La campa?a de Orb¨¢n contra Soros coloca a los populares europeos al borde de la escisi¨®n
Budapest ha lanzado una operaci¨®n en la que sugiere una conspiraci¨®n del magnate h¨²ngaro y Juncker
La implosi¨®n del arco parlamentario europeo prevista tras las elecciones del 26 de mayo puede empezar mucho antes. El en¨¦simo desaf¨ªo lanzado por el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, contra su propia formaci¨®n, el Partido Popular Europeo (PPE), amenaza con provocar la primera gran escisi¨®n en el mayor grupo del Parlamento Europeo a solo tres meses de que se celebren los comicios.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la campa?a publicitara lanzada por el Gobierno de Orb¨¢n en la que sugiere una supuesta conspiraci¨®n del presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker (PPE), con el multimillonario George Soros para abrir las puertas del continente europeo a una inmigraci¨®n descontrolada. "Tienes derecho a saber lo que se prepara en Bruselas", dice el lema de la campa?a, ilustrada con una foto de Juncker y Soros.
Orb¨¢n ya hab¨ªa sido llamado al orden por su partido en anteriores ocasiones, pero nunca se lleg¨® a plantear la ruptura. "Pero ahora, por primera vez, ha atacado a uno de los nuestros", se?alan en el grupo Popular.
Los populares estudian ya la expulsi¨®n del h¨²ngaro, que restar¨ªa al grupo conservador hasta 12 esca?os. La expulsi¨®n del partido de Orb¨¢n (Fidesz) podr¨ªa consumarse en la pr¨®xima Asamblea del PPE, prevista para finales de marzo, si el l¨ªder h¨²ngaro no rectifica su ¨²ltima provocaci¨®n.
Fuentes populares creen que se trata de una p¨¦rdida asumible, dada la diferencia de eurodiputados con el segundo grupo de la c¨¢mara (los socialistas de S&D). Pero las mismas fuentes reconocen que el mayor da?o no ser¨ªa la merma de esca?os sino la posibilidad de que al PPE le surja por el flanco derecho un grupo ultraconservador con la lucha contra la inmigraci¨®n y el recorte de competencias de Bruselas como denominador com¨²n.
La posible alianza de Matteo Salvini, l¨ªder del partido italiano Liga, con un Orb¨¢n descontrolado, podr¨ªa erosionar a¨²n m¨¢s a un PPE que, seg¨²n la primera proyecci¨®n del Parlamento, pasar¨¢ de 217 eurodiputados a 183. El escenario de un Vox a la europea puede poner en peligro el dominio del PPE, grupo mayoritario en el hemiciclo de Estrasburgo desde las elecciones de 1999.
"Las rampas de los misiles est¨¢n listas para disparar", advierte una fuente del grupo popular, donde cunde la indignaci¨®n contra Orb¨¢n. La campa?a del gobierno h¨²ngaro ya provoc¨® el martes una dura reacci¨®n de la Comisi¨®n Europea, que acus¨® a Budapest de alimentar las fake news. Pero la tensi¨®n se ha disparado, sobre todo, en el seno del PPE, donde la cautela para no provocar una escisi¨®n del partido ha dejado paso este jueves a una potente r¨¢faga de cr¨ªticas y amenazas de expulsi¨®n de Orb¨¢n.
El propio Juncker advirti¨® el mi¨¦rcoles que "Orb¨¢n no tiene sitio en el PPE". El luxemburgu¨¦s lleva a?os reclamando la expulsi¨®n de Fidesz del grupo conservador, pero sin ning¨²n ¨¦xito. Esta vez, sin embargo, el l¨ªder h¨²ngaro parece haber perdido casi todos los apoyos dentro del grupo.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha abierto el fuego. Juncker, ha dicho la canciller desde Berl¨ªn, "tiene todo mi apoyo, seremos solidarios y lo diremos alto y fuerte cuando hablemos con Hungr¨ªa".
El l¨ªder del grupo Popular en el Parlamento, el alem¨¢n Manfred Weber, no ha tenido m¨¢s remedio que entrar tambi¨¦n a saco. Weber ha advertido a Orb¨¢n que "no puede hacer campa?a contra el PPE y seguir en el PPE". Weber, candidato del PPE para sustituir a Juncker al frente de la Comisi¨®n Europea, hab¨ªa evitado hasta ahora un choque frontal e irreversible con el primer ministro h¨²ngaro. Weber incluso se hab¨ªa mostrado partidario de tender puentes hacia Salvini ante la probable necesidad de contar con apoyos fuera de su partido para alzarse con la presidencia de la Comisi¨®n despu¨¦s de las elecciones de mayo.
Pero Orb¨¢n ha dinamitado la paz preelectoral. Y su campa?a contra Juncker, seg¨²n temen fuentes populares, puede ser solo la antesala de una guerra abierta con el PPE por hacerse con buena parte del espectro pol¨ªtico conservador en el Parlamento Europeo.
El h¨²ngaro hab¨ªa rehuido hasta ahora la ruptura con los conservadores democristianos por temor a que su pa¨ªs, un socio relativamente peque?o en la UE, quedara aislado dentro del Consejo Europeo. Pero la creciente presencia en el Consejo de Gobiernos ajenos a las dos familias pol¨ªticas tradicionales (socialdem¨®cratas y democristianos) aumenta la capacidad de desaf¨ªo de Hungr¨ªa, que puede esperarla la complicad de pa¨ªses como Italia, Polonia o Rep¨²blica Checa o el apoyo silencioso de la mayor parte de los socios de Europa central y del Este.
Hungr¨ªa ya ha comprobado la escasa tracci¨®n de los gobiernos tradicionales (liderados por Alemania y Francia) en la aplicaci¨®n del art¨ªculo 7 del Tratado de la UE, que ha intentado disciplinar a Budapest por una presunta falta de respeto a los valores europeos. El expediente, impulsado por el Parlamento Europeo, no ha avanzado ni un ¨¢pice. Y seg¨²n fuentes diplom¨¢ticos, cada vez que se aborda el tema en el Consejo de la UE la mayor¨ªa de los socios guardan silencio y paralizan de facto el proceso.
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