Ousmane Sonko, el ¡®outsider¡¯ que desaf¨ªa a la vieja pol¨ªtica en Senegal

Senegal celebra este domingo algo m¨¢s que unas elecciones presidenciales. Dos modelos de pa¨ªs se enfrentan en las urnas en una suerte de pugna que no es ajena a lo sucedido en otros pa¨ªses del mundo. Por un lado, la estabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica que representa el actual presidente Macky Sall, quien sin embargo ha perdido parte de su popularidad en sus siete a?os en el poder. Por otro lado, el candidato revelaci¨®n, un diputado de 44 a?os llamado Ousmane Sonko que entusiasma a los j¨®venes con un discurso de ruptura con la clase pol¨ªtica tradicional. Equidistante entre ambos, un renacido Idrissa Seck con el que nadie contaba y que ha logrado colarse en la quiniela de aspirantes.

Hace apenas unos meses pocos analistas ten¨ªan dudas respecto al resultado de estas elecciones, que se presentaban como un paseo triunfal para Sall, apoyado por una poderosa estructura pol¨ªtica, con sus principales rivales, Khalifa Sall y Karim Wade, excluidos de la carrera por sus condenas judiciales y con un notable balance de gesti¨®n, sobre todo en construcci¨®n de nuevas infraestructuras y datos macroecon¨®micos. Sin embargo, a pocos d¨ªas de los comicios ya nadie parece tenerlo tan claro. Sall sigue siendo el favorito, pero en un escenario m¨¢s incierto.

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Buena parte de esa incertidumbre tiene que ver con Ousmane Sonko y su planificada campa?a. Sus m¨ªtines son multitudinarios y fervorosos. Miles de j¨®venes entusiastas siguen sus palabras a trav¨¦s de la radio, la prensa, las redes sociales. Su discurso conecta con las clases medias y los desempleados, pero tambi¨¦n con una parte de la izquierda desencantada con la vieja pol¨ªtica. Ha prometido sacar a Senegal del franco CFA, una moneda heredada del colonialismo que comparte con otros siete pa¨ªses, renegociar los contratos firmados entre el Gobierno y empresas extranjeras, privilegiando a compa?¨ªas nacionales, descentralizar el pa¨ªs y crear empleo para los j¨®venes parados.

¡°Voy a votar a Sonko por la misma raz¨®n que vot¨¦ a Macky Sall en 2012, porque representa la ruptura¡±. Badiane, un joven emprendedor que ha creado una empresa de limpieza, camina por las callejuelas del barrio de pescadores de Guet Ndar, en la ciudad norte?a de Saint Louis, mientras explica las razones de su atracci¨®n por el joven candidato. ¡°Los pol¨ªticos de toda la vida usan el dinero del Estado en su propio beneficio; Sonko ha prometido acabar con la caja B, con ¨¦l habr¨¢ transparencia. Eso ha dicho¡±. Ali, empresario de transportes procedente de Louga, pone el acento en el centralismo. ¡°Sall ha construido muchas cosas, pero casi todas en Dakar, ?para qu¨¦ quiero yo un palacio de Deportes si no llego a fin de mes?¡±, se pregunta.

La atracci¨®n por Sonko es reciente. Natural de Thi¨¦s pero criado en Casamance, en 2002 se convirti¨® en funcionario del Estado como inspector de Aduanas, un sue?o para miles de j¨®venes sin expectativas. Pero para ¨¦l no era suficiente. Ambicioso y rebelde, pronto destac¨® por su labor sindical, el paso previo a la creaci¨®n de su propio partido pol¨ªtico, Patriotas de Senegal por el Trabajo, la ?tica y la Fraternidad (Pastef). Sin embargo, su salto a la fama le llega en 2016 con la publicaci¨®n del libro Petr¨®leo y gas en Senegal, cr¨®nica de un expolio en el que acusa a Macky Sall y su hermano Alioune de corrupci¨®n y ¡°violaci¨®n de la Constituci¨®n¡±. Pierde su trabajo ipso facto por ¡°incumplimiento de su deber de reserva¡±.

Su discurso conecta con las clases medias y los desempleados, pero tambi¨¦n con una parte de la izquierda desencantada con la vieja pol¨ªtica

¡°Es alguien que no tiene miedo a decir las cosas¡±, explica Saliou Sarr, artista y activista, ¡°es un l¨ªder desacomplejado de los que tanto necesita ?frica, es un nuevo lenguaje, la esperanza de cambiar¡±. En 2017, Sonko obtiene su primera victoria pol¨ªtica al convertirse en diputado con el 1% de los votos en los comicios legislativos, alcanzando una tribuna p¨²blica desde la que seguir fustigando a ¡°la clase pol¨ªtica tradicional¡±. La exclusi¨®n de la carrera presidencial de Karim Wade y Khalifa Sall, los dos principales rivales del presidente Sall, le dejan el suficiente espacio y su crecimiento ha sido fulgurante.

Sin embargo, su discurso un tanto radical, trufado de orgullo patri¨®tico, anticolonialista y con aires populistas tambi¨¦n puede ser su propio enemigo. En un intento de ampliar su base electoral hizo una maniobra que le puede costar cara, un intento de aproximaci¨®n al expresidente Abdoulaye Wade, quiz¨¢s uno de los mejores representantes de esa vieja pol¨ªtica que tanto asegura combatir. El viejo Gorgui, sin embargo, rechaz¨® la alianza, consciente de que la figura emergente del joven funcionario de Aduanas ha venido para quedarse y que puede ser el gran rival de futuro.

La mejor prueba de que Sonko inquieta a quienes hoy ostentan el poder es que las principales campa?as medi¨¢ticas han surgido en su contra, acus¨¢ndole sin pruebas concretas de financiaciones extra?as e incluso de islamismo radical. Pero hay un tercer elemento en la ecuaci¨®n. El ex primer ministro Idrissa Seck, eterno y fallido aspirante a la Presidencia desde 2007, s¨ª ha logrado forjar una serie de alianzas que le pueden aupar a una posici¨®n de privilegio, entre ellas la del encarcelado Khalifa Sall. La gran clave de estos comicios se resolver¨¢ pronto. Si Macky Sall logra, como prev¨¦, una victoria en primera vuelta ya no habr¨¢ m¨¢s partido. Si, como creen sus rivales, el presidente no alcanza el 50% de los votos y se fuerza un segundo round, la historia est¨¢ lejos de haberse escrito.?