Los argelinos temen que las nuevas purgas del r¨¦gimen deriven en dictadura militar
La sociedad civil acusa al hombre fuerte del pa¨ªs, el general Ahmed Gaid Salah, de traicionar la voluntad democr¨¢tica del pueblo y usar la justicia para saldar cuentas personales
Ahora que nadie puede esconderse detr¨¢s de la silla de ruedas del expresidente Abdelaziz Buteflika el poder militar, que siempre gobern¨® Argelia entre bambalinas, es interpelado directamente por el pueblo. El jefe del Ej¨¦rcito, el general Ahmed Gaid Salah, de 79 a?os, es ya el blanco indiscutido de las principales cr¨ªticas de la sociedad civil. Le acusan de traicionar la voluntad democr¨¢tica del pueblo y de utilizar la justicia militar como un arma para ajustar cuentas personales contra clanes rivales de poder.
Las manifestaciones de los dos ¨²ltimos viernes han conseguido un gran ¨¦xito de convocatoria en las principales ciudades del pa¨ªs, a pesar de que ambas se han celebrado en pleno mes de ramad¨¢n. En las dos protestas, Gaid Salah ha sido el blanco principal de los c¨¢nticos y las pancartas. "Gaid m¨¢rchate", "Argelia no es un cuartel", "No confundas tu persona con el Ej¨¦rcito", pod¨ªa leerse.
Desde que comenzaron las protestas, el 22 de febrero, Ahmed Gaid Sala se ha revelado como un orador implacable. All¨¢ donde puso su verbo lleg¨® despu¨¦s un tribunal militar y puso la c¨¢rcel. El general prometi¨® en un discurso que la justicia actuar¨ªa ¡°en total libertad¡±, ¡°sin presiones ni ¨®rdenes¡±, contra ¡°toda la banda implicada en los casos de desv¨ªo de fondos p¨²blicos y abuso de poder¡±. Desde entonces han ingresado en la c¨¢rcel Said Buteflika, el hermano m¨¢s poderoso del anterior presidente, el general en la reserva Mohamed Mediene, alias Tufik, jefe de los servicios secretos durante un cuarto de siglo (1990-2015) y su sustituto, el general Atm¨¢n Tartag, alias Bachir. Tambi¨¦n contin¨²an en prisi¨®n los cuatro hermanos empresarios Kuninef, ligados a Said Buteflika, el constructor Ali Haddad, amigo del expresidente, y el empresario Issad Rebrab, bien visto desde ciertos sectores de la oposici¨®n.
El jueves 9 de mayo se produjo un nuevo punto de inflexi¨®n cuando el tribunal militar de la ciudad de Blida encarcel¨® a la secretaria general del opositor Partido de los Trabajadores (PT), Louise Han¨²n. Esta opositora se opuso al quinto mandato de Buteflika, aunque apoy¨® el tercero y el cuarto, por lo que no goza de mucho respaldo en la sociedad civil. Se trata de la primera dirigente pol¨ªtica encarcelada desde la d¨¦cada de los noventa. Y el domingo 12 de mayo fue encarcelado el general en la reserva Hoc¨ªn Benhadid. Su abogado, Bachir Mechri, asegura que Benhadid est¨¢ preso por haber publicado una simple carta abierta el 25 de abril dirigida Gaid Salah.
Precisamente el diario El Watan publicaba este martes 14 de mayo un art¨ªculo en el que denunciaba un ¡°deriva autoritaria¡±. ¡°Detenciones, medios de comunicaci¨®n amordazados, periodistas [de medios p¨²blicos] sancionados, debates p¨²blicos impedidos, conferencias prohibidas, violencia verbal contra todo aquel que rechace la hoja de ruta de Ahmed Gaid Salah¡ Desde hace algunas semanas los atentados contra las libertades se han multiplicado y toman proporciones dignas de una dictadura en buena y debida forma¡±.
Purgas selectivas
Las purgas efectuadas hasta ahora, sin embargo, no tienen visos de afectar al entorno m¨¢s pr¨®ximo de Gaid Salah. Un articulista recordaba en el diario El Watan del 11 de abril que Gaid Salah aparec¨ªa en un papel de Wikileaks como ¡°quiz¨¢s el oficial m¨¢s corrupto del aparato militar¡±. Esa era la opini¨®n que ofrec¨ªa en 2007 a la embajada estadounidense el dirigente islamista argelino Abdallah Djaballah. La embajada a?ad¨ªa: ¡°Esto es algo que nos han dicho tambi¨¦n otros contactos¡±.
Un grupo de vecinos de Annaba, ciudad natal del general, ha solicitado al fiscal general del pa¨ªs que se investiguen los negocios de los hijos del general y tambi¨¦n los negocios de su ¡°ilustre asociado¡±, el ¡°exnarcotraficante¡± y diputado Baha Edine Tliba, paisano de Gaid Salah y vicepresidente del Parlamento. Los autores de la misiva aseguran que los hijos del general se comportan en Annaba como si la ciudad fuese su ¡°propiedad privada¡±.
El analista argelino Mohamed Sifaoui escribi¨® el jueves 9 de mayo: ¡°La voluntad de Gaid Salah es tomar el poder de una manera o de otra. El jefe del Estado Mayor no quiere tomar el riesgo de rendir cuentas ni de ver a sus hijos, sobre todo al mayor, rendir cuentas delante de la justicia. El enriquecimiento anormal del que se ha beneficiado -¨¦l y sus hijos- es el resultado, seg¨²n varias fuentes, de comisiones recibidas con los contratos de armamentos por un lado y por otras parte, con los favores que se han beneficiado empresas familiares a trav¨¦s de contactos con el Ministerio de Defensa¡±.
El otro frente de cr¨ªticas viene dado por el hecho de que la sociedad civil reclama desde el 22 de febrero una nueva Constituci¨®n, mientras que Gaid Salah apoya la Constituci¨®n actual y la convocatoria de elecciones presidenciales para el pr¨®ximo 4 de julio. El diario sat¨ªrico El Manchar resume la situaci¨®n en tuit:
¨CMi general, la elecci¨®n del 4 de julio est¨¢ jodida.
¨C?Por qu¨¦, qu¨¦ sucede?
¨CEl pueblo se niega a votar.
¨C?Y desde cu¨¢ndo necesitamos el voto del pueblo para elegir a un presidente?
El senador opositor Ahmed Benbitur, antiguo jefe de Gobierno entre 1999 y 2000, declar¨® en una radio argelina que las presidenciales del 4 de julio conducir¨¢n al pa¨ªs ¡°a la cat¨¢strofe¡±. ¡°Desde la independencia [en 1962] hasta hoy todos los jefes de Estado han sido designados por el Ej¨¦rcito y no por el pueblo¡±, se?al¨®. ¡°Esperamos que esta vez haya elecciones verdaderas y no designaciones. Si continuamos en la perspectiva de elecciones del 4 de julio estar¨ªamos a¨²n ante un quinto mandato pero sin el candidato habitual [Abdelaziz Buteflika]¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.