Idioma, ej¨¦rcito y religi¨®n en la nacionalista Lviv
La regi¨®n del oeste de Ucrania se ha convertido en uno de los bastiones de Poroshenko
Casi cada semana, al salir de su trabajo en una mercer¨ªa en el centro de Lviv, Yulia acude al cementerio de Lychakiv. All¨ª, junto a una peque?a ermita de ladrillo, est¨¢n las tumbas de los soldados ucranios muertos en la guerra del Este. Decenas de l¨¢pidas en forma de cruz, algunas con las fotograf¨ªas de rostros muy j¨®venes. Casi todas con alg¨²n detalle de la bandera ucrania. El sobrino y ahijado de Yulia lucha en uno de los frentes, y a la mujer le reconforta encender alguna vela por sus compa?eros fallecidos. La guerra latente con los separatistas apoyados por Rusia en el Donb¨¢s ha causado ya m¨¢s de 13.000 muertos de ambos bandos, seg¨²n la ONU. Y el conflicto y la tensi¨®n con Mosc¨² lo sobrevuela todo en Lviv. ¡°Si el actor ese, Zelenskiy, gana las elecciones el domingo Rusia nos va a devorar¡±, afirma esta mercera, de 54 a?os.
El c¨®mico Volodymyr Zelenskiy no tiene muchos partidarios en Lviv, una ciudad de calles empedradas y edificios pintorescos en el oeste de Ucrania. Su regi¨®n es de las pocas en las que el actual presidente, Petro Poroshenko, gan¨® en primera ronda. Y holgadamente: con el 70% de los votos; frente al 16% que tuvo en todo el pa¨ªs. En esta ciudad de 720.000 habitantes ha calado a fondo el mensaje del oligarca, que se presenta como el ¨²nico adversario capaz de hacer frente al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin. Los ¨²ltimos sondeos, de este jueves, dan al actor un 57,9% en intenci¨®n de voto frente a un 21,7% a Poroshenko.
En el centro, justo enfrente de una de las tiendas que venden los famosos dulces y chocolates de las compa?¨ªas de Poroshenko, Rochen, hay un enorme cartel electoral que muestra al l¨ªder ucranio y al ruso, cara a cara; el coraz¨®n de la campa?a del actual presidente. Andrei Lorskin trabaja justo al lado, en un coworking con muebles de Ikea en el que varios j¨®venes teclean en sus port¨¢tiles. ¡°Necesitamos un l¨ªder verdadero y con experiencia. Poroshenko lo es¡±, insiste el joven rubio con barba hipster. Seg¨²n las encuestas, Zelenskiy tiene grandes apoyos entre los menores de 35 a?os, con los que ha conectado a trav¨¦s de sus intervenciones en las redes sociales y su lenguaje sencillo y televisivo. Pero a Lorskin, de 26 a?os, no le convence. Tampoco a sus compa?eros. ¡°Vivimos en un pa¨ªs en guerra, por el amor de Dios. Esto no es una pel¨ªcula¡±, lamenta Lorskin.
Como este joven, los ciudadanos de Lviv se muestran m¨¢s preocupados por la guerra en el Este que la media de los ucranios; y menos, por los impuestos y la inflaci¨®n, seg¨²n una encuesta de Socis. Pese a que geogr¨¢ficamente est¨¢ m¨¢s cerca de los pa¨ªses de la UE que de Kiev y tambi¨¦n de la zona del frente, que ha cumplido cinco a?os con riesgo de convertirse en un conflicto enquistado.
La grivna se derrumb¨® al principio de la crisis con Rusia, en 2014. Y desde entonces ha seguido cayendo. Hoy, la inflaci¨®n se nota en los bolsillos de los ciudadanos. Con un salario medio de 300 euros al mes, Ucrania es, tras Moldavia, el pa¨ªs m¨¢s pobre de Europa. Pero Lviv, con una industria de turismo floreciente y elegida por algunas compa?¨ªas de nuevas tecnolog¨ªas como sede, es una de las ciudades m¨¢s ricas del pa¨ªs.
En el hist¨®rico cementerio de Lychakiv hay tambi¨¦n un espacio especial dedicado a los muertos durante las protestas del Maid¨¢n. Considerada uno de los bastiones del nacionalismo ucranio, Lviv tambi¨¦n fue una de las grandes impulsoras de las movilizaciones europe¨ªstas y por la transparencia que derrocaron hace cinco a?os al presidente V¨ªktor Yanuk¨®vich, aliado del Kremlin. Un centenar de personas murieron en las protestas en la plaza central de Kiev. La mitad eran del oeste de Ucrania, una veintena, de la regi¨®n de Lviv.
Enfadados y desilusionados porque Poroshenko no ha logrado cumplir las esperanzas de aquella revoluci¨®n del Maid¨¢n de acabar con la corrupci¨®n lacerante, muchos ucranios que le votaron en 2014 le han retirado su apoyo. Pero en Lviv parece pesar m¨¢s su pol¨ªtica de construcci¨®n de la naci¨®n y la guerra ¡ªha aumentado a un 5% del PIB el gasto militar¡ª. En el oeste ha calado m¨¢s a fondo su pol¨ªtica de ¡°ucranizaci¨®n¡±, con su lema de Idioma, ej¨¦rcito y religi¨®n.
Pero cuatro de las cinco ciudades m¨¢s pobladas del pa¨ªs ¡ªKiev, Jarkiv, Odessa y Dnipro¡ª son de mayor¨ªa rus¨®fona y aunque algunos han considerado la potenciaci¨®n y prevalencia del ucranio como un paso muy necesario para la construcci¨®n y significaci¨®n del pa¨ªs, tambi¨¦n muchos se han sentido excluidos. Y algunas minor¨ªas, como la h¨²ngara y la rumana, por ejemplo, han denunciado discriminaci¨®n.
En Lviv llevaron la delantera con la potenciaci¨®n del idioma ucranio cuando en 2018, los concejales de la ciudad trataron de impulsar un decreto para que todos los productos culturales en ruso tuviesen que traducirse al ucranio, aunque la medida fue b¨¢sicamente simb¨®lica porque el consistorio no tiene el poder de transformarla en una ley. As¨ª que qued¨® en una ¡°recomendaci¨®n¡±. Poco despu¨¦s, el presidente Poroshenko promulg¨® un controvertido proyecto de ley que convirti¨® el ucranio en el idioma requerido para estudiar en las escuelas estatales a partir de quinto grado.
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