Len¨ªn Moreno se enfrenta a un nuevo examen en las urnas con Assange como materia pendiente
Ecuador celebra elecciones municipales en 2019 sin los grandes l¨ªderes ni banderas de la ¨²ltima d¨¦cada
El Gobierno de Len¨ªn Moreno ha dedicado el ¨²ltimo a?o a terminar deconvencer a los pocos que a¨²n dudaban de que su llegada al poder ser¨ªa el fin del r¨¦gimen de Rafael Correa. Gan¨® las elecciones en 2016 abanderado por el expresidente que implant¨® en Ecuador el socialismodel siglo XXI, pero apenas un mes despu¨¦s comenz¨® a desmarcarse y enlodar la gesti¨®n del exmandatario. En 2018, agrand¨® las brechas ideol¨®gicas respecto a la ¨²ltima d¨¦cada, sobreviviendo a varias crisis de gabinete y a la arremetida inesperada del narcoterrorismo. Para el pr¨®ximo ejercicio, Moreno arrastra como asignatura pendiente alcanzar una soluci¨®n para el inquilo m¨¢s inc¨®modo que ha tenido Ecuador en una de sus embajadas: Julian Assange.
La relaci¨®n entre el fundador de Wikileaks y su pa¨ªs de acogida se ha enrocado en los ¨²ltimos meses en un intercambio de reclamos y exigencias que solo hacen presagiar una salida m¨¢s pronto que tarde para el australiano de la embajada ecuatoriana en Londres, en la que est¨¢ asilado desde 2012. El nuevo Gobierno de Ecuador, que ha manifestado abiertamente su malestar por el comportamiento de Assange,le ha impuesto un nuevo r¨¦gimen de convivencia que, si el australiano no cumple, le har¨¢ a perder el asilo. El 'hacker', por su parte,protest¨® ante las nuevas normas de comunicaci¨®n y aseo personal interponiendo una demanda que no ha prosperado ante la Justicia ecuatoriana.
La nueva oposici¨®n en el pa¨ªs latinoamericano, que era aliada natural del Gobierno hasta la ruptura con el corre¨ªsmo, sospecha que la fricci¨®n reciente en el asunto Assange est¨¢ relacionada con el acercamiento que han experimentado Ecuador y Estados Unidos tras el cambio de mando. A diferencia de Rafael Correa, el presidente Moreno ha tocado la puerta de su mayor socio comercial y este a?o, incluso,ha recibido la visita del vicepresidente estadounidense Mike Pence.
La l¨ªnea ideol¨®gica del mandatario ecuatoriano tambi¨¦n ha dejado los principios m¨¢s significativos de la ¨²ltima d¨¦cada, alineados con Venezuela y Bolivia, y no ha disimulado sus gui?os hacia la oposici¨®n conservadora. Aparte de la amistad personal con trascendencia pol¨ªtica que Len¨ªn Moreno ha cuidado con el principal opositor de Rafael Correa, el alcalde socialcristiano de Guayaquil, Jaime Nebot, el presidente ecuatoriano ha apostado por perfiles m¨¢s t¨¦cnicos que pol¨ªticos para determinados puestos claves de su gabinete.
Los ministros de Econom¨ªa y de Comercio Exterior, Richard Mart¨ªnez y Pablo Campana, respectivamente, era representantes del sector empresarial durante el r¨¦gimen de Correa. Tambi¨¦n ha limpiado su ejecutivo de los corre¨ªstas m¨¢s fieles, tras la salida de la canciller Mar¨ªa Fernanda Espinosa, del ministro de Interior C¨¦sar Navas, del de Defensa Patricio Zambrana y de la reciente sustituci¨®n de la vicepresidenta Mar¨ªa Alejandra Vicu?a por el joven empresario de los medios de comunicaci¨®n, Otto Sonnenholzner.
La fragmentaci¨®n entre corre¨ªstas y morenistas tambi¨¦n marcar¨¢ el futuro pol¨ªtico del pa¨ªs, en el pr¨®ximo a?o de elecciones municipales y provinciales. Por primera vez en una d¨¦cada, no estar¨¢ ninguno de los rostros que han dominado las urnas en las grandes ciudades y por primera vez habr¨¢ un r¨¦cord de postulantes. El alcalde de Quito,Mauricio Rodas, no se presenta a la reelecci¨®n y su sustituto se definir¨¢ entre una decena de nombres. Tambi¨¦n en Guayaquil, la segunda ciudad del pa¨ªs, se despedir¨¢ de casi dos d¨¦cadas de gesti¨®n del alcalde Jaime Nebot, quien ya tiene m¨¢s de una docena de candidatos para sustituirle. En Cuenca, el icono tur¨ªstico del pa¨ªs, hay otra lista de m¨¢s de 10 personalidades en disputa por la alcald¨ªa.
La amenaza del narcoterrorismo ha sido, por ¨²ltimo, una preocupaci¨®n con la que no esperaba toparse el Ejecutivo de Len¨ªn Moreno, que comenz¨® el a?o lamentando el primer bombazo en el pa¨ªs, en el que se destruy¨® un cuartel de la polic¨ªa y medio centenar de casas. Durante los tres primeros meses de 2018, grupos relacionados al narcotr¨¢fico ya las disidencias de las FARC de Colombia mataron a nueve ecuatorianos, cinco de ellos civiles, y el Gobierno latinoamericano ahora lidia con la dificultad de procesar judicialmente los ataques para que no caigan en la impunidad y con la necesidad de evitar nuevos avances del crimen organizado en el territorio nacional.
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