M¨¦lenchon, entre el ¡®show¡¯ judicial y la lucha por la supervivencia pol¨ªtica
El l¨ªder de la izquierda populista francesa, juzgado por encararse con la polic¨ªa durante un registro, se compara con Lula
El hombre que se sienta en el banquillo denuncia que es v¨ªctima de un proceso pol¨ªtico y de una persecuci¨®n orquestada por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron. Se compara con Lula da Silva, el expresidente de Brasil. ?M¨¢rtir de la Rep¨²blica? ?O histri¨®n?
Jean-Luc M¨¦lenchon, el debilitado l¨ªder de la izquierda populista y soberanista francesa, se enfrenta a penas m¨¢ximas de diez a?os de prisi¨®n, a una multa de 150.000 euros y a una inhabilitaci¨®n de hasta cinco a?os por actos de intimidaci¨®n, rebeli¨®n y provocaci¨®n ante la autoridad judicial. El juicio, que empez¨® este jueves, se prolongar¨¢ dos d¨ªas.
¡°?Resistencia!¡±, gritaban los seguidores de M¨¦lenchon a primera hora de la ma?ana, a la entrada del tribunal de Bobigny, en las afueras de Par¨ªs. Cantaban La Marsellesa. Llevaban pancartas donde se le¨ªa el neologismo ingl¨¦s lawfare, contracci¨®n de law (ley) y (warfare) guerra. Es decir, la teor¨ªa seg¨²n la cual los Estados usan la justicia como arma contra sus adversarios.
El juicio contra M¨¦lenchon y cinco colaboradores suyos comenz¨® rodeado en una expectaci¨®n ins¨®lita. Era algo m¨¢s que un show pol¨ªtico-judicial, porque est¨¢ en juego la supervivencia pol¨ªtica del dirigente de La Francia Insumisa (LFI).
Los hechos ocurrieron en la ma?ana el 16 de octubre de 2018. En el marco de una investigaci¨®n por la financiaci¨®n de la campa?a electoral de M¨¦lenchon y del empleo de asistentes en el Parlamento Europeo, la polic¨ªa registr¨® el domicilio del pol¨ªtico y la sede de LFI. En la sede, M¨¦lenchon llam¨® a quienes le acompa?aban a entrar por la fuerza. Se encar¨® con los polic¨ªas y con un fiscal, a los que aparentemente empuj¨®. ¡°?La Rep¨²blica soy yo!¡±, le grit¨® a uno de los polic¨ªas.
Todo Francia pudo ver la salida de tono, filmada por una cadena de televisi¨®n. M¨¦lenchon, que obtuvo un 19,6% de votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2017, se resinti¨®. Si un aspirante al Palacio del El¨ªseo debe proyectar una imagen presidencial, aquel d¨ªa fue nefasto para ¨¦l.
¡°Durante los registros que sufr¨ª, todo el mundo dijo que yo hab¨ªa gritado demasiado fuerte. Pero, ?alguien se pregunt¨® si los registros estaban fundados?¡±, declar¨® a EL PA?S en mayo. ¡°Se nos ha atacado con gran dureza. ?Quiz¨¢ no reaccion¨¦ con la flema requerida?¡±, a?adi¨®. En las elecciones europeas del mismo mes, el batacazo fue incuestionable: LFI sac¨® un 6,3% de votos.
El tribunal de Bobigny se convirti¨® en el escenario de un combate pol¨ªtico. Gran parte de la c¨²pula de LFI estaba en la sala. Y ante M¨¦lenchon, que no dej¨® de escribir mensajes en la red social Twitter, se encontraba el medi¨¢tico ?ric Dupont-Moretti, abogado de los demandantes. ¡°T¨®mese un poco de camomila¡±, le espet¨® M¨¦lenchon cuando Dupont-Moretti le reproch¨® a gritos que le hubiese implicado en sus teor¨ªas conspiratorias sobre el juicio.
El presidente del grupo parlamentario de LFI argumenta que el registro estaba infundado y obedec¨ªa a motivos pol¨ªticos; se?ala que los extractos vistos en televisi¨®n sobre su enfrentamiento con las autoridades durante el registro est¨¢n manipulados; y reivindica el derecho a la insurrecci¨®n.
A principios de septiembre, M¨¦lenchon visit¨® a Lula en Curitiba (Brasil), donde est¨¢ encarcelado tras una condena a ocho a?os por corrupci¨®n. A la salida, compar¨® su caso con el del expresidente brasile?o: ¡°Es el mismo m¨¦todo, mismas incriminaciones sin pruebas, mismos procesos azarosos, mismas violaciones de los derechos de la defensa¡±.
El juicio coincide con el d¨ªa de la publicaci¨®n del nuevo ensayo de M¨¦lenchon, Et ainsi de suite. Un proc¨¨s politique en France (algo as¨ª como Y etc¨¦tera. Un proceso pol¨ªtico en Francia). En el libro, un diario de su estancia en M¨¦xico este verano, enumera una lista de v¨ªctimas del lawfare. Incluye, adem¨¢s de a Lula, a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, a Rafael Correa y a su aliado espa?ol, Pablo Iglesias.?
La ¡°politizaci¨®n de la justicia¡± es un argumento que se ha escuchado en Francia desde izquierda y derecha en los ¨²ltimos a?os. Ni M¨¦lenchon ni LFI son el primer pol¨ªtico ni partido cuyas sedes son objeto de registro. Tampoco los primeros investigados.
La semana pasada, el presidente de la Asamblea Nacional y aliado de Macron, Richard Ferrand, fue imputado por presunto favoritismo en una operaci¨®n inmobiliaria. La imputaci¨®n del entonces candidato de la derecha, Fran?ois Fillon, trastoc¨® la campa?a presidencial de 2017. El expresidente Nicolas Sarkozy tambi¨¦n est¨¢ imputado en varios casos. Como Marine Le Pen, l¨ªder de la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional, quien esta semana denunci¨® ¡°una voluntad del poder pol¨ªtico de proteger a los suyos y poner trabas a los dem¨¢s¡±.
Vieja pol¨ªtica, nueva pol¨ªtica
M¨¦lenchon, de 68 a?os, domina el arte de la oratoria y la escenificaci¨®n. Trotskista en su juventud y socialista mitterrandiano despu¨¦s, hoy lidera la izquierda populista y soberanista en Francia. Una particularidad francesa: el rostro de la nueva pol¨ªtica ha sido estos a?os un pol¨ªtico de la vieja escuela, curtido como senador, diputado y ministro.
El hundimiento del Partido Socialista, y antes del Partido Comunista, sumado a una nueva ola de partidos antisistema en los pa¨ªses occidentales, le permiti¨® albergar esperanzas de erigirse en una alternativa de gobierno. Pero su personalidad desbordante, la radicalidad de algunas propuestas como el abandono por Francia de los tratados de la UE o su indecisi¨®n ideol¨®gica ¡ª?gran partido de la izquierda? ?l¨ªder de un populismo transversal m¨¢s all¨¢ de las etiquetas de izquierda y derecha?¡ª han complicado su carrera. El juicio puede ser el golpe definitivo ¡ªuna inhabilitaci¨®n le dejar¨ªa si opciones para presentarse a las presidenciales de 2022¡ª pero tambi¨¦n la oportunidad de atraer los focos medi¨¢ticos y promover su mensaje.
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