Resuelto el misterio de los tel¨¦fonos Garfield en las playas francesas
Desde hace m¨¢s de 30 a?os, pedazos del tel¨¦fono naranja aparec¨ªan en la costa bretona sin que se diera con su origen
Garfield, el gato gordo naranja, descarado y amante de la lasa?a creado por el dibujante Jim Davis en 1978, ha sido durante d¨¦cadas uno de los personajes de c¨®mic favoritos en todo el mundo. No tanto en la punta m¨¢s occidental de Breta?a. Para los vecinos de la costa atl¨¢ntica en Plouarzel, en el departamento de Finist¨¨re, Garfield se hab¨ªa convertido en sin¨®nimo de contaminaci¨®n y, sobre todo, de un irritante misterio.
Desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas, aparec¨ªan cada tanto en las playas locales restos de aparatos de este tel¨¦fono naranja chill¨®n con la forma del famoso gato fabricado a comienzos de la d¨¦cada de los ochenta. A veces era solo un pedazo, en ocasiones sin embargo, una pieza casi completa y bien conservada, o un trozo de cable, naranja, por supuesto. Surg¨ªan en plena playa. O, a veces, incrustados en piedras. Solo en 2018, los vecinos hallaron m¨¢s de 200 pedazos del maldito tel¨¦fono naranja. Se sospechaba que proced¨ªan de un contenedor perdido por un barco, como sucedi¨® con los miles de patitos de goma n¨¢ufragos despu¨¦s de que una tormenta en 1992 hiciera perder a un carguero parte de su contenido. Pero nadie sab¨ªa d¨®nde se hallaban sus restos. El misterio acaba de ser resuelto.
La asociaci¨®n local Ar Viltanso¨´, que desde hace a?os se dedica a limpiar las playas de Plouarzel, ha localizado el famoso contenedor en una de las grutas de los acantilados de la zona, situada en un punto que solo se puede alcanzar en un cierto momento de la marea baja. El hallazgo fue posible gracias a una campa?a de denuncia de casos de poluci¨®n de France Info. Despu¨¦s de que la cadena informara de este asunto, el misterio de los tel¨¦fonos Garfield se hizo famoso en Francia y hasta en otras partes de Europa. Solo entonces, un vecino se atrevi¨® a revelar lo que sab¨ªa desde hac¨ªa m¨¢s de 30 a?os: el lugar preciso de donde sal¨ªan los aparatos varados.
France 3 Bretagne
Sucedi¨® a comienzos de los a?os 80. ¡°En la ¨¦poca, ten¨ªa entre 19 y 20 a?os. Hubo una gran tormenta. Con mi hermano, vimos los tel¨¦fonos desperdigados por la playa. Como buenos chavales de la costa, decidimos ir a ver qu¨¦ pasaba¡±, cont¨® a la emisora Ren¨¦ Morvan, un agricultor de la localidad. Los dos j¨®venes esperaron a que la marea hubiera bajado lo suficiente antes de meterse en los acantilados. ¡°Hab¨ªa que conocer bien el lugar. Encontramos un contenedor varado en una de las grutas. Estaba abierto. Muchas cosas se hab¨ªan salido ya, pero hab¨ªa todav¨ªa un cargamento de tel¨¦fonos¡±. ?Por qu¨¦ no dijeron nada? ?Por qu¨¦ no alertaron a nadie? ¡°En la ¨¦poca, muchas cosas llegaban del mar¡±, se justific¨® Morvan, sin dar m¨¢s detalles, de acuerdo con la emisora.
En cualquier caso, tres d¨¦cadas despu¨¦s, ha roto el silencio. Acompa?ados de c¨¢maras de France Info, voluntarios de la asociaci¨®n ecologista se lanzaron a la b¨²squeda del contenedor. Nada m¨¢s llegar a la zona se?alada, los investigadores se toparon con las paredes met¨¢licas recubiertas de moho de un contenedor incrustado al fondo de la gruta. Dentro, multitud a¨²n de los aparatos con la efigie del gato de la gran sonrisa ir¨®nica que los ha perseguido todos estos a?os.
El hallazgo no ha despejado todas las dudas. A pesar del tiempo pasado, todav¨ªa no se ha logrado identificar el buque del que se perdi¨® el cargamento. Tampoco se sabe si hay m¨¢s contenedores o si el recientemente localizado es el ¨²nico responsable de la constante marea de tel¨¦fonos naranjas de los 30 ¨²ltimos a?os. Hasta que no se sepa ¡ªy quiz¨¢s no se llegue a saber nunca¡ª, los residentes no podr¨¢n saber si han dado con el origen de la contaminaci¨®n. En cualquier caso, se?al¨® el director del parque natural marino de Iroise, Fabien Boileau, los Garfields de Breta?a son un s¨ªmbolo del problema de la contaminaci¨®n pl¨¢stica de los mares de la que tanto se ha alertado en estos ¨²ltimos tiempos. ¡°Hablamos de un desecho que tiene m¨¢s de 30 a?os y del que seguimos encontrando todav¨ªa trozos casi nuevos¡±, record¨®.
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