La violencia xen¨®foba enfrenta a los gigantes de ?frica
Nigeria llama a la evacuaci¨®n voluntaria de sus ciudadanos de Sud¨¢frica ante las agresiones contra empresas y trabajadores extranjeros por grupos violentos
Las calles del centro de Johannesburgo, el pulm¨®n econ¨®mico sudafricano, se levantaron de nuevo este lunes con comercios saqueados, tiendas quemadas y otras dos v¨ªctimas mortales. Los ataques siguen nutriendo la nueva oleada de xenofobia en Sud¨¢frica (55 millones de habitantes), que ha causado en una semana al menos una docena de muertos, seg¨²n la polic¨ªa sudafricana, 800 personas de origen extranjero desplazadas de sus casas y acogidos en centros comunitarios, y fuertes tensiones diplom¨¢ticas con el otro gigante africano, Nigeria (203 millones de habitantes).
La violencia se ha manifestado ya en cinco barrios de trabajadores de Johannesburgo y en la capital, Pretoria, donde grupos de sudafricanos se organizan para asaltar negocios cuyos propietarios son de origen extranjero, la mayor¨ªa de otros pa¨ªses africanos. Entre la amalgama de acusaciones, la m¨¢s recurrente es la de ¡°nos roban nuestros trabajos¡±, como grita uno de los participantes en los altercados, entrevistado por la televisi¨®n p¨²blica sudafricana, la SABC.
Las comunidades de nigerianos, somal¨ªes, congole?os y tantas otras nacionalidades que conviven en Sud¨¢frica, pa¨ªs considerado El Dorado continental por sus oportunidades laborales, han mostrado ya su inquietud. No solo porque algunos han perdido su casa o sus mercanc¨ªas esta semana, sino porque hay precedentes: las oleadas xen¨®fobas han abofeteado de manera intermitente el pa¨ªs en la ¨²ltima d¨¦cada. En 2008, la peor de las persecuciones se extendi¨® en todo el pa¨ªs y dej¨® un balance de 62 muertos, campos de desplazados y oblig¨® al Ej¨¦rcito a desplegarse en los townships (zonas urbanas donde se concentra poblaci¨®n sin recursos).
Las autoridades sudafricanas est¨¢n intentando controlar la situaci¨®n, con la polic¨ªa confrontando a los criminales en las calles y con mensajes conciliadores a la naci¨®n, pero la mecha ya ha saltado al plano regional, con reacciones de otros pa¨ªses como Nigeria, primera potencia econ¨®mica del continente africano. ¡°Lo que pasa en Sud¨¢frica es totalmente inaceptable¡±, manifest¨® la pasada semana el ministro de Exteriores nigeriano, Geoffrey Onyeama, tras informar de que Nigeria cancelaba su participaci¨®n en el Foro Econ¨®mico Mundial, celebrado este fin de semana en la sudafricana Ciudad del Cabo.
La compa?¨ªa nigeriana Air Peace ha llegado a ofrecer vuelos gratuitos para aquellos compatriotas que quieran abandonar Sud¨¢frica. El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha llamado a la evacuaci¨®n voluntaria de sus ciudadanos en Sud¨¢frica. Hasta el momento, 640 han expresado su deseo de abandonar el pa¨ªs, previsiblemente en vuelos de Air Peace.
Simult¨¢neamente, ciudadanos nigerianos han optado por su propia manera de responder, y durante dos d¨ªas, los manifestantes atacaron varios negocios sudafricanos en Nigeria -hay m¨¢s de 120 empresas sudafricanas en Nigeria-, entre ellos, algunos establecimientos de los supermercados sudafricanos Shoprite. El gigante de telecomunicaciones MTN tuvo que cerrar sus sedes por precauci¨®n y la ministra de Relaciones Internacionales sudafricana, Naledi Pandor, orden¨® el cierre de la embajada en Abuya, la capital nigeriana, tras presuntas amenazas a sus diplom¨¢ticos.
Los dos gigantes econ¨®micos del continente libran un pulso complicado, mientras en otros pa¨ªses como la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo o Zambia tambi¨¦n los ciudadanos han reaccionado con protestas.?
Pandor intenta apaciguar las tensiones al m¨¢s alto nivel. Este lunes, tras una reuni¨®n con varios embajadores en Pretoria, ha asegurado que el Gobierno tomar¨¢ ¡°todas las medidas necesarias para restaurar la estabilidad y la calma en el pa¨ªs¡± y apunta que puede que esta semana se reabra la Embajada en Abuya. Mientras, el ministro de la polic¨ªa, Bheki Cele, record¨® que la mayor¨ªa de las v¨ªctimas hab¨ªan sido locales. De los 12 muertos, ocho son sudafricanos, dos de origen extranjero y de otros dos se desconoce la nacionalidad.
Los esfuerzos con comparecencias y discursos chocan con la protesta que protagonizaron este domingo decenas de ciudadanos enfurecidos y armados con palos durante la intervenci¨®n de Mangosuthu Buthelezi, pol¨ªtico y l¨ªder zul¨², habitualmente influyente entre los trabajadores. Sus llamamientos a la calma, durante un acto en Jeppestown, fueron interrumpidos por un grupo al grito de "?fuera los extranjeros!".
La pregunta es si Sud¨¢frica ser¨¢ capaz de encauzar esta vez la frustraci¨®n creciente que surge de las clases m¨¢s empobrecidas del pa¨ªs y que, de manera c¨ªclica, sale expulsada violentamente contra los ¨²nicos que pueden estar en una situaci¨®n m¨¢s vulnerable que ellos: los extranjeros de clase trabajadora. La tasa de desempleo es solo uno de los ingredientes detr¨¢s de este fracaso extremo -aunque no generalizado- de la convivencia social. Los datos oficiales indican que el paro de sit¨²a en un 29%; la cifra aumenta al 38,5% si se incluye a los que ya ni siquiera buscan trabajo. El c¨®ctel se combina con la desigualdad extrema -el 10% de la poblaci¨®n acumula el 90% de la riqueza en Sud¨¢frica-, ¨ªndices de criminalidad l¨ªderes en el mundo y, seg¨²n indican algunos analistas, intereses pol¨ªticos a los que conviene la inestabilidad.
Ya en 2008, hubo testimonios que contaban c¨®mo hab¨ªan llegado autobuses llenos de atacantes a barrios como Alexandra, que desembarcaban listos para la persecuci¨®n. Ahora, algunos dedos apuntan a un boicot contra el actual Cyril Ramaphosa, pero de cualquier forma, son los barrios m¨¢s pobres los que temen que las llamas crezcan otra vez, arrasando sus peque?os ahorros, su modus vivendi y la convivencia.
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