Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner vuelve a la pelea

Como la grada del estadio de Anfield o la multitud en un concierto de los Stones, la Feria del Libro de Buenos Aires estall¨® en fervor. Cristina ha vuelto. La ex presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, present¨® su libro de memorias, Sinceramente. Y el entusiasmo del p¨²blico explic¨® por qu¨¦ se han vendido m¨¢s de 250.000 ejemplares en poco m¨¢s de una semana. No fue un acto electoral, ni se anunci¨® ninguna candidatura, pero da igual. Caben pocas dudas tras un mitin pol¨ªtico de esa magnitud. Aunque siga reservando sus cartas, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner estar¨¢ en la carrera hacia la presidencia. Propone ya una primera idea: un ¡°contrato social¡± para el crecimiento econ¨®mico.

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Cristina, o ese fuego que no se apaga

Mil personas, invitadas por la autora o por la editorial, cupieron en la Sala Jorge Luis Borges. En primera fila, el premio Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel, la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, antiguos ministros peronistas, actores e intelectuales cercanos al kirchnerismo. Muchos miles se agolparon fuera, bajo la lluvia. En el exterior empezaban los c¨¢nticos y continuaban en el interior, donde se contagiaba el entusiasmo. El ambiente llevaba horas calent¨¢ndose, y en los momentos de lluvia m¨¢s torrencial, antes de la presentaci¨®n, muchos se refugiaron bajo la tribuna del campo de ganado (en La Rural, adem¨¢s de la feria del libro, se celebra la feria agraria) para cantar la marcha peronista. Cuando Kirchner lleg¨® al recinto, blindado por cuatro cinturones de seguridad, reson¨® el grito colectivo de ¡°Cristina, presidenta¡±. Y por fin dej¨® de llover.

La ex presidenta, flanqueada por Mar¨ªa Teresa Carbano, de Fundaci¨®n El Libro, y por Juan Boido, director de la editorial Sudamericana-Random House, empez¨® hablando de su obra. Que ten¨ªa que haberse llamado N¨¦stor y yo, pero se qued¨® en Sinceramente, la coletilla que utiliza en casi cada frase. Que fue creciendo, m¨¢s all¨¢ del prop¨®sito de la autora (ayudada en la redacci¨®n por una periodista, cosa que no se dijo). Que rebosaba honestidad y aspiraba solamente a ¡°contribuir al debate¡±. Pero las divagaciones de la autora de ¨¦xito duraron muy poco. Kirchner dijo que la crisis argentina era grav¨ªsima, que los argentinos eran ¡°muy complejos¡±, y arranc¨® con la pol¨ªtica. ¡°Me llaman populista, nos llamaban choripaneros [por el reparto entre sus seguidores de chorizo con pan durante los actos]", dijo, recordando el mandato de su difunto marido y los suyos, ¡°pero generamos millones de puestos de trabajo¡±.

Tras una referencia sentimental a ¡°la gente humilde y trabajadora¡± que no suscribe a ninguna ideolog¨ªa, proclam¨® que el pa¨ªs se encontraba ¡°en un momento muy especial de su historia¡±. ¡°Podemos construir algo diferente a todo¡±, ¡°necesitamos un contrato social entre todos, con metas concretas y verificables¡±, porque ¡°para conseguir crecimiento hace falta un mercado interno fuerte¡±. Kirchner lleg¨® a proponer como modelo a Donald Trump, por sus medidas proteccionistas para generar empleo industrial, y lament¨® que el presidente Mauricio Macri, al que no cit¨®, no ¡°imitara lo que hacen all¨¢¡±. Su contrato social deber¨ªa llamarse, para m¨¢s precisi¨®n, Contrato Social de la Ciudadan¨ªa Responsable.

Hubo evocaciones a Juan Domingo Per¨®n, a los buenos empresarios de otra ¨¦poca, a los deficientes empresarios de hoy y a su experiencia pr¨¢ctica como gobernante. Solo faltaba la frase ¡°presento mi candidatura a la presidencia de la Rep¨²blica Argentina¡±. Esa frase no fue pronunciada en el estrado. El p¨²blico, interno y externo, entendi¨® sin embargo el mensaje: Cristina vuelve. Y grit¨® como si la candidatura hubiera sido anunciada. ¡°Vamos a volver, vamos a volver¡±, clamaban dentro del pabell¨®n de la Feria donde se hizo en la presentaci¨®n, y fuera, donde se reuni¨® una multitud para aclamarla.

