El Consejo de Europa devuelve a Rusia el derecho de voto tras cinco a?os

Rusia ha logrado una peque?a victoria en el Consejo de Europa. Su Asamblea Parlamentaria aprob¨® la madrugada del lunes al martes restituir a Mosc¨² sus derechos de voto, retirados en 2014 por anexionarse la pen¨ªnsula ucrania de Crimea. Pero la resoluci¨®n, empujada por Francia y Alemania y a la que se opuso la mayor¨ªa de pa¨ªses de la antigua URSS, ha enfurecido a Kiev: Crimea sigue anexionada y el conflicto con los separatistas del Este, apoyados por el Kremlin, que ha costado 13.000 vidas, est¨¢ enquistado. En protesta, la delegaci¨®n ucrania se retir¨® de la Asamblea.

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Kiev considera la devoluci¨®n del derecho de voto ¡ª118 votos a favor, entre ellos los de toda la delegaci¨®n espa?ola; 62 en contra y 10 abstenciones¡ª una ¡°rendici¨®n unilateral a las demandas rusas¡±. Lo ocurrido es ¡°muy mal mensaje¡±, critic¨® Volod¨ªmir Ariev, portavoz de la delegaci¨®n ucrania. ¡°Haz lo que quieras, anexa el territorio de otro pa¨ªs, mata a gente all¨ª y todav¨ªa lograr¨¢s todo¡±, afirm¨® antes de abandonar el hemiciclo de la Asamblea, en Estrasburgo. Retirada que amenazaron con hacer definitiva. El nuevo presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, lament¨® la actuaci¨®n de sus ¡°socios europeos¡±.

Un grupo de diputados, la mayor¨ªa de pa¨ªses del Este pero tambi¨¦n del Reino Unido, tratan ahora de contrarrestar la decisi¨®n y han propuesto que si Rusia vuelve no goce de todos los derechos.

Mosc¨², que desde que se le impuso la sanci¨®n ¡ªuna de las primeras de Occidente, a la que siguieron otras, sobre todo econ¨®micas, a¨²n en vigor¡ª ha amenazado muchas veces con abandonar totalmente la instituci¨®n encargada de proteger las libertades fundamentales del continente, decidir¨¢ este mi¨¦rcoles si finalmente se reincorpora, aunque todo apunta a que s¨ª (una delegaci¨®n rusa ha viajado a Estrasburgo). Solo lo har¨¢n si tiene garant¨ªa de que ser¨¢ en ¡°igualdad de condiciones¡±, recalc¨® Piotr Tolstoi, vicepresidente del Parlamento ruso (Duma Estatal).

Rusia lleva m¨¢s de cinco a?os fuera de la asamblea. La sanci¨®n por anexionarse Crimea tras un refer¨¦ndum considerado ilegal por la comunidad internacional duraba dos a?os, hasta 2016; pero el Kremlin se neg¨® a enviar delegados una vez expirado el plazo. Y en 2017, adem¨¢s, dej¨® de pagar su cuota de miembro ¡ª32,6 millones de euros al a?o; el presupuesto del Consejo es de 316 millones¡ª. Impago que le ha podido costar la expulsi¨®n definitiva. Mosc¨² ha acumulado una deuda de 75 millones de euros.

Lo ocurrido con Rusia ha causado nuevas tensiones en una instituci¨®n ya tocada por los problemas de financiaci¨®n, ejecuci¨®n, por la divisi¨®n este-oeste de los 47 Estados miembros y el empuje cada vez m¨¢s fuerte de los nacionalismos. Los partidarios de reincorporar a Mosc¨² a la asamblea, como el ministro de exteriores alem¨¢n, Heiko Maas, argumentan que es una forma de ¡°proteger¡± con el paraguas del Consejo y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a sus 144 millones de ciudadanos. Un argumento que tambi¨¦n mantiene Francia. La salida de Mosc¨² crear¨ªa una ¡°nueva l¨ªnea divisoria¡± en el continente, ha dicho el secretario genial del Consejo, Thorbjorn Jagland. Ya en mayo, los ministros de Exteriores de los pa¨ªses miembros se hab¨ªan mostrado favorables al acuerdo de vuelta, elaborado por Alemania y Francia.

Mientras, quienes est¨¢n en contra, resaltan que su vuelta significar¨ªa comprometer los ideales de defensa de los derechos humanos y contra el poder estatal arbitrario sobre los que se fund¨® el Consejo en 1949.

Rusia es uno de los pa¨ªses que m¨¢s casos origina en el Tribunal de Estrasburgo (solo en 2017, la corte acept¨® 7.957 demandas provenientes de Rusia), junto a Rumania, Turqu¨ªa y Ucrania. Esa corte ha emitido sentencias clave y que han disgustado mucho a Mosc¨². Como la condena a pagar al Estado ruso tres millones de euros por la tragedia de la escuela de Besl¨¢n, en la que en 2004 murieron 334 personas (186 ni?os) en el asalto de las fuerzas especial rusas durante una crisis con rehenes. La condena de 2014 a abonar 1.900 millones de euros a los accionistas de la extinta petrolera Yukos. O los casos ganados por el opositor Alex¨¦i Navalni.

Mosc¨², sin embargo, ha maniobrado para evitar cumplir algunos fallos. En 2015, reform¨® la ley para otorgar a su Tribunal Constitucional del poder de anular las sentencias dictadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Algo que ya hizo con el fallo sobre la petrolera Yukos.