El brutal asesinato de una familia abre un nuevo frente en la relaci¨®n de M¨¦xico y Estados Unidos
L¨®pez Obrador rechaza cualquier intervenci¨®n del Gobierno de Donald Trump despu¨¦s de que este ofreciese ayuda militar
El horror ha llegado a tal punto en M¨¦xico que los adjetivos para describir las matanzas se repiten. La mera informaci¨®n es ya de por s¨ª tan dolorosa que contiene el aliento: al menos seis ni?os y tres mujeres de una comunidad mormona fueron asesinados este lunes en una remota regi¨®n fronteriza del norte del pa¨ªs. Algunos murieron calcinados despu¨¦s de que uno de los veh¨ªculos en los que viajaban fueran baleados. Un crimen, otro, otro m¨¢s, que sume al pa¨ªs latinoamericano en la desesperanza y al Gobierno de L¨®pez Obrador ante un nuevo frente, otro m¨¢s, en la relaci¨®n con Estados Unidos, ante la presi¨®n de Donald Trump, pues las v¨ªctimas ten¨ªan la doble nacionalidad.
Como todos los cr¨ªmenes en M¨¦xico, la informaci¨®n sobre los hechos es inversamente proporcional a la confusi¨®n y las m¨²ltiples versiones que se han conocido en menos de un d¨ªa. El primero que dio la voz de alarma de lo sucedido fue Juli¨¢n LeBar¨®n, un conocido activista del lado mexicano de la frontera, defensor de la tierra y los derechos humanos. El crimen se produjo cuando los miembros de la comunidad mormona, entre ellos algunos familiares de LeBar¨®n, sufrieron una emboscada en una carretera entre Chihuahua y Sonora por hombres armados que, seg¨²n las primeras investigaciones, les confundieron con miembros de un grupo del crimen organizado. Seg¨²n la versi¨®n del activista, el ataque se produjo no muy lejos del rancho familiar, en torno a las nueve de la ma?ana (hora local). "Desde el rancho vieron que la camioneta se estaba quemando. Se o¨ªan disparos", explic¨®.
LeBar¨®n ha detallado que las mujeres ?al menos una de ella, prima suya? y los ni?os viajaban en tres camionetas. En la primera iban una mujer y cuatro de los ni?os asesinados. Otras dos mujeres iban en sendas camionetas, una con siete ni?os y otra con uno. No est¨¢ claro c¨®mo ocurri¨® el ataque, pero seg¨²n la versi¨®n de algunos medios locales, una de las camionetas sufri¨® un pinchazo y esper¨® en el camino a que las otras, que volvieron al rancho, llegaran con un repuesto. Al parecer fue durante la espera cuando se inici¨® el ataque. Al volver del rancho las dem¨¢s camionetas, los criminales habr¨ªan atacado al resto de la familia. Las conductoras murieron, igual que dos ni?os. El resto huy¨®. "Algunos de los ni?os lograron escaparse y corrieron hasta el rancho, que est¨¢ como a 15 kil¨®metros, y avisaron de que a las mujeres las hab¨ªan asesinado¡±, explic¨® Juli¨¢n LeBar¨®n a varios medios mexicanos. Seg¨²n a?adi¨®, uno de los ni?os supervivientes es un beb¨¦, que estuvo solo durante horas en la camioneta junto a su madre muerta hasta que la encontraron.
El nombre de Juli¨¢n LeBar¨®n comenz¨® a aparecer en los medios mexicanos hace 10 a?os, despu¨¦s de que un grupo de criminales asesinara a su hermano Benjam¨ªn y al cu?ado de este en su casa. L¨ªder de la comunidad mormona en la zona, LeBar¨®n organiz¨® a los suyos para exigir justicia por su hermano. Con el tiempo, LeBar¨®n se integr¨® en el Movimiento por La Paz con Justicia y Dignidad, la organizaci¨®n que encabez¨® el poeta Javier Sicilia durante el Gobierno de Felipe Calder¨®n.
En los ¨²ltimos meses, LeBar¨®n hab¨ªa denunciado coacciones por parte de un grupo de presi¨®n en Chihuahua para que dejara de usar unos pozos de agua en sus tierras. LeBar¨®n cultiva nueces en la frontera. No obstante, seg¨²n la primera versi¨®n de las autoridades mexicanas, la matanza no tuvo que ver tanto por su relaci¨®n con el activismo sino porque los integrantes de su familia fueron confundidos por miembros del crimen organizado. O, lo que es lo mismo, todo el mundo est¨¢ en riesgo en algunas zonas del pa¨ªs.
