Argentina negocia con el FMI el desbloqueo de 5.400 millones del rescate

M¨¢s informaci¨®n

¡°Rulo¡±, ¡°reperfilamiento¡±, ¡°pasaron cosas¡±: breve vocabulario de la crisis argentina

Argentina, en emergencia alimentaria

Argentina y el Fondo Monetario Internacional?inician una semana crucial de conversaciones, pero con un regusto amargo a simulacro, en tanto que el FMI no cree que el actual Gobierno siga a¨²n en unos meses y ese actual Ejecutivo duda de que vaya a seguir ah¨ª. La contundente victoria del candidato peronista Alberto Fern¨¢ndez en las primarias del pasado agosto hacen m¨¢s que probable su victoria en los comicios de octubre y, con ella, la desconfianza del organismo internacional. Sobre la mesa hay un problema de corto plazo, el env¨ªo de 5.400 millones de d¨®lares pendientes del rescate que el pa¨ªs necesita, y otro de largo, el auxilio de un pa¨ªs plagado de incertidumbre. Sobre ese ¨²ltimo nadie se atreve a hacer c¨¢lculos.

El ministro de Hacienda, Hern¨¢n Lacunza, y el presidente del Banco Central de Argentina, Guido Sandleris, se reunir¨¢n este martes en Nueva York con el director gerente interino del FMI, David Lipton, y el jefe para las Am¨¦ricas, Alejandro Werner, adem¨¢s de con inversores. El mi¨¦rcoles, en Washington, los dos altos cargos argentinos se ver¨¢n con el jefe de la misi¨®n para Argentina, Roberto Cardarelli. El objetivo de Lacunza es desbloquear el giro de 5.400 millones de d¨®lares que estaba previsto para septiembre y que el Gobierno de Mauricio Macri requiere para afrontar los vencimiento de deuda de este mes y sortear el impago.

El FMI acord¨® con Argentina entre junio y septiembre de 2018 el mayor rescate de la historia de la instituci¨®n, un pr¨¦stamo de 57.000 millones de d¨®lares, que equival¨ªa al 10% del producto interior bruto (PIB) del pa¨ªs y supon¨ªa rememorar algunas de las peores pesadillas econ¨®micas en ese trozo de Am¨¦rica. A cambio, el Gobierno de Mauricio Macri se compromet¨ªa a cuadrar las cuentas p¨²blicas ¡ªes decir, no gastar m¨¢s de los que el Estado ingresa¡ª en 2020, un objetivo que hoy, entre otros, parece inalcanzable.

En agosto, cuando Fern¨¢ndez, candidato de Frente a Todos, gan¨® con autoridad las primarias, los mercados financieros se echaron a temblar en un lunes negro en toda regla, temerosos como estaban de la situaci¨®n de interinidad que se producir¨ªa en el Gobierno durante meses y de los riesgos para el rescate del FMI ante un nuevo presidente de corte peronista que se hab¨ªa dedicado previamente a maldecir el plan dise?ado en Washington. La desconfianza retroaliment¨® la crisis argentina.

Acto seguido, Macri despach¨®?una bater¨ªa de medidas sociales para contener las heridas de la crisis, con una bajada de impuestos a la clase media, la subida de la ayuda a los m¨¢s pobres y la congelaci¨®n del precio de los servicios p¨²blicos y la gasolina. Y este paquete, previsto hasta diciembre (fecha en que ya habr¨¢ el nuevo Gobierno surgido de los comicios), tambi¨¦n aleja al Ejecutivo de los compromisos asumidos con el FMI.

As¨ª es c¨®mo ha funcionado el circulo vicioso con Argentina, que tiene por delante un periodo muy complicado con los acreedores privados (en los pr¨®ximos cuatro meses deben renovar alrededor de 15.000 millones de d¨®lares en deuda, de los que 10.000 se encuentran en manos privadas) y con los p¨²blicos. El Fondo ha dicho muy poco en p¨²blico. El portavoz, Gerry Rice, ha insistido ante la prensa en que "las situaciones de mercado complejas y la actual incertidumbre en las pol¨ªticas compliacan a¨²n m¨¢s la situaci¨®n", mientras procede a revisar el programa. Fuentes cercanas a las conversaciones van m¨¢s all¨¢ y hacen expl¨ªcito el temor a las pol¨ªticas peronistas que se avecinan, lo que puede convertir cualquier nuevo compromiso del actual Gobierno en papel mojado.

El Fondo no quiere, sin embargo, repetir los errores de la crisis griega, cuando el exceso de austeridad tambi¨¦n reaviv¨® la crisis y las metas financieras se revelaron poco realistas. El calendario de revisi¨®n no est¨¢ claro y la situaci¨®n de interinidad en el propio Fondo ¡ªa punto de ratificar a Kristalina Georgieva como nueva directora gerente, en sustituci¨®n de Christine Lagarde¡ª, tampoco ayuda. La semana pasada, el Gobierno declar¨® la emergencia alimentaria, con los comedores gratuitos desbordados por todas las familias que no pueden pagar la comida. Cuando los elefantes se pelean, la que sufre es la hierba que hay debajo.