¡°Europa no necesita derivas nacionalistas, pero tampoco europe¨ªstas baratos¡±
Giuseppe Conte, primer ministro de Italia, repasa los puntos clave de su primer a?o de mandato, marcado por el desaf¨ªo a la Uni¨®n Europea y las tensiones internas del Ejecutivo
La sala del Consejo de Ministros del Palacio Chigi, una enorme estancia con techos de diez metros de altura y un busto de bronce de Marco Aurelio, fue el 20 de abril de 1770 el escenario de un sonado concierto de Mozart para la familia principesca. El mi¨¦rcoles, a las cuatro de la tarde, 250 a?os despu¨¦s, los ujieres de la sede de la presidencia del Gobierno toman caf¨¦ mientras comentan la ¨²ltima eliminatoria de Champions League. Una hora antes se ha dirimido aqu¨ª uno de los mayores pulsos entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, las dos fuerzas que forman el Gobierno de Italia desde hace un a?o. Una guerra que amenazaba, de nuevo, con hacer saltar por los aires el Ejecutivo. Nadie sab¨ªa antes de entrar qu¨¦ pod¨ªa suceder. Pero el primer ministro, Giuseppe Conte (Volturara Appula, 1964), impuso su criterio obligando a cesar de su cargo al secretario de Transportes, Armando Siri, hombre fuerte de la Liga envuelto en un caso de corrupci¨®n.
La resoluci¨®n no es menor. Es la primera vez en muchos meses que el Movimiento 5 Estrellas (M5S) somete a la Liga y pone en aprietos a Salvini, que ha perdido una pieza importante en la partida. Conte, un profesor de derecho convertido en primer ministro de consenso para velar por el contrato de Gobierno que firmaron con un 60% de apoyo electoral, es consciente de ello. En medio del ruido, ha empezado a emerger la figura de un equilibrista ajeno a la pol¨ªtica y a los c¨ªrculos de poder hasta hace un a?o. En un imponente sal¨®n dorado junto a su oficina, rodeado de pinturas renacentistas, atiende a EL PA?S en una larga y abierta conversaci¨®n que se vuelve algo acalorada cuando la sombra de Matteo Salvini empieza a planear m¨¢s de la cuenta en las preguntas.
Pregunta. Presidente, ?el Consejo de Ministros de esta ma?ana ha sido el m¨¢s importante que ha presidido?
Respuesta. No ha sido banal y hemos demostrado un sentido de responsabilidad afrontando los problemas en toda su amplitud. Es una decisi¨®n sufrida, especialmente para la Liga: hemos aprobado mi propuesta de cese de un miembro del Gobierno. No hay todav¨ªa una sentencia que diga que es responsable, pero hemos sido muy cautos. Un Gobierno, la pol¨ªtica con la ¡°p¡± may¨²scula, debe asumir esa responsabilidad, como he hecho yo, y proteger al Ejecutivo de las consecuencias negativas de una acusaci¨®n de corrupci¨®n que es grave porque se hizo durante la actividad de Gobierno.
Hasta las elecciones europeas puede haber tensi¨®n en el Gobierno
P. Entonces, ?si ma?ana la imputaci¨®n la recibiese Salvini tambi¨¦n le obligar¨ªa a dimitir?
R. He invitado a todos a considerar que este m¨¦todo y esta modalidad de afrontar un problema de este tipo se use tambi¨¦n en el futuro, aunque espero que no sea necesario.
P. La decisi¨®n, un pulso que ha ganado a Salvini, ?refuerza su cuestionada autoridad?
R. Nunca lo he puesto en este plano. Siempre he sido consciente de mis funciones como presidente del Consejo. S¨¦ cu¨¢l es mi papel y mi responsabilidad. El caso se ha presentado hoy, pero si hubiera sucedido ocho meses antes hubiera hecho lo mismo. Sois los periodistas los que me descubr¨ªs hoy. Yo siempre he ejercido plenamente mis funciones.
P. Las ¨²ltimas horas han sido las m¨¢s tensas de la legislatura: insultos, amenazas de ruptura¡ ?No piensa que esta situaci¨®n l¨ªmite a la que llega a menudo este Gobierno da?a a Italia?
