Apasionada de los Erasmus y firme defensora de Estrasburgo

Ursula von der Leyen chispea durante casi 75 minutos de conversaci¨®n en las dependencias de un Ministerio alem¨¢n de Defensa del que ha sido la comandante en jefe durante casi seis a?os. No se aprecia ni fatiga ni tensi¨®n en una mujer que solo unas horas antes ha superado por nueve votos su elecci¨®n en el Parlamento Europeo para uno de los cargos de la UE m¨¢s complejos, sometido a presiones y susceptible de acabar en peligrosos terrenos minados.

La futura presidenta de la Comisi¨®n Europea se ci?e a las grandes l¨ªneas de su programa de trabajo (clima, igualdad de g¨¦nero, justicia social) y esquiva, hasta el punto de no contestar, los asuntos sensibles, como el conflicto pol¨ªtico en Espa?a en torno al movimiento independentista en Catalu?a o las dificultades que ha tenido la Comisi¨®n saliente con Gobiernos como el h¨²ngaro de Viktor Orb¨¢n o el polaco, tutelado por Jaroslaw Kaczynski. Pero la prudencia se vuelve entusiasmo cuando se abordan asuntos que le tocan la fibra europe¨ªsta a esta alemana nacida en Bruselas, hija de un antiguo alto cargo de la Comisi¨®n Europea. "Soy una gran fan del programa Erasmus de intercambio de estudiantes", asegura. Y su propia familia, siete hijos, entra en la conversaci¨®n. "Uno de mis hijos estuvo en Poznan (Polonia), otro en Madrid, otro en Par¨ªs y otro en Londres", enumera. "Erasmus es sin duda uno de los mejores instrumentos creados por la UE". Y a?ade: "Todos sabemos que el primer pa¨ªs que visitas cuando eres joven te convierte en un embajador de ese pa¨ªs".

Entrevista

¡°Los pa¨ªses que afrontan la migraci¨®n en primera l¨ªnea merecen nuestra solidaridad¡±

Solo unas horas antes de recibir a EL PA?S y otros diarios europeos,?ha pasado el testigo a Annegret Kramp-Karrenbauer, la presidenta de la CDU que, como Von der Leyen en su d¨ªa, suena como aspirante a suceder a la canciller Angela Merkel. La ruta de Von der Leyen hacia la Canciller¨ªa se ceg¨® hace tiempo. Pero de manera inesperada, tanto para ella como para muchos observadores, el pasado 1 de julio recibi¨® una llamada que le planteaba la posibilidad de convertirse en la pr¨®xima presidenta de la Comisi¨®n Europea. La t¨ªpica pregunta que no admite demora en la respuesta. O s¨ª, o no. Von der Leyen se lanz¨® y al d¨ªa siguiente era designada como candidata, y elegida por el Parlamento Europeo apenas dos semanas despu¨¦s.

En este tiempo apenas ha tenido margen para perge?ar un programa de trabajo con el que convencer a los eurodiputados, sobre todo, a conservadores, socialistas y liberales. Pero ya tiene claras algunas de las batallas en las que no va a entrar, como el repetido intento de cerrar la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo para dejar solo el hemiciclo de Bruselas. "No. Nunca abogar¨¦ por quitar el Parlamento de Estrasburgo. Es uno de los s¨ªmbolos de reconciliaci¨®n francoalemana que est¨¢ en el origen de la UE. Tiene una historia enorme". Ni siquiera le asustan las cr¨ªticas por el presunto despilfarro que supone mantener dos sedes a m¨¢s de 400 kil¨®metros de distancia. "A veces, simplemente tambi¨¦n hay que invertir en s¨ªmbolos". Toda una declaraci¨®n por parte de alguien que ha formado parte hasta ahora de todos los Gobiernos de Merkel, incluido el per¨ªodo de la austeridad impuesta en gran parte de la zona euro.