La UE quiere blindarse ante la segunda pr¨®rroga del Brexit para evitar el riesgo de sabotaje interno de Londres
La prolongaci¨®n de la incertidumbre pone en peligro por primera vez la unidad de los 27
La segunda pr¨®rroga solicitada por la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, coloca a los 27 socios comunitarios ante la tesitura de retrasar la salida del Reino Unido de la UE (prevista inicialmente para el 29 de marzo y aplazada al 12 de abril) o desencadenar una ruptura brutal de imprevisibles consecuencias. La mayor¨ªa de los socios se resignan a la concesi¨®n de una pr¨®rroga de hasta un a?o, siempre y cuando se blinde a las instituciones europeas ante el riesgo de interferencia de un socio en retirada pero con plenos derechos de voto y participaci¨®n. La dureza o levedad de ese blindaje provoca serias discrepancias entre los socios. Y por primera vez desde el inicio del Brexit en 2016, el caos pol¨ªtico de Londres amenaza la unidad de la UE.
Las negociaciones internas de la Uni¨®n para el segundo aplazamiento del Brexit arrancaron en la tarde del viernes, pocas horas despu¨¦s de que Bruselas acusase recibo de la carta en que Theresa May solicita aplazar de nuevo la salida del Reino Unido, esta vez hasta el 30 de junio.
May, entre inasequible al desaliento y ajena a la realidad pol¨ªtica de su pa¨ªs, se muestra esperanzada en la carta en que sus actuales conversaciones con el l¨ªder de la oposici¨®n, Jeremy Corbyn, permitir¨¢n que los dos principales partidos del Reino Unido sumen el respaldo necesario para aprobar el acuerdo de salida en el Parlamento brit¨¢nico.
Read Theresa May's letter to EU Council President Donald Tusk, seeking to delay Brexit to June 30 https://t.co/DNExNJmDNT pic.twitter.com/HvL79FH1lU
— Bloomberg Brexit (@Brexit) April 5, 2019
En su esfuerzo por convencer a Bruselas, May asegura que, de fracasar las negociaciones con los laboristas, someter¨¢ a votaci¨®n en el Parlamento una serie de alternativas a su plan y acatar¨¢ la decisi¨®n de los diputados. Y como se?al de buena voluntad, se muestra dispuesta a convocar las elecciones al Parlamento Europeo (el 23 al 26 de mayo) si en esa fecha el Reino Unido sigue siendo miembro de la UE.
La respuesta oficial a esa petici¨®n llegar¨¢ en la cumbre europea extraordinaria convocada para el 10 de abril, en la que se espera que May concrete los planes esbozados en la carta para rematar el Brexit. Pero el brit-escepticismo de Bruselas alcanza tal nivel que los preparativos de la cumbre europea giran ya en torno al blindaje que deber¨ªa adoptar la UE ante el riesgo que comporta la permanencia a largo plazo de un socio con voluntad expresa de marcharse.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, plantea una pr¨®rroga de hasta un a?o, seg¨²n indicaron fuentes comunitarias. La f¨®rmula de Tusk, dicen esas fuentes, pretende evitar que los l¨ªderes europeos tengan que reunirse de manera recurrente cada que vez expire un nuevo plazo de salida.
Pero esa pr¨®rroga tan larga provoca serias inquietudes entre algunos socios de la UE, temerosos de un sabotaje interno desde Londres. Como socio, el Reino Unido mantendr¨ªa su derecho de voto en el Consejo de la UE, su puesto en la Comisi¨®n Europea y sus 73 esca?os en el Parlamento Europeo. Una inquietante presencia en un per¨ªodo crucial para la UE, porque en los pr¨®ximos meses se renovar¨¢n todos los altos cargos del club, se fijar¨¢n las grandes l¨ªneas del pr¨®ximo per¨ªodo presupuestario (2021-2027) y se reorientar¨¢n posiciones geoestrat¨¦gicas tan sensibles como la relaci¨®n con China o el impulso a una pol¨ªtica com¨²n de defensa.
¡°Es importante aclarar desde el principio la relaci¨®n del Reino Unido con esos asuntos tan importantes¡±, se?alan fuentes diplom¨¢ticas en Bruselas. Las primeras ideas apuntan a una suerte de c¨®digo de conducta voluntario por el que Londres se comprometa a mantener una cooperaci¨®n leal con sus socios comunitarios. Algunas delegaciones incluso mencionan la posibilidad de que el Reino Unido se comprometa a abstenerse en ciertas votaciones sensibles, aunque reconocen que solo podr¨ªa tratarse de un compromiso pol¨ªtico sin ning¨²n valor legal.