R. Debe tener en cuenta que en los ¨²ltimos meses hemos estado siempre en campa?a electoral. Y ahora, camino a las Europeas, es evidente que dos fuerzas pol¨ªticas que no se presentan en coalici¨®n y son competencia, pueden tener momentos de tensi¨®n. Pueden vivir una dial¨¦ctica para resaltar un espacio pol¨ªtico propio que aporte mayor consenso entre sus electores. Y pasar¨¢ hasta el 26 de mayo, hay que asumirlo. Cada fuerza intentar¨¢ hacer crecer el consenso y para ello se entra en pol¨¦mica. A partir del 26 de mayo, el clima cambiar¨¢ y podremos concentrarnos en las actividades de gobierno.
P. ?Hasta ahora no lo hab¨ªan hecho?
R. S¨ª, y me permitir¨¢ subrayar que hemos sacado adelante reformas significativas: desbloqueo de las obras p¨²blicas y las inversiones, el Decreto de Crecimiento para peque?as y medianas empresas¡ Pero esas medidas quedan ensombrecidas por el debate pol¨ªtico.
P. ?Puede ser culpa de los propios vicepresidentes, que son quienes lo agitan?
R. Es culpa de todos. De quienes est¨¢n en competici¨®n electoral, pero tambi¨¦n de los ¨®rganos de informaci¨®n, que solo est¨¢n interesados durante este periodo en frases de los l¨ªderes pol¨ªticos en campa?a.
P. ?Por qu¨¦ a veces tenemos la sensaci¨®n de que quien manda en el Gobierno es Salvini?
R. Me lo deber¨ªa decir usted. Salvini es el l¨ªder de la Liga y de una de las fuerzas de este Gobierno. Un importante ministro y vicepresidente con quien he mantenido muchos debates y encuentros en los Consejos de Ministros, donde tambi¨¦n participa Di Maio. Es un compa?ero de viaje con quien confronto ideas muy serenamente. Si desde fuera o en el extranjero os llama m¨¢s la atenci¨®n el papel o la imagen de Salvini, que tiene una gran capacidad comunicativa, y cre¨¦is que en el Gobierno manda ¨¦l, es una ilusi¨®n ¨®ptica vuestra. Al frente de este Gobierno estoy yo y Salvini, como Di Maio, son vicepresidentes y l¨ªderes de las dos fuerzas que lo forman.
Si desde fuera parece que manda Salvini, es una ilusi¨®n ¨®ptica.? Al frente del Gobierno estoy yo
P. Ustedes se han peleado por todo: Flat tax, inmigraci¨®n, renta ciudadana¡ ?De verdad piensa que es sostenible el Gobierno toda la legislatura?
R. Debe distinguir el plano de la comunicaci¨®n y las pol¨¦micas que forman parte del juego y se enfatizan en los peri¨®dicos de las decisiones pol¨ªticas y las decisiones de Gobierno. Adem¨¢s, no es verdad que nos peleemos por Flat tax o la renta ciudadana. Mi plan es realizar esa medida en el mejor de los modos. Hay dial¨¦cticas pol¨ªticas, cierto. Pero suceden en otro plano.
P. ?Y Sobre la inmigraci¨®n?
R. Lo mismo. Los peri¨®dicos aman sintetizar algunos esl¨®ganes. El de ¡°puertos abiertos o cerrados¡±, por ejemplo. Pero nuestra pol¨ªtica es mucho m¨¢s articulada. Yo he viajado much¨ªsimo a ?frica: Sahel, T¨²nez, Libia, Argelia o Egipto para realizar nuestra pol¨ªtica sobre inmigraci¨®n, que implica a pa¨ªses de origen y de tr¨¢nsito. Si luego os quer¨¦is quedar en lo de ¡°puerto abierto¡± o ¡°cerrado¡±, es un peque?o punto de un fen¨®meno m¨¢s complejo que tiene que ver con la acogida y la integraci¨®n, tambi¨¦n con las deportaciones. Lo he afrontado desde el primer d¨ªa en Europa.
P. Es un problema, como usted dice, muy complejo. Pero el primero que lo reduce a una simplificaci¨®n publicitaria es su ministro del Interior.
R. ?l es un gran comunicador cuando habla a su electorado. Pero los periodistas ten¨¦is que esforzaros por restituir la complejidad de los problemas. Si acept¨¢is lo de puertos cerrados o abiertos, se reduce a una cuesti¨®n de habilidad comunicativa.
