El adi¨®s de Deschamps, el sindicalista del Rolex de oro

Nunca un conductor de cami¨®n que no se llamara Nicol¨¢s Maduro hab¨ªa llegado tan lejos. Solo el presidente de Venezuela hace sombra a Carlos Romero Deschamps, el poderoso l¨ªder sindical de la empresa p¨²blica de petr¨®leo (Pemex), en su habilidad para rentabilizar sus conocimientos al volante. Con 26 a?os fue contratado como ch¨®fer de pipa y este mi¨¦rcoles, a los 76, anunci¨® su salida de uno de los sindicatos m¨¢s grandes y poderosos del continente para el que hab¨ªa sido elegido hasta 2024. Desde hoy ser¨¢ sustituido por?Manuel Lim¨®n, secretario interior de la organizaci¨®n.?

Durante casi 30 a?os,?Romero Deschamps ha estado al frente de un sindicato con casi 100.000 afiliados que gozan de las mejores condiciones de trabajo del sector, y ha visto pasar a seis presidentes, de Carlos Salinas de Gortari a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.

Este ¨²ltimo fue el encargado de anunciar el martes su muerte sindical con un pu?ado de frases, cuando revel¨® que est¨¢ siendo investigado por la Fiscal¨ªa General. Sutilmente L¨®pez Obrador insinu¨® que lo mejor que pod¨ªa hacer es dejar el cargo y encarar un juicio ¡°apegado a la legalidad¡±. ¡°Si toma la decisi¨®n de dejar el sindicato para atender estos asuntos, est¨¢ en su derecho. Nosotros no nos vamos a meter (¡­) y ¨¦l sabr¨¢ c¨®mo responder a las denuncias presentadas sin que haya persecuci¨®n, sino con apego a la legalidad¡±, dijo durante su rueda de prensa diaria.

Tras la detenci¨®n en julio de su abogado Juan Collado, el mismo del expresidente Enrique Pe?a Nieto, Deschamps estaba en el punto de mira del jefe de Inteligencia Financiera Santiago Nieto quien lo investigaba por denuncias de robo de combustible o huachicol. Nieto encabeza las investigaciones contra algunos de los hombres m¨¢s conocidos del pa¨ªs se?alados por corrupci¨®n como el juez de la Suprema Corte Eduardo Medina Mora, quien dej¨® su cargo la semana pasada.

El viejo l¨ªder sindical Carlos Romero Deschamps, nacido en Tamaulipas en 1943, es el mejor exponente de un modelo que se extingue poco a poco tras d¨¦cadas protagonizando las p¨¢ginas m¨¢s infames de la corrupci¨®n y el cacicazgo sindical. La opulencia y los excesos de Deschamps eran conocidos por todos y los yates, las casas de Acapulco y Canc¨²n o el Ferrari que manejaba su hijo, un secreto a voces.

Sin embargo, durante d¨¦cadas mandatarios de ideolog¨ªas distintas se apoyaron en un hombre capaz de movilizar medio mill¨®n de votos sin despeinarse pero suficientes para inclinar las presidenciales de 2006 ¡ªresueltas por 250.000 votos de diferencia¡ª o la elecci¨®n de gobernadores y alcaldes en la zona petrolera del Golfo. Paralelamente, el control sindical fue una pata estrat¨¦gica sobre la que pivotaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante los casi 80 a?os que retuvo el poder y cuyo modelo heredaron los Gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calder¨®n.

¡°Durante varios gobiernos Deschamps manej¨® el sindicato como su caja chica para pagarse los lujos y las campa?as de los candidatos del PRI como Labastida ¡ªderrotado por Fox en el a?o 2000¡ª sin rendir cuentas a nadie¡±, explica Ana Lilia P¨¦rez, autora de los libros El cartel negro y Pemex RIP (Grijalbo). Desde su creaci¨®n en 1938, tras la expropiaci¨®n a las empresas estadounidenses, ¡°Pemex ha operado como un ap¨¦ndice de los diferentes Gobiernos y el sindicato hac¨ªa negocios al amparo de la protecci¨®n que obten¨ªa del Gobierno¡±, a?ade la investigadora.

