Un a?o dif¨ªcil, m¨¢s dif¨ªcil que el anterior
Pese al misil ultras¨®nico que Putin le ha "regalado" a Rusia, las autoridades no logran incrementar el nivel de vida de la ciudadan¨ªa
Para el cantante ruso Semi¨®n Slepakov, 2018 fue ¡°un a?o dif¨ªcil, m¨¢s dif¨ªcil que el anterior, porque inesperadamente nos trajo muchos problemas¡±. ¡°Viene un a?o nuevo, que nos trae la suerte y conf¨ªo en que dentro de un a?o nuestra gente dir¨¢: 'este fue un a?o dif¨ªcil, m¨¢s dif¨ªcil que el anterior, porque inesperadamente¡¡± Con este estribillo, popularizado en las redes sociales, el cantante Slepakov, que es tambi¨¦n comediante, guionista y doctor en ciencias econ¨®micas, se hace eco del estado de ¨¢nimo de sus conciudadanos ante el a?o que comienza.
Los pron¨®sticos sobre Rusia para 2019 van desde negros y grises ¡ªentre los expertos no gubernamentales¡ª hasta blanquecinos y blancos en las previsiones oficiales. Los economistas coinciden en que en las previsiones de desarrollo influir¨¢n (en proporciones diversas) la imposici¨®n de nuevas sanciones por parte de EE UU, la toxicidad de las mismas para sujetos de terceros Estados y los precios de los hidrocarburos. Los soci¨®logos, por su parte, constatan el desgaste del equipo dirigente con Vlad¨ªmir Putin a la cabeza. La adaptaci¨®n del sistema de pensiones al ahorro presupuestario ha acabado con la relaci¨®n cuasi religiosa existente entre la ciudadan¨ªa y el presidente Putin.
En el escenario global, Putin quiso concluir 2018 con un ¡°estupendo regalo¡± a los rusos, a saber el misil ultras¨®nico Avangard, que se incorporar¨¢ al Ej¨¦rcito, seg¨²n dijo, en 2020. Tal como lo presentan, el Avangard es un elemento m¨¢s en la escalada armamentista con EE UU, pues resulta indetectable para el escudo antimisiles norteamericano. De esto se infiere que Washington debe ahora apresurarse a ponerse a la altura del nuevo desaf¨ªo ruso. El Avangard ¡°tiene sobre todo un car¨¢cter de pol¨ªtica interna¡±, opina Alex¨¦i Vened¨ªctov, director de la emisora El Eco de Mosc¨², seg¨²n el cual, al ser un arma de ¡°respuesta¡± y no de ataque, permanecer¨¢ inactiva a menos que Rusia sea atacada.
Las autoridades, que no pueden incrementar el nivel de vida de la ciudadan¨ªa, tratan de compensarla con ese ¡°regalo¡± asociado a la recuperaci¨®n del papel de superpotencia que tuvo la URSS. El solo hecho de considerar las armas como obsequios da la medida del cambio en la ret¨®rica pol¨ªtica en relaci¨®n con la ¨¦poca en que el ¡°regalo¡± se asociaba a paz y desarme.
En su propio vecindario, Rusia podr¨ªa llegar a una guerra m¨¢s cruenta en Ucrania, seg¨²n la visi¨®n de Venediktov, basada en el acuciante problema de la falta de agua en Crimea. Antes de la anexi¨®n, el agua llegaba a la pen¨ªnsula por un sistema de canales de irrigaci¨®n, ahora bloqueado por las autoridades ucranianas. El problema no se puede solucionar sin contar con Kiev, que no muestra ninguna intenci¨®n de ceder. ¡±El papel de los enfrentamientos b¨¦licos se ha incrementado sustancialmente¡± debido al agravamiento del problema impostergable, afirma Vened¨ªktov. ¡°Ciertamente este ser¨¢ un a?o dif¨ªcil en las relaciones con Ucrania¡±, sentencia el periodista, que aborda el tema ¡°con gran pesimismo¡±.
