Johnson promete un gasto p¨²blico millonario para lidiar con el Brexit

Los congresos de los partidos son acontecimientos destinados a insuflar ¨¢nimo a los militantes y transmitir imagen de unidad al electorado. El del Partido Conservador del Reino Unido, en la localidad de Manchester, persigue adem¨¢s dar la imagen de que todos est¨¢n a una con el primer ministro para sacar adelante el Brexit. El equipo de Boris Johnson prometi¨® ayer un gasto millonario y enormes ayudas fiscales para disipar los temores de una salida salvaje de la UE.

Era la jornada destinada a los n¨²meros, y el discurso central del congreso corr¨ªa a cargo de Sajid Javid, el chancellor (ministro de Econom¨ªa) del Gobierno de Johnson. Todos los hombres del primer ministro son una sola voz a la hora de repetir el mensaje: el Brexit es un obst¨¢culo que hay que superar cuanto antes, para que el Reino Unido eche a andar. Por eso sus planes y promesas son siempre de futuro. Para transmitir la idea de que, a pesar de no disponer de mayor¨ªa parlamentaria y de vivir bajo la sombra de un adelanto electoral, Johnson seguir¨¢ al frente de Downing Street.

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El anuncio estrella de Javid fue el aumento del salario m¨ªnimo profesional. Las estad¨ªsticas laborales brit¨¢nicas lo calculan por horas, y el ministro expuso a los delegados conservadores su intenci¨®n de subirlo a 11,80 euros por hora de modo gradual, en un plazo de cinco a?os. En la actualidad, el sueldo b¨¢sico para los mayores de 25 a?os es de 9,25 euros la hora; entre 21 y 24 a?os, de 8,60 euros; y entre 18 y 20 a?os, de 6,90 euros por hora. ¡°Est¨¢ claro que los conservadores somos realmente el partido de los trabajadores¡±, proclam¨® el ministro.

Su medida compite directamente con la principal bandera de los laboristas, que en su congreso de Brighton de la semana pasada se comprometieron a subir hasta los 11,90 euros la hora el salario medio del pa¨ªs, 10 c¨¦ntimos m¨¢s que los tories.

Todos los ministros se desplegaron por los distintos medios para asegurar que el Reino Unido, con su medida, se iba a convertir en el primer pa¨ªs del mundo en acabar con los salarios precarios. Era el mensaje perfecto para disipar los miedos entre la poblaci¨®n de un posible Brexit duro, que colocar¨¢ a los brit¨¢nicos en desventaja respecto a otros pa¨ªses.

Hubo m¨¢s promesas. El Gobierno anunci¨® que se destinar¨¢n m¨¢s de 38.000 millones de euros al Sistema Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en ingl¨¦s); 28.000 millones a nuevas infraestructuras; 5.000 millones m¨¢s al desarrollo de la banda ancha; 270 millones para nuevos autobuses el¨¦ctricos en las ciudades y 845 millones para mejorar el presupuesto de las fuerzas de seguridad. El momento es claramente preelectoral y los conservadores han decidido aparcar por un tiempo el orgullo con que suelen presentarse como el partido de la disciplina fiscal.

Javid dedic¨® las horas previas a su discurso a dispersar en persona por televisiones y radios las claves de un plan multimillonario para que el Brexit ¡ªel Gobierno brit¨¢nico sigue prometiendo que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo 31 de octubre, con o sin acuerdo¡ª produzca los menores da?os econ¨®micos posibles a la poblaci¨®n y a las empresas. Sin concretar a¨²n, se contemplan ya medidas de alivio fiscal para las grandes corporaciones y ayudas directas para todos aquellos sectores que dependan de un modo m¨¢s directo del comercio con la UE. ¡°He dado ¨®rdenes al departamento del Tesoro para que tenga preparada una respuesta econ¨®mica completa en apoyo de nuestra econom¨ªa¡±, dijo Javid. ¡°Y trabajaremos codo con codo con el Banco de Inglaterra para que quede dise?ada una armadura de pol¨ªtica monetaria por si fuera necesaria. Con acuerdo o sin acuerdo, estamos preparados para abandonar la Uni¨®n Europea¡±, proclam¨®.

Su bater¨ªa de medidas, que en otras circunstancias habr¨ªa acaparado sin problemas todos los titulares de los medios, tuvo sin embargo que hacerse un hueco entre las nuevas acusaciones contra Johnson por haberse propasado en sus relaciones pasadas con algunas mujeres. El propio Javid tuvo que dedicar un tiempo a defender la honestidad del primer ministro.