Macron cancela un discurso de medidas contra el malestar social por el incendio en Notre Dame

El presidente Emmanuel Macron ten¨ªa previsto dirigirse esta noche a la naci¨®n para anunciar nuevas medidas en respuesta al malestar social que se ha expresado en la revuelta de los chalecos amarillos, pero ante la gravedad del incendio en la catedral de Notre Dame en Par¨ªs ha anulado el acto.

El presidente se desplaz¨® hasta Notre Dame de Par¨ªs, devorada por las llamas. En un mensaje en la red social Twitter mand¨® un mensaje a los ciudadanos: "Notre Dame de Par¨ªs es presa de las llamas. Dolor de toda una naci¨®n. Pensamiento para todos los cat¨®licos y para todos los franceses. Como todos nuestros compatriotas, estoy triste esta noche al ver quemarse esta parte de nosotros".

El discurso anulado, que estaba previsto para las 20.00, hora local, deb¨ªa ser algo m¨¢s que un cat¨¢logo de iniciativas y ten¨ªa que ofrecer una conclusi¨®n del gran debate que se ha desarrollado con miles de reuniones de ciudadanos por todo el pa¨ªs. Macron ten¨ªa previsto presentar un programa para los tres a?os restantes de la presidencia. Una manera de ensayar una reconciliaci¨®n con los franceses, a un mes y medio de las elecciones europeas, su primer examen en las urnas desde que lleg¨® al poder en 2017.

La duda es si las medidas de Macron, para cuya presentaci¨®n a¨²n no hay fecha tras el aplazamiento de este lunes, modificar¨¢n el rumbo del quinquenio presidencial o si mantendr¨¢n en lo esencial un programa de reformas ya en marcha. El presidente adopt¨® en 2017 la reforma laboral y en 2018 la de la SNCF, la compa?¨ªa p¨²blica de ferrocarriles. Quedan pendientes la de las pensiones, del seguro de paro y del sector p¨²blico.

En su ¨²ltima edici¨®n el dominical Journal du Dimanche especulaba sobre si los anuncios podr¨ªan compararse ¡ªno en su contenido, sino en el significado del cambio¡ª con el giro del socialista Fran?ois Mitterrand en 1983, cuando anunci¨® una pol¨ªtica de austeridad tras un inicio de mandato escorado a la izquierda. El discurso del presidente franc¨¦s, en horario de m¨¢xima audiencia, pretend¨ªa previsiblemente combinar una visi¨®n a largo plazo con medidas concretas y de efecto inmediato que permitieran entender que ha captado el mensaje de descontento y est¨¢ dispuesto a actuar.

En v¨ªsperas del discurso, rodeado de un gran secretismo, los medios de comunicaci¨®n franceses han filtrado algunas de las medidas posibles. Una de ellas ser¨ªa la rebaja del impuesto sobre la renta para las clases medidas, ya sugerida la semana pasada por el primer ministro, ?douard Philippe, y un adelanto de la bajada prevista del impuesto residencial. Tambi¨¦n podr¨ªa anunciar una rebaja del IVA para los productos de primera necesidad.

Otras medidas ser¨ªan garantizar que las madres solteras reciban efectivamente sus pensiones y aumentar las pensiones m¨¢s bajas de acuerdo con la inflaci¨®n. Est¨¢ por ver si el discurso del presidente incluir¨¢ iniciativas sobre la mejora de la democracia, como un recurso m¨¢s f¨¢cil a los referendos, sobre el reforzamiento de los servicios p¨²blicos en las zonas rurales, sobre los privilegios de expresidentes y ex primeros ministros, o sobre los altos funcionarios, que simbolizan para algunos la arrogancia de las ¨¦lites y su desconexi¨®n con los franceses de a pie.

Los chalecos amarillos irrumpieron el pasado noviembre con protestas semanales en las grandes ciudades ¡ªalgunas violentas¡ª y bloqueos de carreteras y rotondas en los extrarradios de la Francia de provincias. Al principio ped¨ªan la supresi¨®n del aumento de la tasa sobre el carburante, que perjudicaba a los franceses que necesitan el coche para desplazarse al trabajo en las regiones peor comunicadas. Pero la lista de reclamaciones de este movimiento sin l¨ªderes ni programa coherente era m¨¢s amplia, desde la mejora del poder adquisitivo hasta la dimisi¨®n de Macron, e incluso un cambio de sistema.

La primera reacci¨®n del presidente consisti¨® en destinar ayudas de 10.000 millones de euros para mejorar el poder adquisitivo de las clases medias empobrecidas y en convocar el llamado gran debate nacional. Se trataba de que los franceses pudieran exponer sus quejas y peticiones.

Entre mediados de enero y mediados de marzo se celebraron m¨¢s de 10.000 reuniones por todo el territorio, en las que participaron m¨¢s de un mill¨®n y medio de personas. El propio Macron estuvo presente en 15 de estas reuniones. As¨ª logr¨® recuperarse en los sondeos, pero no apagar definitivamente el movimiento de los chalecos amarillos que, aunque debilitado y minoritario, sigue manifest¨¢ndose cada s¨¢bado.

El primer ministro Phillipe present¨® la semana pasada los resultados del gran debate y esta es la base para las decisiones que esta noche anunciar¨¢ Macron. El final del gran debate, que coincide con la precampa?a europea, puede servirle para retomar la iniciativa. Que desaparezca el malaise, el perenne malestar franc¨¦s, ya es otra cosa.