La oposici¨®n rechaza el llamado al di¨¢logo de Evo Morales y eleva la tensi¨®n en Bolivia
El presidente denuncia que un grupo de opositores ha incendiado la casa de su hermana y la de dos gobernadores, de Oruro y Chuquisaca
La oposici¨®n en Bolivia ha rechazado la convocatoria de un "di¨¢logo abierto" que ha hecho el presidente Evo Morales este s¨¢bado.?"No tengo nada que negociar con Evo Morales y su Gobierno" ha asegurado el l¨ªder de la oposici¨®n boliviana, Carlos Mesa. La tajante respuesta de la oposici¨®n ha?agudizado el conflicto en las calles entre los simpatizantes y detractores de Morales. El Ej¨¦rcito del pa¨ªs sudamericano se ha pronunciado este s¨¢bado por primera vez desde las pol¨¦micas elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre y han advertido de que no se enfrentar¨¢n al pueblo boliviano y han pedido una soluci¨®n en el ¨¢mbito pol¨ªtico.
La tensi¨®n ha escalado este s¨¢bado hasta el punto de que el presidente ha denunciado que un grupo de opositores en medio de las protestas ha incendiado la casa de su hermana Esther Morales y de dos gobernadores, el de Oruro y de Chuquisaca. "Denunciamos y condenamos ante la comunidad internacional y pueblo boliviano que el plan de golpe fascista ejecuta actos violentos con grupos irregulares que incendiaron la casa de gobernadores de Chuquisaca y Oruro y de mi hermana en esa ciudad", ha declarado Evo Morales en su cuenta de Twitter.
El pasado mi¨¦rcoles, una turba incendi¨® la Alcald¨ªa de la ciudad de Vinto, cuya alcaldesa, la tambi¨¦n oficialista Patricia Arce, fue arrastrada por la calle, donde la rociaron con pintura y le cortaron el pelo, hasta que fue rescatada por la Polic¨ªa, informa Efe. Estos hechos se registran en medio de una de las jornadas m¨¢s violentas en el pa¨ªs, unas protestas que han dejado al menos tres muertos y 384 heridos desde el viernes. La regi¨®n de Oruro, en el oeste de Bolivia, registr¨® este s¨¢bado un ola de violencia con m¨¢s de 30 heridos en enfrentamientos entre afines y contrarios a Morales.
En este contexto violento, Morales hizo el llamado al di¨¢logo desde el hangar presidencial porque no puede llegar a su oficina en el palacio de gobierno, que se encuentra sin protecci¨®n policial desde que los agentes de La Paz se sumaron al amotinamiento. Adem¨¢s, varios grupos de personas se manifiestan en las cercan¨ªas. El presidente pidi¨® a la polic¨ªa, que se encuentra replegada en sus cuarteles, volver a cumplir su mandato constitucional.
Los polic¨ªas de La Paz se sumaron al amotinamiento iniciado el viernes en varios regimientos de Cochabamba y otras ciudades de Bolivia?como Beni y Santa Cruz. La raz¨®n fueron?diversas reivindicaciones laborales. Piden las mismas condiciones salariales y de jubilaci¨®n que los militares, que gozan de varias ventajas. Estas protestas agravan la crisis pol¨ªtica?de el pa¨ªs desatada tras las elecciones de octubre que dieron una pol¨¦mica victoria a Morales pese a las denuncias de fraude de la oposici¨®n.
Despu¨¦s del amotinamiento en la sede de Gobierno, la ¨²nica fuerza que queda para resguardar la oficina del presidente Morales, que no se encuentra en este lugar, es el regimiento militar Colorados de Bolivia, cuya labor es garantizar la seguridad del mandatario. En respuesta al llamamiento del presidente, miles de campesinos cocaleros, adem¨¢s, se est¨¢n trasladando hacia Cochabamba con el objetivo de llegar a La Paz y, una vez all¨ª, detener lo que el Gobierno califica de "golpe de Estado" dirigido por c¨ªvicos. Al mismo tiempo, las juntas de vecinos cercanas al oficialismo del municipio de El Alto se organizan para bajar a la colindante ciudad de La Paz y "expulsar a los dirigentes c¨ªvicos" que est¨¢n encabezando las protestas.
