¡®Juego sucio¡¯ de fotograf¨ªas contra los islamistas del Gobierno de Marruecos
La filtraci¨®n de im¨¢genes de una destacada diputada del PJD sin velo en Par¨ªs desata la pol¨¦mica en Rabat
Los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) llevan siete a?os en Marruecos al frente de un Gobierno de coalici¨®n sin que ninguno de sus m¨¢ximos dirigentes hayan sido denunciados por corrupci¨®n. Es cierto que tampoco han sobresalido por luchar contra ella, pero el hecho de no haberse manchado las manos con el dinero ajeno ha sido hasta ahora la gran baza electoral de esta formaci¨®n. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses algunos de sus miembros m¨¢s destacados han sido objeto de ataques de diversa ¨ªndole para intentar poner en evidencia sus supuestas contradicciones entre la actividad p¨²blica y privada.
El caso m¨¢s reciente es el de Amina Maelainine, la diputada m¨¢s destacada del Partido Justicia y Desarrollo (PJD). La dirigente aparece siempre con velo en Marruecos, pero el diario marroqu¨ª Al Akhbar public¨® una foto de ella a principios de enero donde se la ve con la melena descubierta y en mangas cortas delante del cabar¨¦ Moulin Rouge de Par¨ªs. Nadie sabe c¨®mo ha conseguido el diario esa foto.
Maelainine tiene una gran proyecci¨®n dentro del partido, es pr¨®xima a Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, el islamista m¨¢s carism¨¢tico del pa¨ªs, antiguo jefe de Gobierno con el PJD hasta que el rey Mohamed VI lo destituy¨® en marzo de 2017. Benkir¨¢n denunci¨® en su d¨ªa la existencia del ¡°tahakoum¡±, un concepto del ¨¢rabe marroqu¨ª que designa a un Gobierno paralelo ¡°autoritario¡±, por encima del que result¨® elegido en las urnas en noviembre de 2011. Los islamistas apuntaban claramente hacia el Palacio Real. Ahora, los pr¨®ximos al PJD tambi¨¦n vuelven a hablar de una mano oculta que pretende debilitar al partido.
Souleim¨¢n El Raisouni, director adjunto y columnista del diario Ajbar al Yaum, un peri¨®dico que se ha mostrado pr¨®ximo a Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, escribi¨® la semana pasada que en Marruecos se han vuelto a implantar con fuerza las viejas pr¨¢cticas secretas de Driss El Basri, el temido ministro del Interior de Hassan II. ¡°El objetivo es hacerle da?o a una mujer que se ha vuelto molesta y cr¨ªtica hasta con una parte de su partido. Una mujer que ha logrado tender puentes con personalidades laicas y que nunca tuvo una postura fundamentalista de las libertades individuales¡±, escribi¨® El Raisouni. El columnista se preguntaba: ¡°?De d¨®nde se han sacado esas fotos? O bien han sido hackeadas en su tel¨¦fono o bien han sido enviadas por alguien que pretende da?ar a la diputada. En cualquier caso es un hecho ilegal¡±.
Benkir¨¢n se reuni¨® el pasado mi¨¦rcoles con la diputada, seg¨²n relat¨® ella en Facebook, y le dijo: ¡°Tienes todo el derecho del mundo a vestirte como quieras. Para pertenecer a nuestro partido no se necesita el velo. Muchas veces he buscado mujeres sin velo para que sean candidatas¡±.
El caso de la diputada no ha sido el ¨²nico en el que aparecen unas fotos cuya procedencia nadie conoce y que logran suscitar la pol¨¦mica. El pasado octubre el ministro de Trabajo, el islamista Mohamed Yatim, recibi¨® cr¨ªticas muy severas, incluso en el seno de su partido, cuando se divulgaron fotos de ¨¦l en Par¨ªs paseando de la mano con una mujer. Pasear de la mano con la pareja no es algo frecuente en Marruecos. Pero el ministro lo hac¨ªa con una se?ora que no era su esposa. Se vio obligado a se?alar que estaba en tr¨¢mite de divorcio y que su acompa?ante era su prometida. Pero eso no bast¨® para acallar las cr¨ªticas dentro y fuera de su partido. Su ¡°hermano¡± de partido y compa?ero de Gabinete, el ministro de Derechos del Hombre, Mustafa Ramid, declar¨®: ¡°Desde que un hombre accede a sus responsabilidades no tiene vida privada. Su comportamiento debe estar en armon¨ªa con la moral para obtener el respeto de la gente¡±.
Nunca se supo qui¨¦n tom¨® esas fotograf¨ªas y c¨®mo empezaron a circular en las redes. De nuevo, los fieles del PJD apuntaron al ¡°tahakoum¡±, el poder oculto; en definitiva, al Palacio Real. El historiador, soci¨®logo y economista Mohammed Ennaji cree que se est¨¢ intentando ¡°despojar¡± al PJD de su ¡°velo religioso¡±, es decir, de su argumentario. ¡°El poder act¨²a sobre el plano de la moral para desacreditar al PJD¡±, se?ala. ¡°Los miembros del PJD que representan una esperanza de renovaci¨®n son amordazados y abandonados a merced del veredicto de la prensa y de la burla general. Esta estrategia aspira a dejar a la monarqu¨ªa como ¨²nica reina del campo religioso. El rey, como Comendador de Creyentes, es el ¨²nico autorizado a hablar en nombre de Al¨¢. As¨ª, el PJD se convertir¨¢ en un partido como tantos otros al servicio del poder¡±.
