Las aver¨ªas en el motor francoalem¨¢n de la UE
Las divergentes visiones de Par¨ªs y Berl¨ªn sobre Zona Euro, Defensa y Ampliaci¨®n reducen la perspectiva de avances sustanciales en la UE a corto y medio plazo
La cooperaci¨®n franco-germana es el bien pol¨ªtico m¨¢s preciado del continente europeo: a la vista de la historia de Europa, es un aut¨¦ntico tesoro en el fondo del Rin. La actitud colaborativa entre Par¨ªs y Berl¨ªn sigue hoy tan inquebrantable como lo ha sido desde la fundaci¨®n de la Uni¨®n Europea. Los frutos de la misma, sin embargo, est¨¢n lejos de las fases de m¨¢xima fertilidad. La clamorosa discrepancia p¨²blica entre Emmanuel Macron y Angela Merkel en su visi¨®n de la OTAN es solo el ¨²ltimo s¨ªntoma. El presidente franc¨¦s tach¨® de ¡°coma cerebral¡± la situaci¨®n de la Alianza Atl¨¢ntica; la canciller se distanci¨® de las ¡°dr¨¢sticas¡± definiciones del galo.
La defensa evidencia bien una de las divergencias estructurales entre los dos socios indispensables de la construcci¨®n europea. Par¨ªs quiere avances sustanciales de integraci¨®n con los socios que est¨¦n dispuestos a ello. Berl¨ªn desea progresos prudentes que permitan mantener a bordo a todos los miembros del club, por el temor a que la constituci¨®n de avanzadillas abra brechas insalvables.
En materia de la zona euro tambi¨¦n, el presidente franc¨¦s abog¨® en el famoso discurso de la Sorbona de septiembre de 2017 por grandes pasos de integraci¨®n. Berl¨ªn ha cedido poqu¨ªsimo terreno en el asunto, parapetado detr¨¢s de la f¨¦rrea intransigencia de los pa¨ªses de la Liga Hanse¨¢tica. Es cierto que la zona euro ha alumbrado recientemente un germen de presupuesto com¨²n, y que el ministro de Hacienda alem¨¢n, Olaf Scholz, acaba de abrir la puerta a avances en la uni¨®n bancaria, especialmente en la sensible garant¨ªa de dep¨®sitos.
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En el primer caso, algunos observadores ven una prometedora semilla de futuro; muchos otros, un desarrollo m¨ªnimo, insuficiente, que dejar¨¢ otra vez descubierta a la zona euro en caso de una crisis grave. En el segundo caso, el planteamiento de Scholz es pr¨¢cticamente a t¨ªtulo personal y, hasta la fecha, no cuenta con el respaldo expl¨ªcito del socio mayoritario de Gobierno, la CDU de Merkel. En su brutal entrevista con The Economist publicada esta semana, adem¨¢s, Macron habla de ¡°error hist¨®rico¡± en la gesti¨®n de la crisis econ¨®mica europea, con ajustes presupuestarios demoledores para la clase media. Una enmienda a la totalidad de dif¨ªcil digesti¨®n en Berl¨ªn.
La divergencia en el eje franco-alem¨¢n se hizo patente, adem¨¢s, en materia de ampliaci¨®n de la UE, con el reciente veto franc¨¦s a la apertura de negociaciones de adhesi¨®n con Macedonia del Norte y Albania. Alemania es m¨¢s partidaria de abrir procesos que permitan amarrar la panza balc¨¢nica a la UE y evitar el riesgo de penetraci¨®n de Rusia y China en esa ¨¢rea; Francia considera prioritario evitar ampliaciones indigestas y profundizar la integraci¨®n de una UE cohesionada.
La Uni¨®n ha mantenido un notable nivel de cohesi¨®n frente a desaf¨ªos trascendentales e inmediatos: la negociaci¨®n del Brexit, las sanciones a Rusia por la anexi¨®n de Crimea y la invasi¨®n del Donb¨¢s o en el rechazo a las iniciativas ilegales de los independentistas catalanes. Pero la desuni¨®n en la cotidiana construcci¨®n com¨²n es grave, con choques entre Norte y Sur, entre Este y Oeste, entre Comisi¨®n, Parlamento y Consejo. El oro del Rin ¡ªuna eficaz cooperaci¨®n francoalemana¡ª es la salvaci¨®n indispensable de la UE en estos tiempos exigentes, cambiantes, inquietantes.
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