El crimen de la familia LeBar¨®n despert¨® este martes, no obstante, al peor de los fantasmas de M¨¦xico: Donald Trump. La ma?ana del presidente mexicano se cruz¨® con el amanecer tuitero del inquilino de la Casa Blanca. Trump, aprovechando la doble nacionalidad de las v¨ªctimas, sacudi¨® el tablero pol¨ªtico de ambos pa¨ªses con una serie de mensajes que los bienintencionados tender¨¢n a interpretar como un ofrecimiento y todo aquel que siga m¨ªnimamente de cerca la relaci¨®n de ambos Gobiernos, ver¨¢ como una cr¨ªtica y amenaza: ¡°Si M¨¦xico necesita o requiere ayuda, Estados Unidos est¨¢ listo, dispuesto y capacitado para involucrarse y hacer el trabajo de manera r¨¢pida y efectiva. ?A veces necesitas un ej¨¦rcito para derrotar a un ej¨¦rcito!¡±, tuite¨® Trump, sugiriendo en unos caracteres la incapacidad de las autoridades mexicanas para poner freno al crimen organizado.
¡°Este es el momento para que M¨¦xico, con la ayuda de Estados Unidos, libre la guerra contra los carteles de la droga y los borre de la faz de la tierra. ?Simplemente esperamos una llamada de su nuevo gran presidente¡±, prosigui¨® Trump. L¨®pez Obrador, cuestionado en directo por las palabras del presidente de Estados Unidos, evit¨® cualquier atisbo de controversia, pero rechaz¨® su particular ofrecimiento: ¡°La pol¨ªtica se invent¨® para evitar la guerra¡±, dijo el mandatario mexicano, que a ¨²ltima hora de la ma?ana habl¨® por tel¨¦fono con su hom¨®logo: ¡°A trav¨¦s del presidente Trump, envi¨¦ mi m¨¢s profundo p¨¦same a los familiares y amigos de quienes fueron asesinados en los l¨ªmites de Chihuahua y Sonora. Le agradec¨ª su disposici¨®n de apoyarnos y le inform¨¦ de que las instituciones del Gobierno de M¨¦xico act¨²an para hacer justicia¡±, tuite¨® L¨®pez Obrador.
De esta forma, la presi¨®n de Trump ya no solo va dirigida a contener la migraci¨®n, especialmente centroamericana. La reacci¨®n del presidente de Estados Unidos pone a M¨¦xico adem¨¢s ante un dilema, abrazar la estrategia de la confrontaci¨®n al crimen organizado, practicada en los Gobiernos de Enrique Pe?a Nieto y Felipe Calder¨®n, o profundizar en su apuesta por un camino distinto, a¨²n sin aclarar. Ya despu¨¦s del fallido operativo contra el hijo de El Chapo, ambos mandatarios conversaron y L¨®pez Obrador recalc¨® que no quer¨ªa la intervenci¨®n de Estados Unidos e insisti¨®, en m¨¢s de una ocasi¨®n, en que se deber¨ªa respetar la soberan¨ªa de M¨¦xico y que su vecino del norte deb¨ªa hacer algo para frenar el tr¨¢fico de armas hacia el sur, pues muchas de las bandas criminales cuentan con armamento adquirido en Estados Unidos.
Esta vez sucedi¨® entre los Estados de Chihuahua y Sonora. Antes, la emboscada ocurri¨® en Michoac¨¢n contra 13 militares. Y despu¨¦s, un tiroteo dej¨® 14 civiles y otro militar muertos en Guerrero. Y m¨¢s tarde, las calles de Culiac¨¢n, en Sinaloa, se llenaron de hombres armados que sembraron el terror para lograr la liberaci¨®n del hijo de El Chapo Guzm¨¢n. Y si algo tienen en com¨²n todos estos sucesos, adem¨¢s de la brutalidad, es que entre cada crimen apenas pasaron unos d¨ªas, unas semanas. Esto es, que la pr¨®xima, a m¨¢s tardar la siguiente, se volver¨¢ a estar hablando de una matanza sin que haya habido tiempo siquiera a esclarecer la anterior ni se otee una soluci¨®n para poner freno a la violencia.
Despu¨¦s de su rotundo triunfo electoral, L¨®pez Obrador ha ido descubriendo que la realidad violenta de M¨¦xico era mucho mayor de la que imaginaba. Los ¨ªndices de homicidios que se encontr¨® al asumir la presidencia, en diciembre, no han cesado. Esa misma realidad, a su vez, ha puesto al descubierto las carencias de la estrategia de seguridad del mandatario mexicano, si es que la hubiese, pues nunca ha llegado a aclarar en qu¨¦ consiste, m¨¢s all¨¢ de la creaci¨®n de la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo militar que pretende desplegarse por todo el territorio, y de que no quiere una nueva guerra, que no se puede combatir el fuego con m¨¢s fuego.
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