P. Ya, pero los puertos por ahora est¨¢n cerrados.
R. ?Cerrados qu¨¦ significa? Usted mire cu¨¢ntos migrantes han llegado desde que estamos en el Gobierno. ?Por qu¨¦ dice eso? Hemos acogido migrantes y hemos cambiado a una pol¨ªtica de mayor rigor. Si le interesa este tema, afront¨¦moslo.
P. Claro, adelante.
Nuestra pol¨ªtica migratoria es m¨¢s articulada que lo de ¡®puertos cerrados o puertos abiertos¡¯
R. El problema no son los desembarcos, sino la regulaci¨®n y la gesti¨®n de los flujos migratorios. Si luego llegamos a los desembarcos le confirmo que, como primer ministro, he avalado una posici¨®n de mayor rigor respecto a lo que se hizo en el pasado. Italia no hizo nada para prevenirlos, y llegaron cientos de miles de inmigrantes que no han sido acogidos de forma digna. Me refiero a la dignidad que debe reconocerse a todo ser humano. Yo he contribuido a un mayor rigor para dar integraci¨®n.
P. Usted es partidario de las cuotas de reparto, pero Salvini, que gestiona el ministerio del ramo, no. ?C¨®mo se entiende?
R. Yo me he peleado para que si desembarcan en Espa?a, Italia o Malta lo hagan en Europa. Y ese es un principio del que estoy orgulloso y al que contribu¨ª. A veces solo invocamos a Europa cuando conviene. El mecanismo redistributivo que tendr¨ªa que implicar a todos no se ha aplicado.
P. IPero usted tiene un acercamiento distinto al de su ministro del Interior, que prefiere cerrar las fronteras y fotografiarse con Viktor Orb¨¢n en los confines de Serbia y Hungr¨ªa.
R. Hay que distinguir: la pol¨ªtica del Gobierno sobre los desembarcos es una pol¨ªtica que busca desincentivar las salidas en origen. Eso significa decirles que no conf¨ªen en los traficantes, que es in¨²til correr ese peligro porque no pueden tener la ilusi¨®n de llegar de ese modo a Italia. Cuando se produce una acogida indiscriminada sin una pol¨ªtica que sepa organizar los flujos, llega la reacci¨®n de intolerancia. Y en Italia hoy hay mucha intolerancia por lo que se hizo mal en el pasado.
P. La intolerancia, muchas veces, la alienta los esl¨®ganes que lanza su ministro del Interior. Pero¡
R. Mi comunicaci¨®n es distinta, as¨ª que preg¨²nteme a m¨ª por mi comunicaci¨®n. Cuando hable con Salvini preg¨²ntele a ¨¦l por la suya.
En Italia hoy [en temas migratorios] hay mucha intolerancia por lo que se hizo en el pasado
P. ?Usted piensa que Libia es hoy un puerto seguro?
R. Estamos en medio de una escalada militar, ?c¨®mo podr¨ªa pensarlo? ?Usted quiere crear pol¨¦mica entre Salvini y yo o interesarse por los problemas? Cae en los mismos errores que el resto de periodistas, que despu¨¦s dicen que nos peleamos. Pi¨¦nselo, es un mecanismo perverso. Sus preguntas son todas sobre Salvini. Usted quiere satisfacer su curiosidad sobre una posible pelea pol¨ªtica entre Salvini y yo.
P. El objetivo es entender su pol¨ªtica migratoria.
R. Entonces hablemos de contenidos. Me pregunta si Libia es un puerto seguro. Y en un escenario libio donde hay una guerra en curso, ?c¨®mo puede ser un puerto seguro?
P. Desde luego. Pero tampoco lo era hace tres meses cuando trataban de devolver ah¨ª los barcos con migrantes.
R. Yo le he contestado. Cuando vaya a ver a Salvini preg¨²ntele por qu¨¦ hace dos meses declar¨® eso. Pero preg¨²nteselo a ¨¦l.