Para recuperar la euforia de 2014 tras la anexi¨®n de Crimea, el Kremlin se plantea una nueva anexi¨®n, esta vez sin intervenci¨®n militar, seg¨²n una tesis que se ha afianzado ¨²ltimamente entre respetados analistas. En el punto de mira est¨¢ Bielorrusia, pa¨ªs con el que Rusia form¨® en 1999 un ¡°Estado Unido¡±. Bielorrusia es una gran tentaci¨®n para el Kremlin por su dependencia econ¨®mica y porque los mecanismos perfilados hace veinte a?os (cuando era Alexandr?Lukashenko, el presidente bielorruso desde 1994, quien ambicionaba pasar a dirigir Rusia) podr¨ªan ser la f¨®rmula legal para que Putin permanezca en el poder por la v¨ªa de la ¡°refundaci¨®n¡± estatal m¨¢s all¨¢ de 2024, cuando concluye su actual mandato, seg¨²n los polit¨®logos Konstant¨ªn Eggert e Iv¨¢n Preobrazhenski.
En las ¨²ltimas semanas Lukashenko y Putin han mantenido varias intensas sesiones de trabajo, en las que el l¨ªder ruso habr¨ªa presionado al bielorruso con el fin de subordinarlo y proceder a una mayor integraci¨®n, comenzando con una moneda ¨²nica. ?Defender¨ªa entonces Occidente al autoritario Lukashenko para contrarrestar el expansionismo ruso? Seg¨²n Eggert, Lukashenko est¨¢ solo; Europa no se enfrentar¨¢ a Mosc¨² por ¨¦l y la d¨¦bil oposici¨®n bielorrusa es incapaz de salvar al pa¨ªs de ser engullido por el gran vecino.
Pero la situaci¨®n puede ser m¨¢s compleja. Lukashenko, pese a su alianza con Rusia, trata denodadamente de posicionarse como un valor independiente entre la OTAN y Rusia. A fines de octubre el presidente organiz¨® por primera vez en Minsk una sesi¨®n de la Conferencia de Seguridad de Munich con el fin de incrementar su protagonismo como mediador entre el Este y el Oeste.
En su alocuci¨®n de fin de a?o, Lukashenko prest¨® especial atenci¨®n a los conciudadanos que ¡°crearon el primer Estado soberano e independiente¡± en la tierra de Bielorrusia, seg¨²n la agencia Tut.by de Minsk. Citando al mismo dirigente, la agencia rusa Tass afirmaba que ¡°la uni¨®n entre los dos pueblos ha sido un ¨¦xito¡± y anunciaba que en 2019 se celebrar¨¢ su 20 aniversario.
Rusia dispone de hasta las pr¨®ximas elecciones parlamentarias en 2021 para realizar el proyecto bielorruso, si decide utilizarlo para el ¡°reformateo¡± estatal en aras de la prolongaci¨®n del poder de Putin.
La relaci¨®n directa entre la pol¨ªtica exterior rusa y las dificultades econ¨®micas es captada de forma progresiva por la ciudadan¨ªa. En 2014, los rusos seguros del futuro y dispuestos a sufrir dificultades por ello eran el 52% frente a un 40% de inseguros y preocupados; hoy la relaci¨®n se ha invertido, seg¨²n el soci¨®logo Lev Gudkov, director del centro de encuestas Levada.
Las sanciones occidentales no ahogan, pero estancan la econom¨ªa rusa. Seg¨²n el exministro de Finanzas y hoy jefe del Tribunal de Cuentas, Leonid Kudrin, las sanciones cuestan a Rusia un 0,5% del PIB, calculando un ritmo de crecimiento del 1,8% al 2%, pero su coste puede aumentar. A los expertos rusos les preocupa sobre todo la imprevisibilidad de las sanciones norteamericanas. La lista de personas f¨ªsicas y jur¨ªdicas confeccionada por Washington en abril de 2018 afect¨® a varios grandes empresarios rusos que, como V¨ªctor Vekselberg y Oleg Deripaska, se ven obligados a aceptar hoy las condiciones norteamericanas para seguir operando en un entorno global. Mosc¨² teme que las sanciones disuadan a jugadores econ¨®micos internacionales de invertir o comerciar con empresas rusas.
El Kremlin podr¨ªa tratar de compensar los problemas en Occidente con una apertura por el Este, pero no en relaci¨®n a China, socio dif¨ªcil y aguerrido defensor de sus propios intereses, sino en relaci¨®n a Jap¨®n, al que se tienta con la promesa de devolver una de las islas Kuriles que la URSS se anexion¨® al fin de la Segunda Guerra Mundial (menos de lo que Nikita Jrushov prometi¨® a los japoneses en los a?os cincuenta) a cambio de inversiones en el Este de Rusia y un tratado de paz.
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