El ¡®boom¡¯ tur¨ªstico interrumpe la pl¨¢cida vida portuguesa
El Gobierno ha promovido leyes antidesahucio y de vivienda, pero las clases medias tienen dif¨ªcil residir en el centro de las ciudades
¡°Est¨¢ mal que lo diga yo, que vivo del turismo, pero esta vida no me gusta¡±. Sonia cuida de un alojamiento privado de alquiler de ocho camas en el barrio lisboeta de Alfama. ¡°No hay vida de barrio, toda la gente es extranjera, llega y se va¡±. Los dos mundos coexisten pared con pared en cada rinc¨®n de este tradicional barrio de calles estrechas. Mar¨ªa, ya con los 80 a?os vencidos, paga 50 euros de alquiler. Su modest¨ªsima vivienda linda con otra, igual de modesta, donde el turista paga lo mismo por una sola noche. Al lado hay un anuncio de venta de un inmueble sobre una ventana con tendedero: ¡°150.000 euros, todo original¡±, informan por tel¨¦fono.
La rapidez y fuerza del boom tur¨ªstico ha pillado por sorpresa a los poderes p¨²blicos de Portugal. El Gobierno socialista, que el domingo aspira a renovar mandato, no ha podido frenar los problemas crecientes de acceso a la vivienda y los que acarrean los arrendamientos tur¨ªsticos pese a promover nuevas leyes . En 2014, el turismo supon¨ªa el 6% del PIB, hoy es el 8,2%. Si en 2014 llegaron 17 millones de visitantes, el a?o pasado fueron casi 25 millones.?A este sector, que arrastra a la construcci¨®n y a los fondos inmobiliarios internacionales, se debe buena parte de la recuperaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, pero tambi¨¦n crea tensiones.
La presi¨®n inmobiliaria en el centro de las ciudades portuguesas comienza a ser agobiante. Desde que en 2014 se aprob¨® la llamada Ley de Alojamiento Local, las licencias han pasado de 4.000 a 85.000. En el barrio de Alfama, cuatro de cada 10 casas son para turistas."Al principio, los residentes extranjeros eran millonarios", explica Vasco Rosa da Silva, fundador de Kleya, una empresa dedicada a resolver los tr¨¢mites burocr¨¢ticos al extranjero que quiera instalarse en Portugal, "ahora son clase media extranjera que quiz¨¢s no pueden comprar en Lisboa o en Oporto, pero s¨ª en Set¨²bal, Aveiro o Guimar?es y eso hace subir los precios".
El Parlamento intent¨® atajar el problema de los desalojos salvajes para hacer sitio al turismo con una ley expr¨¦s que impide echar a inquilinos mayores de 65 a?os y con diez de antig¨¹edad en su vivienda. ¡°Ya no es que les echen, es que se mueren o se van. El barrio de toda la vida deja de ser su barrio¡±, explica Sonia, ¡°porque ya no conocen a nadie y la panader¨ªa o el caf¨¦ son como toda la vida¡±.
Mientras las cuentas p¨²blicas sonr¨ªen ¡ªel semestre se cerr¨® con super¨¢vit por primera vez en la historia¡ª, el acceso a la vivienda se ha convertido en un problema en Portugal. En los ¨²ltimos cuatro a?os, el precio del suelo ha subido un 74% en Lisboa y un 67% en Oporto. Las clases medias y las familias j¨®venes tienen dificultades para residir en el centro de las ciudades.
El turismo es la mayor actividad econ¨®mica exportadora del pa¨ªs, con el 51,5% de las exportaciones de servicios, el 18,6% de todas las exportaciones, pero a los estudiantes que buscan alojamiento esas cifras tambi¨¦n les dejan fr¨ªos. Su problema es que acceden a una plaza universitaria en otra ciudad y no tienen d¨®nde dormir. No hay camas por menos de 400 euros al mes, sea en las dos grandes ciudades o en otras medias, como Coimbra.
En junio, el Gobierno cre¨® el Programa de Arrendamiento Accesible, que ofrece alquileres un 20% m¨¢s bajos que los del mercado libre, pero la oferta se hace con propietarios que voluntariamente se adhieren al programa. En dos meses solo se han firmado 20 contratos. Hay m¨¢s de 8.000 solicitantes para una oferta de 135 viviendas.
¡°Desde 2015 ha habido un cambio estructural en el pa¨ªs¡±, abunda Vasco Rosa da Silva. Y cita varias medidas y razones que han impulsado ese cambio: ¡°La tributaci¨®n cero, durante diez a?os para los jubilados extranjeros residentes, los visados para extracomunitarios si compran una vivienda de medio mill¨®n de euros y la consolidaci¨®n de Portugal como destino tur¨ªstico de excelencia, coincidiendo con la ca¨ªda de mercados como Egipto y T¨²nez¡±.?
