Las europeas renuevan el duelo entre Macron y Le Pen en Francia

Es la revancha, el partido de vuelta o directamente un refer¨¦ndum. Las elecciones europeas del domingo en Francia son el primer examen en las urnas a Emmanuel Macron. El presidente franc¨¦s lleg¨® al poder hace dos a?os tras derrotar a Marine Le Pen, la l¨ªder de la extrema derecha. Aquel resultado se interpret¨® como un ¨¦xito del campo europe¨ªsta y liberal tras las victorias del Brexit y de Donald Trump en Estados Unidos. Le Pen parte como favorita, seg¨²n los sondeos, y la ausencia de una segunda vuelta en estos comicios le otorga una ventaja extra. Ya sucedi¨® algo parecido en 2014.

En un pa¨ªs con contrapoderes d¨¦biles, como es Francia, las elecciones europeas tienen una funci¨®n de vigilancia, y quiz¨¢ castigo, del ocupante del poder. El 26 de mayo los franceses tendr¨¢n la oportunidad de evaluar a un presidente que disfruta de una mayor¨ªa parlamentaria c¨®moda y que, sobre el papel, tiene pocos obst¨¢culos para gobernar a su guisa. Estos comicios tienen algo de lo que los estadounidenses llaman mid-terms, elecciones de medio mandato.

Pero el medio mandato ¡ªque no lo es exactamente, pues el jefe de Estado franc¨¦s gobierna por cinco a?os¡ª llega en un momento delicado para Macron. Acaba de pasar los seis meses m¨¢s dif¨ªciles de su presidencia, marcados por la explosi¨®n social de los chalecos amarillos y el intento de salir de estas crisis organizando el llamado gran debate nacional. La oposici¨®n ¡ªMarine Le Pen, jefa del Reagrupamiento Nacional (RN) y Jean-Luc M¨¦lenchon, de La Francia Insumisa (LFI)¡ª plantean las elecciones como un refer¨¦ndum: Macron s¨ª, o Macron no.

Macron rechaza esta terminolog¨ªa, pero con sus propios llamamientos a votar y la movilizaci¨®n de sus tropas, ha dejado claro que una derrota supondr¨¢ un rev¨¦s para ¨¦l y su agenda reformista. No hasta el punto de dimitir, como sugiere Le Pen, pero s¨ª de remodelar el Gobierno e incluso de cambiar al primer ministro, ?douard Philippe. La inexperiencia en campa?a de la exministra Nathalie Loiseau ¡ªcabeza de lista de la candidatura macronista¡ª ha llevado a Philippe a movilizarse en m¨ªtines por todo el pa¨ªs.

Para el presidente, estas elecciones son varias campa?as en una. Primero, interna, y aqu¨ª su rival es Le Pen. Se trata, para ¨¦l, de reafirmarse como ¨²nica muralla contra la extrema derecha y el populismo. De ah¨ª que, como hizo hace dos a?os, plantee la elecci¨®n no en t¨¦rminos de derecha e izquierda sino de progresistas y nacionalistas. ¡°Sobre un mont¨®n de temas, el balance [de Le Pen en el Parlamento Europeo] es una cat¨¢strofe para el pa¨ªs y para Europa¡±, ha dicho el presidente, que no ha participado en ning¨²n mitin. ¡°Han votado contra todos los proyectos que Francia defiende en Europa, incluidos los que nos protegen¡±. El resultado permitir¨¢ calibrar hasta qu¨¦ punto la reconfiguraci¨®n del paisaje pol¨ªtico franc¨¦s se ha consolidado. El resultado de Los Republicanos, que con el profesor de filosof¨ªa Fran?ois Xavier Bellamy han remontado en los sondeos, y del Partido Socialista, que presenta al independiente Rapha?l Glucksmann, dar¨¢n la medida de lo avanzado que est¨¢ este proceso.

El segundo frente para Macron es el Parlamento Europeo. Su joven partido, La Rep¨²blica en marcha ¡ªjunto al aliado centrista MoDem¡ª se estrena en unas elecciones europeas. La idea de repetir en Europa la operaci¨®n que en 2017 se sald¨® con ¨¦xito en Francia ¡ªdestruir a los socialdem¨®cratas y a la derecha tradicional¡ª parece improbable. El objetivo es convertirse en el pilar del nuevo grupo liberal decisivo para formar mayor¨ªas, ser la bisagra del futuro grupo bisagra.

Doble batalla

Las dos batallas ¡ªpor recobrar la autoridad en Francia y entrar con fuerza en el Parlamento Europeo¡ª permitir¨ªan al presidente, si las gana, reforzar su mermada influencia en otro frente, el del Consejo Europeo, ante una Alemania y unos pa¨ªses n¨®rdicos esc¨¦pticos ante sus planes para transformar la UE. Su estrategia, en campa?a, ha sido doble. Por un lado, ha esbozado una apertura hacia el ecologismo, incorporando a candidatos como el n¨²mero dos de la lista, Pascal Canfin, exdirector en Francia de la ONG WWF. Por el otro, ha proseguido con su operaci¨®n de seducci¨®n a la derecha moderada. La candidatura macronista, que lleva el nombre de Renacimiento, ha contado con el apoyo, entre otros, del ex primer ministro conservador Jean-Pierre Raffarin.

Le Pen comparte con Macron el diagn¨®stico sobre el escenario pol¨ªtico franc¨¦s. Como ¨¦l, cree que las ideas de izquierda y derecha han dejado de tener sentido y lleva la batalla a otro terreno. Las elecciones europeas tambi¨¦n son una prueba para ella. Sali¨® debilitada de las presidenciales, incluso con problemas de salud, pero se recuper¨®. Cambi¨® el nombre de Frente Nacional al de Reagrupamiento Nacional y, al contrario que el l¨ªder de la izquierda populista, su liderazgo se ha consolidado ¡ªo como m¨ªnimo no ha perdido apoyos¡ª durante la crisis de los chalecos amarillos. Y se siente con el viento en popa: con los triunfos de Matteo Salvini en Italia ¡ªo Trump en EE UU¡ª ya no es una excepci¨®n. Su jefe de lista es Jordan Bardella, de 23 a?os, un cachorro del partido que proyecta una imagen alejada del estereotipo ultra que todav¨ªa lastra al RN. Ahora los sondeos le otorgan una leve ventaja.

Macron, ha dicho la l¨ªder de la extrema derecha, ¡°deber¨¢ tener la altura, la honestidad y la dignidad que tuvo el general De Gaulle y deber¨¢ marcharse si efectivamente pierde esta elecci¨®n europea¡±. El general De Gaulle dimiti¨® tras perder un refer¨¦ndum sobre la descentralizaci¨®n en 1969.

La particularidad de esta elecci¨®n es que es la ¨²nica de ¨¢mbito nacional con un sistema proporcional. Es decir, aqu¨ª no hay dos vueltas y no ocurre, como es tradici¨®n, que en la segunda se concentre todo el voto contra Le Pen. Esto le da una ventaja. Si gana, no ser¨¢ la primera vez. Ya gan¨® las ¨²ltimas, en 2014, con un 24,9% de votos.