Por su parte, David Goeury, polit¨®logo franc¨¦s asociado al centro de an¨¢lisis marroqu¨ª Tafra, se muestra esc¨¦ptico ante lo que denomina ¡°teor¨ªas de compl¨®¡±. Recuerda que Amina Maeliainine ha ¡°sido regularmente atacada¡± desde su primera elecci¨®n como diputada en 2011. Y se?ala que los medios digitales ¡°aman alimentarse de temas pol¨¦micos con el fin de asegurar su supervivencia financiera¡±. ¡°Adem¨¢s¡±, recuerda Goeury, ¡°en el contexto del multipartidismo marroqu¨ª, todas las formaciones tienen inter¨¦s en debilitar al PJD. ¡°A eso hay que a?adir el hecho de que hay muchos marroqu¨ªes que denuncian desde hace mucho tiempo el doble discurso del PJD¡±.
Uno de los casos m¨¢s sonados de ataque al PJD ocurri¨® en agosto de 2016, solo un mes antes de las elecciones legislativas que termin¨® ganando la formaci¨®n islamista. La polic¨ªa detuvo en un coche a dos dirigentes del Movimiento Unidad y Reforma (MUR), brazo ideol¨®gico y reserva espiritual del PJD.
Las v¨ªctimas fueron Mulai Omar Benhamad y F¨¢tima Nejjar, dos grandes referentes morales del MUR. Mulai Omar Benhamad, de poblada barba canosa, estaba casado. Y ella, F¨¢tima Nejjar, era vicepresidenta segunda del MUR y sol¨ªa difundir v¨ªdeos donde advert¨ªa de que la risa de una mujer ante un hombre puede interpretarse como un acto de fornicaci¨®n. Una vez m¨¢s, nadie supo c¨®mo entre todas las parejas ad¨²lteras de Marruecos, la polic¨ªa logr¨® sorprender a esta en un coche de Casablanca y transcendieron sus identidades.
Finalmente, el PJD, encabezado entonces por Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, termin¨® ganando con resultados r¨¦cord las legislativas de 2016, a pesar del esc¨¢ndalo sexual. Goeury cree que estas pol¨¦micas no logran debilitar al PJD, ya que sus militantes siempre ven detr¨¢s de ellas ¡°un intento de desestabilizaci¨®n orquestado por el tahakoum".
Hoy en d¨ªa, Benkir¨¢n sigue ejerciendo una gran influencia sobre los militantes del PJD. Y tambi¨¦n sobre los que temen al PJD.
Un homicidio que vuelve a ser juzgado 26 a?os despu¨¦s
El siguiente caso que ha golpeado al PJD no tiene que ver nada con fotos, sino con un crimen que sucedi¨® hace casi 26 a?os en Fez. El estudiante izquierdista Benaisa Ait El Jid viajaba junto a un compa?ero Haddioui El Khammar en un taxi cuando una treintena de personas apedrearon el veh¨ªculo y sacaron a sus dos ocupantes. Fueron golpeados, Benaisa muri¨® varios d¨ªas despu¨¦s en el hospital y la autopsia revel¨® que ten¨ªa una herida grave en el cr¨¢neo, supuestamente, al ser arrojado sobre el borde de la acera. El senador islamista Abdelali Hamieddine, pr¨®ximo igualmente a Benkir¨¢n, fue condenado en su d¨ªa, junto a otros militantes islamistas, a dos a?os de prisi¨®n. La principal acusaci¨®n sobre ellos estaba basada en el testimonio de El Khammar, compa?ero de la v¨ªctima.
En diciembre de 2016, el principal testigo del homicidio reemprendi¨® las acusaciones y asegur¨® que Hamieddine inmoviliz¨® a su amigo Benaisa con un pie en la garganta, mientras lo golpeaban. Finalmente, un juzgado de instrucci¨®n de Fez ha admitido la denuncia y reabierto el caso.
El PJD, que se encuentra dividido desde que Benkir¨¢n fue destituido por el rey Mohammed VI en marzo de 2017 ha cerrado filas en torno a Hamieddine. Este diario ha intentado sin ¨¦xito contactar con ¨¦l. Hamieddine no efect¨²a declaraciones e incluso ha suspendido su columna semanal en el diario Ajbar al Yaum.
Un periodista de esta publicaci¨®n, que solicita preservar su nombre, indica: ¡°Hamieddine es uno de los principales l¨ªderes del PJD. Y la diputada Amina Maelainine, tambi¨¦n. El poder no los ha encarcelado, no los ha censurado. Pero ha conseguido silenciarlos, acallarlos. A partir de ahora, tendr¨¢n menos presencia p¨²blica de la que ten¨ªan¡±.
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