Llega el pastel, cuidado con los cuchillos: la batalla para el pr¨®ximo presupuesto europeo
La negociaci¨®n del nuevo marco financiero ser¨¢ uno de los pulsos clave de la nueva legislatura comunitaria
Las elecciones europeas de finales de mayo inaugurar¨¢n una nueva etapa marcada por m¨²ltiples frentes de batalla en la UE. Tras el pulso por la distribuci¨®n de los cargos, uno de los m¨¢s relevantes ser¨¢ la negociaci¨®n para perfilar el presupuesto comunitario en el septenio 2021-2027. Los protagonistas ya est¨¢n afilando los cuchillos. Todav¨ªa no se ve sangre, pero las chispas de las hojas met¨¢licas que se preparan iluminan una noche europea que puede ser muy oscura.
Esta semana un grupo de ocho pa¨ªses ¡ªentre ellos Francia y Espa?a¡ª ha pedido a la UE que d¨¦ un enorme salto adelante en la lucha al cambio clim¨¢tico y que dedique a ello el 25% del pr¨®ximo presupuesto. La propuesta encuentra fuertes reticencias y representar¨ªa un cambio radical con respecto a la actual configuraci¨®n del gasto. Es solo un ejemplo de los proleg¨®menos de una negociaci¨®n en la que se sobreponen el conflicto de los intereses nacionales por un lado y el ideol¨®gico por otro.
El presupuesto de la UE equivale aproximadamente al 1% del PIB del club comunitario. En 2017 el gasto ascendi¨® a unos 137.000 millones de euros, una cifra inferior a los presupuestos nacionales de Austria o B¨¦lgica, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea.
En un proceso de simplificaci¨®n conceptual, puede designarse el monto total del presupuesto como primer orden de batalla. El Parlamento Europeo ser¨¢ previsiblemente la instituci¨®n que m¨¢s tire hacia arriba, con la Comisi¨®n tambi¨¦n soplando a favor aunque de forma m¨¢s moderada. Los Gobiernos nacionales, en general, pondr¨¢n el freno, con la Liga Hanse¨¢tica capitaneada por los holandeses encabezando un fuerte impulso a la baja.
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El segundo orden conceptual es la definici¨®n de quienes ¡ªy cu¨¢nto¡ª ser¨¢n contribuyentes netos, es decir los pa¨ªses que recibir¨¢n del presupuesto com¨²n menos de lo que ponen. En el a?o presupuestario 2017, 11 de los 28 fueron contribuyentes netos, con Alemania a la cabeza y todo el grupo de los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros, entre ellos Francia, Reino Unido e Italia. Ese a?o Espa?a todav¨ªa fue beneficiaria, aunque se encamina hacia el grupo con saldo pasivo. La salida de los brit¨¢nicos ¡ªcontribuyentes netos pese al c¨¦lebre cheque anual que negoci¨® Thatcher y sigue subsistiendo¡ª agriar¨¢ esa disputa.
El tercer orden de pugna es el de las partidas de gasto. Actualmente un 39% va a fondos agr¨ªcolas (en gran medida los famosos pagos directos a los agricultores); un 34% a cohesi¨®n social y territorial (en buena medidas el apoyo a la convergencia regional); un 13% al impulso a la competitividad para crecimiento y empleo (apoyo a innovaci¨®n, educaci¨®n, infraestructuras); un 6% a la acci¨®n exterior.
Este reparto se antoja de forma bastante evidente como desfasado con respecto a las exigencias de nuestro tiempo. En su propuesta para el pr¨®ximo septenio, que representa el pistoletazo de salida de la negociaci¨®n presupuestaria, la Comisi¨®n Europea aboga por una consistente reorganizaci¨®n: notable aumento de las partidas de innovaci¨®n, migraci¨®n, defensa, luchas al cambio clim¨¢tico; declive de los fondos agr¨ªcolas y de cohesi¨®n regional.
Sobre estas premisas, la lucha entre Gobiernos podr¨¢ tener rasgos brutales. Subyace debajo de todo esto la tentaci¨®n de un reajuste de cuentas que reduzca los grandes m¨¢rgenes positivos de pa¨ªses del Este cuyos Ejecutivos lanzan ¨¢cidas cr¨ªticas al proyecto comunitario o traicionan sus valores. Es una paradoja que en pa¨ªses financieramente tan beneficiados por la UE haya incubado una eurofobia tan virulenta. Algunos plantean una vinculaci¨®n entre pleno respeto de los valores comunitario y desembolsos. Pero esto desencadena un dilema moral: ?deben pagar todos los ciudadanos por la actitud autoritaria de sus gobernantes? ?Y no acabar¨ªa esto adem¨¢s por fomentar m¨¢s a¨²n sentimientos antieuropeos?
Otro plano con graves riesgos de roce es la conformaci¨®n de un presupuesto de la zona euro, fuertemente impulsado por Francia, visto con recelo por Alemania y casi con abierta hostilidad por los Hanse¨¢ticos. Un aut¨¦ntico sudoku dentro del sudoku general.
Como es l¨®gico, los cuchillos se van afilando. Convendr¨ªa tener sumo cuidado en el manejo. Heridas y cortes en el lugar equivocado pueden acarrear graves da?os. Con una sola ala dif¨ªcilmente se vuela. Por otra parte, la magnanimidad suele pagar dividendos y perdonar es un verbo alado. La UE ¡ªla paz y prosperidad que ha generado¡ª es la viva imagen de ello.
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