La oposici¨®n considera que la ¨²nica manera de devolver la tranquilidad al pa¨ªs es la renuncia de Morales y la convocatoria a nuevas elecciones sin que el presidente participe. Los grupos opositores a los que se dirigi¨® Morales son m¨¢s moderados que los comit¨¦s c¨ªvicos que dirigen la movilizaci¨®n en su contra, pero si igualmente improbable que asistan a la cita. El mandatario tambi¨¦n pidi¨® apoyo a los "movimientos sociales" que los apoyan a salvar el Gobierno, que parece cada vez m¨¢s aislado y d¨¦bil.?
Morales asegur¨® el viernes que no renunciar¨¢ y llam¨® a sus simpatizantes a "defender el proceso¡± que dirige desde hace 14 a?os. Las protestas que denuncian un fraude electoral escalaron hasta convertirse en una verdadera sublevaci¨®n en la mayor¨ªa de las ciudades del pa¨ªs, que desde hace varios d¨ªas la polic¨ªa intenta controlar sin ¨¦xito. Hasta ahora se han producido tres muertos y m¨¢s de un centenar de heridos en los enfrentamientos.
Una polic¨ªa dividida
Los amotinamientos comenzaron en la Unidad T¨¢ctica de Operaciones Policiales de Cochabamba para exigir la destituci¨®n del comandante regional de la Polic¨ªa, Ra¨²l Grandi. El cuartel fue rodeado por manifestantes y cantaron con los polic¨ªas el himno nacional y las consignas que se han usado en las protestas de la oposici¨®n que se celebran en Bolivia desde hace dos semanas. ¡°Bolivia se respeta, no somos Cuba ni Venezuela¡±, cantaban polic¨ªas y civiles.
El Gobierno reaccion¨® inmediatamente destituyendo a Grandi y nombr¨® a otro comandante. Pero su cese no ha supuesto por el momento el fin del amotinamiento.?Uno de los l¨ªderes de la protesta apareci¨® ante la prensa con el rostro cubierto para no ser reconocido y sostuvo que ¡°el movimiento no es pol¨ªtico, sino por la dignidad de la polic¨ªa¡±.
El enfrentamiento entre polic¨ªas y manifestantes que protestan contra el resultado de las elecciones, dura ya dos semanas. Los agentes sufren la presi¨®n de la multitud que sale a la calle para exigir la renuncia del presidente, Evo Morales, y nuevas elecciones. Ante los choques, los agentes comenzaron a solicitar compensaciones salariales y mejoras laborales. El Gobierno entreg¨® un ¡°bono de lealtad¡± de 3.000 bolivianos (430 d¨®lares) y alimentos, pero al parecer esta mejora no ha sido suficiente para acallar las reivindicaciones de todos los miembros de las fuerzas de seguridad.
En Santa Cruz, la sede del Comando Departamental de Polic¨ªa estuvo rodeada por manifestantes que gritaba ¡°mot¨ªn policial¡±. Ante las protestas, los efectivos, reunidos en el lugar, decidieron sumarse a sus compa?eros. Mientras, algunos polic¨ªas agitaban las banderas bolivianas que identifican a los opositores, y levantaban los pu?os en alto; otros pusieron un cartel que rezaba: ¡°Mot¨ªn policial¡±.
Los manifestantes, afines a la oposici¨®n, rodean numerosos cuarteles del pa¨ªs y tratan de presionar a los polic¨ªas para que sigan el ejemplo de sus compa?eros de Cochabamba, Beni y Santa Cruz. En algunos casos ha habido actos de fraternizaci¨®n entre polic¨ªas y manifestantes, pero por el momento no han declarado que est¨¦n dispuestos a desobedecer las ¨®rdenes del Gobierno.
La oposici¨®n ha asegurado, ya desde hace unos d¨ªas, que, en algunos casos, la polic¨ªa no era desplegada porque estaba dividida internamente, y el Gobierno no ten¨ªa plena confianza en ella. El mandatario boliviano ha anunciado que no movilizar¨¢ a los militares en contra de la multitud y ha preferido demostrar su fuerza pol¨ªtica llamando a los suyos a salir a la calle. Sin embargo, la actual situaci¨®n cumple la condici¨®n que exige la ley para recurrir a las Fuerzas Armadas: que el conflicto social haya rebasado a la polic¨ªa.
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