M¨¦xico busca reparar miles de irregularidades judiciales con una ley de amnist¨ªa
La Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n estudiar¨¢ el caso de Manuel Ram¨ªrez Valdovinos, que lleva 19 a?os en prisi¨®n por un supuesto homicidio sin v¨ªctima
Manuel Ram¨ªrez Valdovinos respira profundo antes de enumerar todas las cosas que se perdi¨® por estar en la c¨¢rcel. Ver nacer a sus hijos, verlos crecer, acompa?ar a su padre en la enfermedad, asistir al funeral de su madre. ¡°?Cu¨¢nto vale la libertad de un ser humano?¡±, se pregunta. Este hombre, de 41 a?os, ha estado los ¨²ltimos 19 en prisi¨®n tras haber sido condenado por homicidio. Desde su detenci¨®n, el 26 de mayo de 2000, ha pasado cerca de dos d¨¦cadas intentando demostrar su inocencia. Ha intentado probar que el cad¨¢ver que le atribuyeron no pertenece a su supuesta v¨ªctima. Tambi¨¦n ha presentado pruebas de que el supuesto asesinado contin¨²a vivo. Nada ha sido suficiente a los ojos de la justicia mexicana, que lo ha dejado en la c¨¢rcel, donde a¨²n encara 21 a?os m¨¢s de condena.
El caso de Ram¨ªrez Valdovinos no es uno fuera de serie. Su historia ha ganado repercusi¨®n recientemente en medio de un debate sobre una amnist¨ªa para presos, una a?eja promesa de campa?a de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador que pretende resarcir miles de irregularidades judiciales de los anteriores sexenios. La secretar¨ªa de Gobernaci¨®n (Interior) ha desarrollado un proyecto de ley para presentar al Congreso en el corto plazo con la intenci¨®n de liberar a aquellos ¡°encarcelados arbitrariamente¡±. Al menos unos 1.400 expedientes han sido presentados ante el Ejecutivo mexicano para analizar en una primera instancia, ha revelado un portavoz del Gobierno.
El Gobierno del Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena) lleva meses dise?ando un plan para liberar personas condenadas injustamente. El proyecto ha tenido problemas para determinar qu¨¦ expedientes ser¨¢n revisados. Uno de los detalles que se conoce es que tiene como objetivo a ind¨ªgenas que hayan sufrido procesos judiciales irregulares y personas que trasladaron peque?as cantidades de droga, conocidas popularmente como mulas. No incluir¨ªa delitos de gravedad como los homicidios.
Ram¨ªrez Valdovinos no es ind¨ªgena, pero recientemente un popular legislador local de Morena, Pedro Carrizales, lo nomin¨® a la medalla Belisario Dom¨ªnguez, la m¨¢s alta condecoraci¨®n que otorga el Congreso mexicano. El gesto ha dado notoriedad al caso y pretende revelar la supuesta injusticia que el preso ha vivido desde los hechos de mayo de 2000.
En ese entonces, Ram¨ªrez Valdovinos celebraba con unos amigos en su casa de Tepexpan, al norte del Estado de M¨¦xico, cuando cuatro polic¨ªas armados ingresaron a la vivienda. Fue detenido sin orden de aprehensi¨®n y torturado dos d¨ªas seguidos en las instalaciones de la Procuradur¨ªa del Estado de M¨¦xico, hoy Fiscal¨ªa, seg¨²n cuenta. Lo acusaban, junto a otros dos hombres, de haber asesinado a Emmanuel Mart¨ªnez Elizalde, hijo de un amigo de su padre. La versi¨®n del Ministerio P¨²blico era que entre los tres lo hab¨ªan secuestrado y llevado a un descampado donde lo intentaron ahorcar para despu¨¦s dispararle con un arma. Al ver que no mor¨ªa, lo atacaron con un picahielo. No hubo pruebas para sostener la historia. Tampoco testigos ni armas homicidas.
Una hoja en blanco fue la sentencia para Ram¨ªrez Valdovinos. ¡°En el Ministerio P¨²blico, los tres acceden bajo amenaza a firmar hojas en blanco donde despu¨¦s se redactan las confesiones¡±, explica su abogado, Guillermo Naranjo, de la organizaci¨®n Idheas Litigio Estrat¨¦gico en Derechos Humanos. El otro elemento con el que contaba la Fiscal¨ªa era un cad¨¢ver no identificado. ¡°Arman un caso y el juez hace una autopsia de ese cuerpo¡±. La autoridad fracasa en dar a la supuesta v¨ªctima una identidad. ¡°El juez prioriza las confesiones y dicta condena por m¨¢s de 40 a?os¡±, se?ala Naranjo.
