Una tarde con Rieff
El libro de David Rieff me dio a entender cu¨¢n catastr¨®fica ha sido para la oposici¨®n venezolana unir la ayuda humanitaria con la lucha por los derechos humanos
No siempre sacas el provecho esperado de una visita a la biblioteca p¨²blica, pero nunca, nunca hay que recriminarse el haberse apartado de la buena senda. La buena senda lleva a ce?irse a lo que viniste, sin mirar a los lados: ponerte a leer sosegadamente los libros solicitados, con una libretita de notas a la mano, y juntar, poco a poco el haz de le?a de datos y fechas de que se puede hace acopio en un buen d¨ªa. El viernes pasado todo iba razonablemente bien para m¨ª en la biblioteca Jos¨¦ ?ngel Arango de la Carrera 4. El celular apagado y guardadito en mi malet¨ªn. Lento acopio de datos pero a ritmo sostenido.
Hasta que par¨¦ para ir a tomar caf¨¦ en un localcito que est¨¢ a cuadra y media. Mi inter¨¦s estaba en terminar de juntar notas sobre un asesinato cometido en Nigeria, en los a?os 90. No, no estoy preparando un thriller, solo estoy rastreando el momento preciso en que las compa?¨ªas petroleras del mundo comenzaron a vestirse de verde. La paleta de la publicidad corporativa petrolera va hoy desde el verde Greenpeace, en los anuncios de la British Petroleum, hasta el verde bosque h¨²medo del portal de Internet de Ecopetrol, la compa?¨ªa colombiana, sobre el que se asolea una iguana.
Con la cresta dorsal erizada, la mascota de Ecopetrol saluda al sol en un imaginario microclima, invulnerable a los derrames de crudo y a las afloraciones de gas, lodo mercurado, fluidos sulfurosos y ripios met¨¢licos de perforaci¨®n no degradable que han envenenado el Lago de Maracaibo, el Delta del Orinoco, los r¨ªos llaneros y la Amazon¨ªa de Colombia, Ecuador y Per¨².Mucho de esa metamorfosis ¡°clorofilizante¡±, siempre atenta al bienestar de la vida animal silvestre y la limpidez del aire, los r¨ªos, los lagos y los fiordos que experiment¨® el lenguaje de las petroleras se desprende del asesinato, en 1995, del escritor ¡ªcandidato a Premio Nobel de Literatura¡ª, hombre de TV y activista de derechos humanos y de la protecci¨®n del ambiente, Ken Saro¡ªAwiwa, ejecutado en cautiverio por orden del dictador Sani Abacha. Los cr¨ªmenes contra la cuenca del N¨ªger ¡°su ambiente y sus gentes¡± parecen, pues, centrales a este relato de mutaci¨®n y camuflaje.Como dec¨ªa, sal¨ª por un caf¨¦ y me llev¨¦ el celular conmigo. Y le¨ª entonces, en Twitter, la noticia de que David Rieff ha remozado uno de sus mejores libros y anda present¨¢ndolo en Espa?a.
Recordaba el libro como uno de esos que te abren los ojos y te dejan caer en la pupila gotas de un colirio esc¨¦ptico de efectos permanentes sobre tu manera de ver las cosas. Hablo de Una cama por una noche: el humanitarismo en crisis [Aguilar Bogot¨¢, 2003]. Hace un par de a?os le¨ª, aqu¨ª en Bogot¨¢, El oprobio del hambre: alimentos, justicia y dinero en el siglo XXI, tambi¨¦n de su autor¨ªa, y creo que junto con Contra la memoria, los tres t¨ªtulos hacen una suma rieffiana que juzgo imprescindible para navegar sin demasiadas desilusiones los tiempos que se nos han venido encima.
Me olvid¨¦ de la cuenca del N¨ªger y saqu¨¦ de la biblioteca la primera edici¨®n de Una cama por una noche ¡ªmientras llega a Bogot¨¢ la actualizaci¨®n anunciada¡ª y me puse a leerla hasta que cerraron, a las 20.00 horas.Al salir, trayendo ya el libro conmigo, top¨¦ en todo el trayecto a casa con decenas de desplazados venezolanos, en diversos grados de depauperaci¨®n y orfandad, v¨ªctimas no solo de la dictadura de Nicol¨¢s Maduro sino, acaso tambi¨¦n, del descaminador amasijo de ideas equivocadas como las que a los mejores hombres y mujeres de nuestra oposici¨®n han sugerido palabras tan inspiradoras y embelecos tan nobles como ¡°ayuda humanitaria¡±, ¡°comunidad internacional¡± o ¡°derechos humanos¡±.
Las ideas de Rieff, en materia humanitaria, no son ideas contraintuitivas ni escarpadas, m¨¢s bien resplandecen, pero no voy a arruinarlas aqu¨ª con un resumen apresurado. Solo dir¨¦: ?qu¨¦ diferencia hacen quince a?os entre la primera y segunda lectura de un mismo gran libro! Le¨ªdo ahora, durante el fin de semana que la se?ora Bachelet dedic¨® a la inconducente gesticulaci¨®n que ha sido su visita a Caracas, el libro de Rieff me dio a entender cu¨¢n catastr¨®fica ha sido para la oposici¨®n venezolana abrazar, desde comienzos de a?o, la noci¨®n de que la ayuda humanitaria debe ir de la mano con la lucha por los derechos humanos.Instrumentar pol¨ªticamente la oferta de ayuda humanitaria y presentarla, adem¨¢s, como el motivo mejor de una improbable insurrecci¨®n militar, estimulada a la John Bolton desde el exterior, ha sido uno de los m¨¢s decepcionantes desprop¨®sitos de la oposici¨®n. Y quiz¨¢ el m¨¢s costoso de los ¨²ltimos tiempos.
@ibsenmartinez
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