Kirchner coment¨® entonces que se encontraban en la sala Jorge Luis Borges y record¨® la palabra con que el escritor hab¨ªa definido a los peronistas: ¡°Somos incorregibles¡±, dijo, con una gran sonrisa. Acab¨® en un registro emotivo. Dijo que hab¨ªa decidido presentar el libro el 9 de mayo porque un 9 de mayo de 44 a?os atr¨¢s, en el registro de La Plata, contrajo matrimonio con N¨¦stor Kirchner. Las c¨¢maras que retransmit¨ªan el acto por televisi¨®n (todas las cadenas de noticias lo ofrecieron en directo) encontraron entre el p¨²blico muchos ojos con l¨¢grimas.

Al terminar, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner se asom¨® fuera de la sala, con capacidad para 1.000 personas, y, por encima del muro de madera que imped¨ªa a los del exterior el acceso al interior, salud¨® a la multitud. De nuevo estall¨® el entusiasmo. Se cant¨® la marcha peronista y "sinceramente le copamos [ocupamos] la Rural"; en referencia al origen aristocr¨¢tico del predio que representa a los grandes terratenientes. La ex presidenta, a¨²n no candidata, encabeza los sondeos. Si le quedaba alguna duda sobre la emoci¨®n que genera entre los suyos, qued¨® disipada en La Rural, donde se celebra la Feria del Libro.

¡®Sinceramente¡¯: los entretelones del poder kirchnerista

Mar Centenera

A lo largo de las 594 p¨¢ginas de Sinceramente se escucha a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner hablar. Con un registro oral y coloquial, que recuerda al de sus frecuentes cadenas nacionales, la ex presidenta arremete con dureza contra su sucesor, Mauricio Macri, mientras niega todas las acusaciones de corrupci¨®n contra ella y sus hijos y repasa con an¨¦cdotas algunas de las medidas m¨¢s recordadas del kirchnerismo: la estatizaci¨®n de la seguridad social y de YPF, el pago de la deuda al FMI y las leyes de matrimonio igualitario y de identidad de g¨¦nero, entre otras.

"Si alguien me pidiera que definiera a Mauricio Macri en una sola palabra, la ¨²nica que se me ocurrir¨ªa es: caos. S¨ª¡­ Mauricio Macri es el caos y por eso creo firmemente que hay que volver a ordenar la Argentina", escribe Fern¨¢ndez de Kirchner. Muchos han le¨ªdo estas palabras como un nuevo indicio de su candidatura presidencial para las elecciones del pr¨®ximo octubre, pero?por ahora a¨²n no la ha hecho p¨²blica.

El libro es un testimonio significativo de una l¨ªder pol¨ªtica reacia a dar entrevistas. Entre los pocos errores que reconoce est¨¢ la resoluci¨®n 125, que atribuye a su entonces ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Lousteau, hoy aliado a Macri. La medida aumentaba las retenciones a la soja y provoc¨® un grave enfrentamiento con el campo. "Los cuatro meses del conflicto fueron fatales, absolutamente destituyentes", admite la autora.

En Sinceramente?aparece un discurso ya conocido y reiterativo, pero lo m¨¢s interesante son los detalles de di¨¢logos con su esposo, el ya? fallecido N¨¦stor Kirchner, y otros pol¨ªticos que permiten al lector asomarse a los entretelones del poder.

Su mirada sobre Macri es implacable tras cada encuentro, mientras que la de Jorge Bergoglio est¨¢ suavizada tras el acercamiento que hubo entre ellos cuando el cardenal se convirti¨® en el papa Francisco. "En el primer almuerzo, recuerdo que conversamos sobre N¨¦stor y yo le dije: 'Sabe qu¨¦ creo que pas¨® entre ustedes, Jorge¡­ -porque le digo Jorge cuando hablamos y no su santidad y ¨¦l, obviamente, me dice Cristina-. En el fondo creo que la Argentina era un lugar demasiado chico para ustedes dos juntos'. Los hombres tienen un concepto del ejercicio de la jefatura totalmente diferente a nosotras, las mujeres. Yo no tengo ning¨²n problema con que el otro parezca tener m¨¢s o menos poder que yo, si hace lo que quiero. ?Cu¨¢l es el problema?", dice Fern¨¢ndez de Kirchner.

En tono de campa?a, la actual senadora no deja de comparar su gobierno con el actual y defiende medidas pol¨¦micas como el cepo cambiario que impidi¨® la compra libre de d¨®lares, la moneda de ahorro los argentinos. "Ahora en el gobierno de Macri, ?cu¨¢ntos argentinos y argentinas pueden ahorrar d¨®lares?", lanza la ex presidenta.

El libro sali¨® a la venta hace 15 d¨ªas y se ha convertido en el mayor ¨¦xito editorial de Argentina en los ¨²ltimos a?os, con m¨¢s de 250.000 ejemplares en circulaci¨®n.