas de seguridad pongan en marcha un plan de protecci¨®n de los residentes y que redoble los esfuerzos para reducir los cultivos de coca en el municipio. Al mismo tiempo, solicita a la Fiscal¨ªa que aumente en Tumaco el n¨²mero de investigadores y fiscales encargados de casos de desplazamiento forzado, desapariciones, violencia sexual, reclutamiento il¨ªcito y otros graves abusos.
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