Suecia intenta aislar a la extrema derecha
Dos partidos del bloque conservador se descuelgan en favor de un Gobierno socialdem¨®crata para frenar a los ultras
Los tambores de guerra en Suecia ya no suenan ni tan alto, ni con tanta intensidad. El pa¨ªs escandinavo parece acercarse al final de cuatro intensos meses de negociaciones para formar un Gobierno en el que la extrema derecha de Dem¨®cratas Suecos (DS), en formidable ascenso ¡ªfue la tercera formaci¨®n en las elecciones del pasado 9 de septiembre con la obtenci¨®n de 62 esca?os¡ª se quede fuera. Los socialdem¨®cratas del hasta ahora primer ministro, Stefan L?fven, han conseguido persuadir a Liberales y Centro (dos partidos que formaban parte del bloque conservador La Alianza) para que les den su apoyo e imponer as¨ª un cord¨®n sanitario a DS.
La reelecci¨®n de L?fven depende ahora de la estrategia de los excomunistas de V?nsterpartiet que ya han declarado su disconformidad por haber sido excluidos del pacto. El nuevo Ejecutivo se votar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en el Riksdag, el Parlamento sueco.
La habitual tranquilidad de los domingos suecos qued¨® rota por un cierto dramatismo y expectaci¨®n ante la posibilidad de salir del punto muerto pol¨ªtico. A media tarde, el partido Liberales de Jan Bj?rklund celebr¨® en un hotel de Estocolmo un consejo extraordinario. Durante el encuentro, algunas voces mostraron su preocupaci¨®n por el crecimiento de la extrema derecha de Jimmie ?kesson y la necesidad de actuar de forma estrat¨¦gica para poner coto a un populismo que ha ido erosionando sus resultados electorales.
Otros mostraron su desconfianza hacia unos socialdem¨®cratas situados en sus ant¨ªpodas ideol¨®gicas. Finalmente, 62 representantes votaron a favor y 30 en contra, dando luz verde a las tesis de la directiva del partido que ya se hab¨ªa apoyado el pacto de gobierno con los socialdem¨®cratas.
El s¨ª de Liberales y Centro, al que se une el respaldo del Partido Verde, no significa un voto a favor de L?fven por parte de los conservadores sino su abstenci¨®n en el Parlamento. El sistema de investidura sueco es muy particular. Se le conoce como ¡°parlamentarismo negativo¡±. El candidato al Gobierno solo necesita que no haya una mayor¨ªa que vote en su contra, independientemente del n¨²mero de apoyos total entre los diputados. Con un Parlamento de 349 esca?os, la mayor¨ªa que vencer¨ªa a L?fven se sit¨²a en 175, que con el cord¨®n sanitario acordado parece dif¨ªcil de alcanzar.
La pelota est¨¢ ahora en el tejado del V?nsterpartiet, los excomunistas, partido que se ve abocado a decidir si apoya a esta nueva alianza en la decisiva votaci¨®n del pr¨®ximo mi¨¦rcoles. Desde las filas de los excomunistas, la desilusi¨®n es patente por un acuerdo que les deja al margen. Relevantes voces del partido ya han manifestado su negativa a apoyar un gobierno de coalici¨®n que muy probablemente aplicar¨¢ pol¨ªticas de derechas.
Si, en una demostraci¨®n de fuerza, los excomunistas (28 esca?os) votaran en contra, esto cerrar¨ªa el camino a la investidura de L?fven. Sus votos en contra se unir¨ªan a los de Moderados, de Ulf Kristersson (70 esca?os), y Cristianodem¨®cratas, de Ebba Busch Thor (22). Esto dar¨ªa paso a una cuarta sesi¨®n de investidura que, de fracasar, abrir¨ªa la puerta a unas nuevas elecciones, algo en teor¨ªa favorable a los intereses de la extrema derecha.
¡°El acuerdo no significa v¨ªa libre para que L?fven vuelva a llevar a cabo pol¨ªticas de izquierdas¡±, advirti¨® Annie L??f, de Centro. Las principales concesiones de los socialdem¨®cratas para llegar a este acuerdo se refieren a una bajada de algunos impuestos y una reforma laboral para facilitar el despido, algo que ha sido recibido como un ¡°golpe en la cara a los asalariados¡± por algunos sindicalistas. Pero la sensaci¨®n general es que este acuerdo era preferible a un Gobierno de Moderados y Cristianodem¨®cratas.
Liberales y Centro, que siempre rechazaron entrar en un Gobierno en el que los xen¨®fobos DS tuvieran algo que ver, han puesto como condici¨®n para dar su apoyo a L?fven la revisi¨®n anual del pacto de gobierno.
Ruptura de La Alianza
Bodil Valero, europarlamentaria por los verdes de Milj?partiet, expresa a EL PA?S cierta precauci¨®n sobre lo que va a suceder esta semana, ante la posibilidad de que los excomunistas no apoyen la investidura. ¡°Pueden ganar votos si dicen que no¡±, apunta. Pero Valero considera de forma muy positiva la alianza con los partidos del centro liberal. ¡°Es positivo mantener el cord¨®n sanitario, porque cualquier apoyo de investidura por parte de Sverigedemokraterna [DS] no ser¨¢ gratis. Tienen unas pol¨ªticas bastante extremas¡±.
Despu¨¦s de dos investiduras fallidas y con la amenaza de unas elecciones anticipadas como ¨²nica salida al bloqueo, dos partidos menores de La Alianza conservadora, Centro (31 diputados) y Liberales (20 diputados), han dado un paso al frente haci¨¦ndola saltar por los aires para evitar la llegada directa o indirecta de los DS a un futuro Gobierno. Sus socios, tanto Moderados como Cristianodem¨®cratas se mostraban cada vez m¨¢s proclives a mantener conversaciones con el partido de extrema derecha y recibir con agrado su apoyo directo o a trav¨¦s de la abstenci¨®n ante una posible investidura.
La situaci¨®n es inusual: una C¨¢mara dividida, dos votaciones de investidura fallidas, una simb¨®lica moci¨®n de censura a L?fven, unos Presupuestos en minor¨ªa y la aritm¨¦tica en contra de cualquier coalici¨®n natural han sido los ingredientes fatales que paralizaron desde el oto?o pasado la vida pol¨ªtica en Suecia.
En el mapa sueco, L?fven no solo ha dejado arrinconado a los DS, sino que ha dinamitado a la oposici¨®n conservadora. Si gana la votaci¨®n del mi¨¦rcoles, Suecia mantendr¨¢ alejada a la extrema derecha del Gobierno.
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