El agujero negro de la c¨¢rcel de Al Aqrab
Unos 130 presos de un penal egipcio protestan con una larga huelga de hambre contra un r¨¦gimen penitenciario draconiano
Unos 130 presos del centro de Al Aqrab de El Cairo llevan m¨¢s de seis semanas en huelga de hambre para protestar por el draconiano r¨¦gimen penitenciario al que est¨¢n sometidos. Seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, muchos de ellos llevan m¨¢s de dos a?os entre rejas sin haber podido recibir una sola visita de sus familiares o incluso de un abogado. Varios han sido castigados por protestar con palizas, descargas el¨¦ctricas y otras medidas disciplinarias, como explican en un comunicado que han colgado en una red social.
¡°Los primeros d¨ªas despu¨¦s de declararse en huelga de hambre los castigaron con torturas brutales. Pero no consiguieron disuadirles de que abandonaran la protesta¡±, cuenta Hossam (nombre falso) a trav¨¦s de un mensaje de WhatsApp. Sus grabaciones de voz siempre llegan a horas intempestivas, cuando los funcionarios est¨¢n dormidos. Se arriesga a que le confisquen su bien m¨¢s preciado, el tel¨¦fono, una furtiva ventana al mundo exterior. Hossam lleva tres a?os recluido en la inmensa c¨¢rcel de Tora, en el barrio cairota de Maadi. Junto a su m¨®dulo se halla uno de m¨¢xima seguridad, donde est¨¢n los huelguistas, y el m¨¢s temido del pa¨ªs. Solo su nombre ya asusta: Al Aqrab (escorpi¨®n, en ¨¢rabe).
La huelga de hambre se inici¨® un d¨ªa despu¨¦s de la muerte del expresidente islamista Mohamed Morsi, el primero y ¨²nico elegido en unas elecciones libres en la historia de Egipto. Morsi, cuya familia se hab¨ªa quejado de que no recib¨ªa el tratamiento m¨¦dico adecuado en prisi¨®n, se desvaneci¨® mientras declaraba ante un tribunal y falleci¨® ese mismo d¨ªa, el 16 de junio.
Desde el derrocamiento de Morsi por un golpe de Estado en 2013, el pa¨ªs padece una brutal dictadura que no deja el m¨¢s m¨ªnimo espacio a la disidencia. La ONG Human Rights Watch calcula que hasta 60.000 personas han pasado por la c¨¢rcel por motivos pol¨ªticos y seg¨²n la ONG egipcia Nadeem Center, 529 personas han fallecido desde junio de 2014 bajo custodia policial, ya sea a causa de la tortura o de la privaci¨®n de tratamiento m¨¦dico.
¡°Las autoridades egipcias han empujado a muchos detenidos de Al Aqrab a un punto de no retorno. Al negarles ver a sus familias, las autoridades est¨¢n violando de manera flagrante tanto la ley egipcia como la internacional y mostrando una crueldad despiadada¡±, ha declarado Magdalena Mughrabi, responsable de Amnist¨ªa Internacional para el Norte de ?frica y Oriente Medio. Adem¨¢s de impedir que los visiten, los presos denuncian que se les proh¨ªbe hacer ejercicio y un tratamiento m¨¦dico adecuado.
Adem¨¢s, buena parte de los 130 reclusos en huelga de hambre aseguran que fueron v¨ªctimas de una detenci¨®n ilegal o de una desaparici¨®n forzosa y luego torturados para obtener confesiones. Varias ONG, tanto nacionales como internacionales, han documentado la pr¨¢ctica habitual de la desaparici¨®n forzosa, que permite a las autoridades interrogar a los sospechosos en c¨¢rceles secretas donde los abusos son peores que en los recintos penitenciarios ordinarios. A pesar de los numerosos testimonios, el Gobierno egipcio niega que se practique la tortura en el pa¨ªs de forma sistem¨¢tica.
El deceso de Morsi ha logrado atraer una mayor atenci¨®n internacional sobre las violaciones de derechos humanos en las prisiones egipcias. A pesar de las excelentes relaciones entre la Administraci¨®n de Donald Trump y El Cairo, incluso el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, ha expresado p¨²blicamente su preocupaci¨®n por este tema.
Represi¨®n
¡°Las condiciones son dur¨ªsimas. Despu¨¦s del inicio de la huelga de hambre no nos dejan salir de la celda en todo el d¨ªa. Y a los que estamos imputados en cuatro procesos concretos nos niegan las visitas familiares. En los ¨²ltimos meses trataron de suicidarse dos hombres¡±, lamenta Hossam, que ya ha superado con creces el tiempo m¨¢ximo de prisi¨®n preventiva establecido por la ley.
¡°Las celdas est¨¢n masificadas. Son de unos seis metros cuadrados, y albergan como m¨ªnimo a siete reclusos. Muchas no tienen ba?o y son insalubres. En verano el calor es insoportable y apenas nos dan agua¡±, agrega el joven, que prefiere no dar detalles sobre su caso para evitar ser identificado.
Con el paso de los a?os, el r¨¦gimen liderado desde 2013 por Abdelfat¨¢ al Sisi ha endurecido la represi¨®n. Hasta el punto de que en los ¨²ltimos meses se han a?adido nuevos cargos, a menudo absurdos, contra los detenidos para mantener bajo arresto a aquellos disidentes a los que un juez hab¨ªa decidido poner en libertad. Uno de los casos m¨¢s conocidos es el de Ola al Qaradawi, hija del c¨¦lebre predicador televisivo de la cadena Al Jazeera Yusuf al Qaradawi. El 3 de julio, cuando estaba prevista su liberaci¨®n, fue acusada de ¡°financiar a un grupo terrorista a trav¨¦s de sus conexiones en el lugar de detenci¨®n¡±, a pesar de que estuvo en r¨¦gimen de aislamiento. Al Qaradawi hab¨ªa sido arrestada dos a?os antes junto a su marido por ¡°pertenencia a banda armada¡±, pero nunca ha sido juzgada.
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