P. Se lo pregunto a usted para conocer la opini¨®n del primer ministro de Italia sobre el tema.
R. Pregunte lo que quiera, pero yo le desvelo su mecanismo. ?La entrevista quiere hac¨¦rmela a m¨ª o a Salvini y no se la ha concedido? D¨ªgamelo, no me ofender¨¦. [se r¨ªe]
P. Mejor a un primer ministro que a un ministro del Interior, ?no cree? Pero habl¨¢bamos de Libia, donde Italia hizo una apuesta pol¨ªtica por el primer ministro Al Serraj. Hoy EE UU o Francia apoyan al general Haftar.
R. Italia no apuesta nunca, y menos sobre la vida de los libios. Es una prospectiva errada.
P. Era una met¨¢fora, disculpe.
R. S¨ª, pero equivocada. Recuerde que Serraj es Presidente del Consejo Presidencial de un Gobierno reconocido por la ONU. No es que Italia eligiese a Serraj, pero ahora hay un discurso distinto. Haftar ha optado por una acci¨®n militar y muchos actores internacionales lo apoyan abiertamente, sostienen que puede dar una soluci¨®n. Nosotros hablamos con todos los que pueden estabilizar Libia. No elegimos a uno o financiamos al otro. Intentamos hacerles entender que la opci¨®n militar no es una soluci¨®n. Buscaremos una opci¨®n pol¨ªtica sin primar a un interlocutor sobre otro. La semana que viene ver¨¦ a Haftar, vendr¨¢ aqu¨ª. Est¨¢ llevando a cabo una acci¨®n militar que, en mi opini¨®n, no conduce a nada.
P. ?Conoc¨ªa con antelaci¨®n la decisi¨®n que iba a tomar EE UU?
R. Estamos en contacto permanente y directo. Pero cuando estuve en Pek¨ªn hace dos semanas vi a Al-Sisi, Putin¡ Y a todos intento convencerles de que la acci¨®n militar no estabilizar¨¢ Libia.
P. Italia acaba de salir de la recesi¨®n t¨¦cnica, pero sigue a la cola en crecimiento en la zona euro. ?Cu¨¢ndo cree que surtir¨¢n efecto las medidas de este Gobierno?
?Candidato? Mi experiencia pol¨ªtica termina con esta legislatura
R. En el segundo trimestre de este a?o.
P. La previsi¨®n de la UE no es tan optimista.
R. Yo la defino como no generosa. Si la tomo literalmente, teniendo en cuenta el 0,1% del primer trimestre, querr¨ªa decir que no creceremos nada. Significar¨ªa que todas las medidas contenidas en los presupuestos, los decretos de inversi¨®n¡ no producir¨¢n ning¨²n impacto.
Nuestra econom¨ªa se resiente mucho con la guerra comercial entre China y EEUU
P. Tambi¨¦n dice que el d¨¦ficit subir¨¢ hasta el 3,5%, que la deuda aumentar¨¢ a m¨¢s del 135%...
R. Lo dicen en relaci¨®n con las cl¨¢usulas del IVA. Pero bloquearemos esa subida con la lucha a la evasi¨®n, el control del gasto p¨²blico y la reformulaci¨®n del sistema de los incentivos fiscales.
P. Son 23.000 millones de euros¡
R. S¨ª, absolutamente.
P. ?C¨®mo afectar¨¢ a Italia la guerra de aranceles que mantiene EE UU?
R. Nuestra econom¨ªa se resiente mucho. Alemania y nosotros estamos muy expuestos, sobre todo el sector de la automoci¨®n. Lo ideal ser¨ªa poner fin a esta guerra entre EE UU y China. Las declaraciones de EE UU no invitan al optimismo, pero por experiencia en negociaciones creo que ser¨ªa importante llegar a una soluci¨®n. Son medidas que da?an a los que nos encontramos en medio.
P. ?Tendr¨¢ impacto en los planes del Gobierno?
R. Estamos adoptando varias cautelas. Por ejemplo, el incremento de las relaciones comerciales cono China para mejorar nuestra exportaci¨®n. De ah¨ª nuestra adhesi¨®n a la Ruta de la Seda para tener mejores condiciones de acceso al mercado chino.