Desde la llegada al poder de L¨®pez Obrador en diciembre de 2018, a quien Deschamps dio la bienvenida con costosos desplegados en la prensa, el sindicalista ¡°ha estado en la congeladora¡±, a pesar de su habilidad para colaborar con todos los gobiernos, se?ala David Shields, analista y Director de la publicaci¨®n Energ¨ªa a debate. Shields describe la organizaci¨®n liderada por Deschamps como un sindicato que goza de prebendas ¨²nicas en el mundo ¡°a cambio de haberlo hecho d¨®cil y nunca conflictivo¡±.

L¨®pez Obrador recibi¨® la empresa p¨²blica m¨¢s grande del pa¨ªs al borde de la quiebra t¨¦cnica y una de sus obsesiones desde la campa?a es la recuperaci¨®n de la industria petrolera que cuenta con 122.000 trabajadores. Pero nada de esto preocupaba al l¨ªder sindical. En 2016, durante la discusi¨®n del Sistema Nacional Anticorrupci¨®n, la prensa lo exhibi¨® hojeando un cat¨¢logo de yates. Los peri¨®dicos recordaron que el sindicalista que jam¨¢s coloc¨® una tuerca y gana una elecci¨®n tras otra, viaja en avi¨®n privado, tiene un barco en Acapulco similar al de Luis Miguel, una casa en Canc¨²n y mira la hora en el Rolex de oro que lleva en la mu?eca. En 2013 el diario Reforma public¨® que Deschamps le hab¨ªa regalado a su hijo un Enzo Ferrari dise?ado en exclusiva por la casa italiana.

Sin embargo, no ha sido esto lo que ha hecho tambalear su monarqu¨ªa, sino el huachicol. El sindicato disidente de Pemex lo denunci¨® ante la Fiscal¨ªa General por estar implicado en el robo hormiga de combustible una pr¨¢ctica que, seg¨²n Ana Lilia P¨¦rez, ¡°se dispar¨® durante su gesti¨®n¡±. ¡°El sindicato defend¨ªa pr¨¢cticas de robo y proteg¨ªa el huachicoleo¡±, denuncia la investigadora sobre una gigantesca mafia que extrae el combustible directamente de los ductos y en la que est¨¢n implicados desde carteles de la droga a trabajadores y conductores de camiones. El huachicoleo, junto a las onerosas condiciones laborales de los trabajadores y la sequ¨ªa de algunos yacimientos, ha puesto en riesgo la viabilidad de la paraestatal que produce 1¡¯7 millones de barriles diarios de petr¨®leo y es la tercera fuente de ingresos al pa¨ªs tras las remesas y el turismo.

La sentencia del martes de L¨®pez Obrador contra Deschamps augura el comienzo de la tradicional limpia sindical que emprende cada mandatario. Durante el gobierno de Pe?a Nieto, Elba Esther Gordillo, lideresa de los maestros, termin¨® en la c¨¢rcel y con Felipe Calder¨®n, el minero, Napol¨¦¨®n G¨®mez Urrutia, se salv¨® por poco de la c¨¢rcel cuando huy¨® a Canad¨¢.

Al ¨²ltimo l¨ªder petrolero que se enfrent¨® al poder, Joaqu¨ªn Hern¨¢ndez Galicia, alias La Quina, le dur¨® la rebeld¨ªa apenas unas semanas. Las que tard¨® Carlos Salinas de Gortari en llegar al poder en 1988 y acusarlo de homicidio por el que pas¨® nueve a?os de c¨¢rcel. L¨®pez Obrador no ha necesitado un Quinazo?sino un pu?ado de frases en rueda de prensa para descabezar al chofer de cami¨®n que m¨¢s lejos lleg¨®.?