En el pueblo de Comporta (a unos 120 kil¨®metros de Lisboa), Tom¨¢s Thomaz vende parcelas a mill¨®n de euros, ¡°casa aparte¡±, se?ala el empleado de Fine Country. Comporta se ha convertido en el emblema del turismo de lujo europeo. Inmensos arenales de pinos, kil¨®metros de playas salvajes (40 kil¨®metros entre Comporta y Troia). Aqu¨ª el peri¨®dico Financial Times llega a diario y a veces, dicen, pasa la artista Madonna a caballo. En esta localidad de 1.000 vecinos hay salas de arte, mucho shop y mucho store por donde se cruza la bicicleta de Ant¨®nio Xos¨¦, de 76 a?os, ajeno a un pueblo que ya no reconoce. Lleg¨® con 20 para trabajar en los arrozales de la familia m¨¢s poderosa del pa¨ªs (hasta 2014), los Esp¨ªrito Santo. ¡°No puedo decir nada malo de ellos. Fui encargado de almac¨¦n, me pagaron bien y despu¨¦s me ofrecieron comprar la casa en donde yo viv¨ªa. Pagu¨¦ 50.000 escudos [unos 250 euros] y hoy me dar¨ªan 700.000 euros, pero no vendo¡±, explica.
Ant¨®nio Xos¨¦ sonr¨ªe ir¨®nicamente por lo que ven sus ojos. ¡°La casa del m¨¦dico es ahora alojamiento tur¨ªstico; por la de enfrente, de 300 metros cuadrados, piden dos millones, y est¨¢ para derribar. Este pueblo es ya solo para extranjeros¡±.
El Programa de Alquiler Accesible? lanzado por el Gobierno apenas ha firmado 20 contratos en dos meses.
Si Comporta era de la poderosa familia de los Esp¨ªrito Santo hasta que quebr¨® su banco y su imperio, hoy los terrenos embargados han pasado a la nueva familia m¨¢s rica, los Amorim. Lo que no es de unos y de otros, es de la segunda gran fortuna, la de los Azevedo, que ha vendido parte del territorio (333 hect¨¢reas) a la familia m¨¢s acaudalada de Espa?a, concretamente a Sandra Ortega.
Este para¨ªso va a pasar de las 3.000 camas actuales a 15.000, con hoteles y casinos. Paula Amorim anuncia una inversi¨®n de 1.000 millones de euros en diez a?os, para un ¡°destino residencial y de turismo de calidad, un modelo de desarrollo que garantice la sostenibilidad de la regi¨®n y cree empleo¡±, seg¨²n declar¨® en un comunicado tras hacerse con la propiedad de los Esp¨ªrito Santo.
El tr¨¢fico inusual de camiones y obreros de la construcci¨®n no asustan a Thomaz. ¡°Comporta jam¨¢s tendr¨¢ un turismo de masas. Vendemos paz, seguridad, clima y tenemos unos fuertes l¨ªmites de urbanizaci¨®n¡°.
La arquitecta Mariana Pedroso es un espejo de las dos caras del impacto del turismo en el pa¨ªs. ¡°Ya hemos tenido que parar algunas obras por falta de trabajadores o porque los contratados se van a otro lugar que les pagan m¨¢s. De un a?o para otro, si una casa val¨ªa 100 ahora son 150 y es por la escasez de la mano de obra¡±.
En 2012, en pleno Gobierno de la troika, con el pa¨ªs en crisis e intervenido, Pedroso fund¨® ArchitectyourHome. ¡°?ramos dos, el sector estaba parado. No hab¨ªa nada. Hoy tenemos 12 estudios en el pa¨ªs, trabajamos 28 personas y facturamos tres millones de euros. Todo empez¨® a cambiar con la llegada de inversi¨®n extranjera, pero desde 2017 ya hay clientes portugueses, ya no se trata de vender el patrimonio, sino de inversi¨®n para el futuro¡±.
El 8% de los inmuebles vendidos en el pa¨ªs fue a extranjeros, el 13% del valor total, porque un extranjero paga un 58% m¨¢s que los nacionales, seg¨²n datos del INE de Portugal. Pero el dinero que llega de fuera es un man¨¢ relativo seg¨²n el Banco de Portugal; en dos a?os, el dinero extranjero para el sector inmobiliario ha subido un 25%, pero el destinado a la industria manufacturera ha ca¨ªdo en la misma proporci¨®n.
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