P. Han sido muy criticados por sus socios por haberlo hecho de forma unilateral y ser los ¨²nicos del G7.
R. ?Por qui¨¦n? D¨ªgame¡ ?Por Macron? Dir¨ªa que eso es solo un pa¨ªs. Se lo dije a ¨¦l tambi¨¦n. Italia act¨²a de forma transparente y contribuye a Europa con este acuerdo. Gracias a nosotros, China ha aceptado suscribir la agenda de 2030, los principios de reciprocidad, de transparencia, de sostenibilidad financiera¡ E Italia no ha sido el primer pa¨ªs, somos el 14? que ha suscrito un memorando, pero obteniendo resultado. Quien nos critica lo hace infundadamente.
P. Francia firm¨® un acuerdo bilateral que le reportar¨¢ unos 43.000 millones.
R. Cuando Italia persigue en pol¨ªtica exterior un objetivo, lo hace de forma transparente y cre¨ªble. Nosotros hemos preferido hacerlo suscribiendo un memorando que garantice una paridad de condiciones. Que otros respondan de lo que hacen, pero que no critiquen.
P. Cuando Italia emprendi¨® su pulso con la UE, confi¨® parte de sus reformas a un hipot¨¦tico cambio de equilibrios en la Comisi¨®n que permita modificar los par¨¢metros actuales. ?Cree que les favorecer¨¢n los cambios tras el 26 de mayo?
R. Francamente, no puedo hacer una valoraci¨®n sobre c¨®mo se definir¨¢n los equilibrios todav¨ªa. Pero espero que todas las fuerzas ofrezcan una contribuci¨®n a una Europa m¨¢s solidaria e igualitaria. Europa no necesita ahora derivas nacionalistas antieuropeas, pero tampoco europe¨ªstas baratos. Necesita contribuciones cr¨ªticas.
P. Me dir¨¢ otra vez que se lo pregunte a Salvini, pero es que su vice primer ministro es el m¨¢ximo representante de ese nacionalismo ahora mismo.
R. Pero Salvini no es antieuropeo.
P. Hace un a?o lo era.
R. Yo hablo de ahora. Este Gobierno que est¨¢ en Europa da una contribuci¨®n cr¨ªtica para conseguir que sea m¨¢s fuerte. La contribuci¨®n mejor, insisto, la aporta quien es cr¨ªtico. Si hay problemas, hay que afrontarlos.
P. La relaci¨®n con Espa?a nunca ha sido buena, pese a que podr¨ªa ser un gran aliado. Y dir¨ªamos que es especialmente mala el ¨²ltimo a?o. Pedro S¨¢nchez incluso lo critic¨® en su autobiograf¨ªa. ?Cu¨¢l es el problema?
R. Preg¨²nteselo a su primer ministro m¨¢s que a m¨ª. Si Espa?a ha cultivado otras alianzas no s¨¦ por qu¨¦ ser¨¢. Pero es una pena que los pa¨ªses del sur no puedan expresar en la UE una estrategia com¨²n. Nos debilita. Los pa¨ªses del este se agrupan, los del norte tambi¨¦n¡ En cambio, los del sur no nos unimos.
P. Espa?a ha aprovechado el espacio abandonado por Italia para acercarse a sus aliados tradicionales como Francia o Alemania. ?Teme que eso pueda afectar al reparto de cargos tras el 26 de mayo?
R. Italia se sabe mover, no tengo ning¨²n miedo.
P. ?C¨®mo ve la llegada al poder de S¨¢nchez?
R. Le deseo que pueda formar un Gobierno s¨®lido y estable pronto. Los desaf¨ªos son altos, y con un Gobierno estable en una naci¨®n importante como Espa?a podemos esperar una mayor contribuci¨®n cr¨ªtica a la mejora de la casa com¨²n.
P. Usted tiene una gran valoraci¨®n de los ciudadanos italianos¡
R. ?Y c¨®mo se lo explica usted que habla siempre de Salvini?
P. Puede que los italianos empiecen a estar hartos de la tensi¨®n.
R. ?Y yo les doy tila? No creo¡ [Se r¨ªe]
P. Con esa gran aceptaci¨®n y teniendo en cuenta que Luigi Di Maio no podr¨ªa volver a presentarse, ?aceptar¨ªa ser usted candidato si hubiera que votar?
R. Esta experiencia me honra. Defender a un pueblo entero y liderar un proyecto reformador es fascinante. Dar¨¦ hasta la ¨²ltima gota de energ¨ªa que poseo. Pero tiene un inicio y un final, que es el final de la legislatura.
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