La cadena de irregularidades en su proceso y la frustraci¨®n con los abogados de oficio que le fueron asignados llevaron a Ram¨ªrez Valdovinos a estudiar Derecho en prisi¨®n. El c¨®digo penal le ense?¨® que pod¨ªa tener acceso al expediente judicial por ser acusado, algo que solo pudo hacer dos a?os despu¨¦s de su detenci¨®n. Una vez con el documento en la mano, ve que las descripciones f¨ªsicas del cad¨¢ver no coincid¨ªan con las del hijo del amigo de su padre. ¡°Cuando ve la autopsia por primera vez, como ¨¦l conoc¨ªa a su supuesta v¨ªctima, se da cuenta que [el cuerpo] ten¨ªa rasgos distintos¡±, cuenta Naranjo. Las diferencias en los colores de piel, el cabello o el peso fueron los indicios de que ese cad¨¢ver no era el del supuesto asesinado. La justicia orden¨® la exhumaci¨®n del cuerpo en agosto de 2003.
El proceso trajo m¨¢s inconsistencias. Un an¨¢lisis de 2012 del Instituto Forense de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) estableci¨® una ¡°discordancia anat¨®mica claramente visible¡± entre el cuerpo hallado por la Fiscal¨ªa y el exhumado. ¡°Cuando [el Ministerio P¨²blico] levanta el cad¨¢ver, med¨ªa 1,74 metros, y cuando lo exhuman, med¨ªa 1,63¡±, dice Ram¨ªrez Valdovinos desde el penal Santiaguito de Almoloya de Ju¨¢rez, en el Estado de M¨¦xico. Ninguno de esos dos cuerpos analizados coinciden con las caracter¨ªsticas f¨ªsicas de Mart¨ªnez Elizalde.
El caso pas¨® de tener una confesi¨®n y un cad¨¢ver a tener solamente una confesi¨®n conseguida bajo tortura. Las nuevas evidencias no fueron suficientes para que Ram¨ªrez Valdovinos lograra la libertad. ¡°El juez dijo: Quiz¨¢ no es la misma persona, pero debiste haber matado a alguien¡±, cuenta su abogado.
Valdovinos ha intentado probar que su supuesta v¨ªctima sigue viva. El acusado cree que Rafael Mart¨ªnez, padre de Emmanuel Mart¨ªnez Elizalde, orquest¨® la simulaci¨®n de la muerte porque su hijo estaba acusado de haber cometido un crimen. ¡°El hijo estaba involucrado en un delito y le iban a girar una orden de aprehensi¨®n, entonces el pap¨¢ pag¨® para hacerlo pasar por muerto¡±, afirma Naranjo.
La defensa tambi¨¦n asegura que los Mart¨ªnez intentaron cobrar un seguro de vida millonario. Para sostener esta teor¨ªa, presentaron en 2002 a un testigo que asegur¨® haber visto a Emmanuel 20 d¨ªas despu¨¦s del supuesto crimen. Junto al testimonio fueron presentados documentos y fotograf¨ªas que acreditaban que el hombre se encontraba en Estados Unidos bajo otro nombre. Las pruebas se perdieron en las oficinas del Ministerio P¨²blico y Valdovinos nunca pudo probar su teor¨ªa.
Tras la repercusi¨®n que gan¨® su historia las ¨²ltimas semanas, Gobernaci¨®n ha asegurado a este peri¨®dico que revisar¨¢ el caso. El ministerio ha estudiando expedientes por fuera del proyecto de amnist¨ªa desde la llegada de L¨®pez Obrador al poder y ha logrado la liberaci¨®n de una veintena de personas con irregularidades en sus proceso judiciales.
El panorama ha empujado a los abogados a llevar el caso a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos para presionar al Gobierno mexicano. Con la esperanza de desacreditar la sentencia, buscan la aplicaci¨®n del Protocolo de Estambul, un mecanismo internacional utilizado para determinar casos de tortura. ¡°El Estado mexicano va a tener que probar que [Ram¨ªrez Valdovinos] no fue sometido a torturas¡±, explica Naranjo. ¡°Mi cliente fue v¨ªctima de una injusticia. No es ¨²nicamente un juez, es un sistema¡±.
Los casi 20 a?os de paseos por tribunales han curtido a Ram¨ªrez Valdovinos, que ya no es aquel joven religioso que daba clases de m¨²sica. ¡°Se me fue aqu¨ª la juventud¡±, se lamenta. Sus estudios dentro de prisi¨®n lo han convertido en un abogado sin certificaci¨®n que ha ayudado a una docena de presos a apelar sus sentencias y recortar sus tiempos de reclusi¨®n. ¡°Me duele ver la injusticia de los juzgadores. Algunos est¨¢n ac¨¢ por 20 pesos¡±, dice, ¡°ha sido lo m¨¢s amargo¡±.
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