La valoraci¨®n del riesgo de sabotaje o chantaje, sin embargo, var¨ªa de una capital a otra, con Par¨ªs al frente de los pa¨ªses partidarios de supeditar la pr¨®rroga a condiciones muy estrictas, aun a riesgo de precipitar la ruptura sin acuerdo, y Berl¨ªn a los que desean una oferta asimilable para Londres que permita ganar tiempo y espacio pol¨ªtico.
La divisi¨®n tambi¨¦n ha surgido entre las instituciones comunitarias, con la Comisi¨®n Europea de Jean-Claude Juncker abogando por atar muy corto al Reino Unido y el presidente del Consejo, Donald Tusk, m¨¢s favorable a un tono comprensivo hacia Londres. Fuentes de la Comisi¨®n alertan del riesgo de que Reino Unido, cuyo liderazgo pol¨ªtico podr¨ªa cambiar en los pr¨®ximos meses, "da?e la capacidad de decisi¨®n de la UE".
Fuentes del Consejo, en cambio, relativizan la supuesta capacidad de chantaje del socio en retirada. Recuerdan que el derecho de veto afecta ya a muy pocas ¨¢reas y que la votaci¨®n por mayor¨ªa cualificada es la norma general. Y resaltan que "hasta ahora, Reino Unido se ha comportado siempre de manera leal desde que activ¨® el Brexit". En el Consejo genera m¨¢s inquietud el riesgo de que la UE cometa una ilegalidad si se propasa en la limitaci¨®n de derechos del socio en retirada.
Sin embargo, el reciente precedente en el Parlamento Europeo, donde un eurodiputado brit¨¢nico aprovech¨® su posici¨®n institucional para bloquear el reglamento europeo de exenci¨®n de visados tras el Brexit por no compartir la definici¨®n de Gibraltar como colonia, ha sido esgrimido por los partidarios de acotar al m¨¢ximo la permanencia del Reino Unido. El eurodiputado solo fue apartado en ¨²ltimo extremo (esta semana) ante el riesgo de que se llegara al Brexit sin una norma esencial para evitar un caos fronterizo entre las dos partes del canal de la Mancha.
El futuro blindaje marcar¨¢, por tanto, la cuenta atr¨¢s hacia la cumbre del Brexit. La primera ronda de negociaci¨®n de los embajadores de los 27 en Bruselas, que ha contado con la presencia del negociador jefe del Brexit, Michel Barnier, ha reflejado este viernes las discrepancias entre los socios. La agenda de los pr¨®ximos d¨ªas, siempre pendiente de lo que ocurra en Londres, se anuncia intensa, con una reuni¨®n a nivel ministerial en Luxemburgo el pr¨®ximo martes y otra reuni¨®n de los embajadores prevista para ese mismo d¨ªa en Bruselas. Objetivo: allanar el camino para que la cumbre del mi¨¦rcoles en Bruselas, que arranca a las seis de la tarde, pueda resolver el peligroso dilema que afronta la UE.
Hacer tabla rasa
¡°Algunas delegaciones creen que la pr¨®rroga larga acelerar¨¢ la aprobaci¨®n del acuerdo en Londres y otras creen que rebajar¨¢ la presi¨®n sobre los diputados brit¨¢nicos¡±, se?alaron fuentes diplom¨¢ticas despu¨¦s de la primera ronda de consultas. Algunas delegaciones incluso consideran que la soluci¨®n ideal podr¨ªa ser un Brexit sin acuerdo para hacer tabla rasa e iniciar una nueva relaci¨®n con Londres desde cero.
El ala m¨¢s euroesc¨¦ptica del Parlamento brit¨¢nico, contraria a la pr¨®rroga y favorable al Brexit sin acuerdo, ha olido sangre y no duda en alentar el temor al posible sabotaje. ¡°Si una larga extensi¨®n [de la fecha de salida] nos deja atrapados en la UE, deberemos ponerles dif¨ªciles las cosas. Podr¨ªamos vetar cualquier incremento presupuestario, obstruir los intentos de crear un ej¨¦rcito europeo o bloquear los esquemas de integraci¨®n del se?or Macron¡±, ha amenazado el diputado conservador Jacob Rees-Mogg, l¨ªder del Grupo de Investigaciones Europeas en el que se congrega el ala dura de los tories.
La bravuconada de Rees-Mogg parece desproporcionada con la capacidad real del Reino Unido de paralizar el club. Pero refuerza al bando europeo partidario de un blindaje a prueba de las desagradables sorpresas para Europa con las que ¨²ltimamente se prodiga la clase pol¨ªtica britanica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.