¡°Aunque se revive el dolor, le est¨¢n devolviendo la dignidad a mi hermano¡±

"Aunque se revive el dolor, y uno vuelve y recuerda, hay paz porque le est¨¢n devolviendo la dignidad a mi hermano. Ellos antes lo hab¨ªan enlodado y ahora le devuelven su buen nombre". El hermano era un civil que, en medio del conflicto armado entre el Estado colombiano y las FARC, fue asesinado por un miembro del Ej¨¦rcito y despu¨¦s presentado como guerrillero, seg¨²n la informaci¨®n proporcionada por la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP). Y esas palabras son el testimonio de una mujer, la primera familiar de una v¨ªctima de ejecuci¨®n extrajudicial que participa en la declaraci¨®n de un compareciente ante ese sistema de justicia, encargado de juzgar los cr¨ªmenes m¨¢s grave de la guerra.

El relato, ofrecido el pasado mi¨¦rcoles, encierra uno de los objetivos del tribunal. "Estar ah¨ª me ayud¨® a sanar un poco porque, aunque ¨¦l dijo no haber conocido todo, y quedan algunas inquietudes", manifest¨® en referencia a la versi¨®n del hombre se?alado por el crimen, "poco a poco va saliendo la verdad, la que he buscado toda la vida". "Me alegra que la historia se est¨¦ contando de otra manera porque hubo muchas cosas que ellos hab¨ªan tergiversado", continu¨® esta v¨ªctima de los llamados falsos positivos, cuya identidad est¨¢ protegida por la JEP.

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Ese procedimiento ilegal, que de facto consist¨ªa en el asesinato sistem¨¢tico de campesinos y civiles contabilizados en los partes de las fuerzas armadas como combatientes de las FARC, manch¨® durante casi dos d¨¦cadas el trabajo del Ej¨¦rcito. Seg¨²n un informe de la Fiscal¨ªa publicado en mayo, se registraron al menos 2.248 ejecuciones extrajudiciales entre 1998 y 2014. Sin embargo, m¨¢s del 95% de los casos probados se remontan a una ¨¦poca concreta, de 2002 a 2008. La Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, nacida de los acuerdos con la antigua guerrilla, ha dado prioridad en su primer a?o de funcionamiento a siete grandes casos. Entre esos juicios figuran la investigaci¨®n de los secuestros perpetrados por la organizaci¨®n insurgente; el reclutamiento forzoso de ni?os y ni?as; la victimizaci¨®n de los dirigentes y militantes del partido Uni¨®n Patri¨®tica; y el caso 003, conocido como "Muertes ileg¨ªtimamente presentadas como bajas en combate".

Fue en el marco de ese proceso -en el que alrededor de 100 comparecientes de la fuerza p¨²blica ya han ofrecido su versi¨®n- que las v¨ªctimas comenzaron a participar en las audiencias del tribunal, cuya misi¨®n es, en palabras de su presidenta, Patricia Linares, aplicar justicia restaurativa. "Esto es un inicio y, si Dios quiere, seguiremos hasta lograr la verdad completa, para nosotros y para todas las dem¨¢s v¨ªctimas que buscan tanto encontrar esa verdad", manifest¨® la hermana del asesinado. "Yo me voy con un poco de paz interior [...] Al menos hay un reconocimiento, entonces este proceso es una gran oportunidad¡±.

La JEP explica que la mujer presenci¨® la declaraci¨®n desde otra sala. Tras escuchar una primera versi¨®n sobre el asesinato de su hermano, transmiti¨® sus preguntas a trav¨¦s de su abogado. Seg¨²n esta jurisdicci¨®n, se trata de "un acto de valent¨ªa y coraje". "Ellas recorren nuevamente su historia de victimizaci¨®n y los recuerdos del dolor para destinarlos a la contrastaci¨®n de la verdad que es narrada por los comparecientes", se?ala el tribunal. "Las versiones con presencia de las v¨ªctimas obligan a los comparecientes a adquirir altura moral para responder a sus necesidades y as¨ª clarificar los pendientes que ha dejado el conflicto armado".

En concreto, en esta vista el compareciente se enfrent¨® a la pregunta sobre c¨®mo pensaba resarcir el da?o causado, lo que, seg¨²n la JEP, "abri¨® la posibilidad de explorar posibilidades conjuntamente". A partir de las pr¨®ximas semanas, el sistema de justicia recibir¨¢ decenas nuevas versiones presenciales y escritas.