Protestas de la oposici¨®n y marchas en apoyo de Evo Morales convulsionan a Bolivia
Una semana despu¨¦s de las elecciones, los opositores se dividen entre los que reclaman una segunda vuelta y quienes piden nuevas elecciones
Las protestas a favor y en contra de los resultados de la elecci¨®n del 20 de octubre en Bolivia han escalado y en todo el pa¨ªs se produjeron choques y amenazas entre seguidores del Gobierno ¡ªque bloquean los caminos en el ¨¢rea rural e intentan desbloquear las calles en las ¨¢reas urbanas¡ª y opositores que, atrincherados en las ciudades, se esfuerzan para detener las actividades cotidianas de la poblaci¨®n. El excandidato Carlos Mesa y el vicepresidente, ?lvaro Garc¨ªa Linera, se culparon mutuamente de agudizar el conflicto y de causar violencia.
Garc¨ªa Linera convoc¨® una conferencia de prensa para acusar a Carlos Mesa de ¡°mal perdedor¡±, ¡°candidato violento¡± y hombre ¡°perseguido por los muertos¡± de su pasado pol¨ªtico. Invit¨® a Mesa a ¡°dejar de ensangrentar a la gente humilde¡± y mostr¨® videos en los cuales grupos de opositores propinaban golpizas y vejaban a ¡°collas¡± o inmigrantes de origen ind¨ªgena en Santa Cruz de la Sierra, el baluarte de la oposici¨®n, que se encuentra completamente paralizada por la huelga convocada por la oposici¨®n. Garc¨ªa Linera tambi¨¦n dijo que Mesa no acepta una auditor¨ªa internacional de los resultados electorales, porque lo que en el fondo busca es la renuncia de Evo Morales. Por tanto, infiri¨®, el rechazo a las elecciones forma parte de un ¡°golpe de Estado¡± detr¨¢s del que, dijo, est¨¢ un pu?ado de opositores exiliados en Estados Unidos y otros pa¨ªses.
Poco antes de la comparecencia de Garc¨ªa Linera ante la prensa, Mesa hab¨ªa hecho circular un video advirtiendo de que existe una estrategia gubernamental para hacer intervenir a grupos violentos y responsabilizarlo a ¨¦l de lo que ocurra. Mesa neg¨® que tenga una intenci¨®n violenta o golpista, y convoc¨® a continuar las protestas pac¨ªficas en ¡°defensa del voto y de la democracia¡±.
Garc¨ªa Linera asegur¨® que el Gobierno no est¨¢ llamando a nadie a movilizarse, sino que busca normalizar la vida cotidiana. Corrigi¨® as¨ª al presidente Evo Morales, que el s¨¢bado hab¨ªa convocado a ¡°cercar¡± las ciudades con bloqueos campesinos, ¡°a ver si (estas) aguantan¡± sin alimentos. Garc¨ªa Linera dijo que ese discurso de Morales fue solo un ¡°comentario¡± de una resoluci¨®n previa de los sindicatos campesinos, que el Gobierno ¡°lamenta¡±. En todo caso, los bloqueos de caminos ya comenzaron y seguramente se extender¨¢n en los siguientes d¨ªas.
Seg¨²n el oficialismo, si la oposici¨®n alega que hubo fraude en las elecciones es porque no quiere reconocer el voto rural. En esta versi¨®n, la diferencia que hubo entre los c¨®mputos del d¨ªa de la votaci¨®n, los cuales suger¨ªan la necesidad de un desempate, y los c¨®mputos finales, que dieron la victoria a Morales en primera vuelta, se debi¨® a la llegada tard¨ªa de los votos del campo, que fueron ampliamente favorables al presidente. ¡°Hay que defender el voto, no es posible que la derecha boliviana desconozca a las ¨¢reas rurales, nuestros triunfos siempre han sido con el voto de las ¨¢reas rurales¡±, dijo ayer Morales. Para la oposici¨®n, esta diferencia solo se explica por una interferencia fraudulenta de las autoridades electorales.
Algunos analistas consideran que las declaraciones de ambas partes culp¨¢ndose mutuamente de un posible estallido de violencia buscan descargar anticipadamente las responsabilidades que tendr¨¢n por el escalamiento de la confrontaci¨®n que est¨¢ siendo causado por la falta de di¨¢logo, la ausencia de una salida visible y los llamamientos a continuar las demostraciones.
Mientras que el Gobierno tiene claro lo que quiere, que es la consolidaci¨®n de la victoria de Morales, las opiniones opositoras sobre qu¨¦ podr¨ªa resolver la crisis son diversas. Unos sectores piden una segunda vuelta entre los dos candidatos m¨¢s votados, Morales y Mesa. Otros sectores, en cambio, recuerdan que, seg¨²n la ley, las elecciones fraudulentas tienen que anularse y debe convocarse a otras, eso s¨ª, con un nuevo Tribunal Electoral. Unos y otros opositores esperan que la fuerza de los conflictos termine empujando a Morales del poder, pero este cuenta con el pleno apoyo de las Fuerzas Armadas y est¨¢ dispuesto a defenderse, ya que no ha dudado en poner a sus adherentes en las calles y caminos, pese al riesgo que esta presencia genera en estos momentos. Nadie parece dispuesto a ceder y ni siquiera a negociar una salida del impasse en el que se encuentra el pa¨ªs.
Fractura social
La Paz se sum¨® este lunes a las otras ciudades en paro. El m¨¦todo que usaron los opositores para detener las actividades en la sede de los poderes p¨²blicos ha sido el bloqueo de calles. Los enfrentamientos se produjeron, sobre todo, en las zonas residenciales de clase media que se encuentran en la ¡°frontera¡± entre la ciudad y el campo. Miembros de los sindicatos de transporte que trabajan comunicando ambas ¨¢reas, y que son de origen popular e ind¨ªgena, intentaron romper los bloqueos sobre las rutas en las que trabajan. En el barrio de Achumani, los vecinos resistieron y se produjo una pelea campal con piedras y palos. Al final, la Polic¨ªa control¨® la situaci¨®n usando gases lacrim¨®genos. Hubo varios heridos, aunque ninguno de gravedad. En cambio, un polic¨ªa golpeado en otra regi¨®n del pa¨ªs se encuentra en estado de coma.
La huelga es m¨¢s fuerte en el sureste del pa¨ªs, donde la poblaci¨®n blanca es predominante. Como ilustra el caso de La Paz, el cumplimiento de la protesta encuentra m¨¢s dificultades en las ciudades del noroeste, en las que los sectores ind¨ªgenas son mayoritarios. Por eso El Alto, ciudad colindante con la sede de Gobierno, hist¨®ricamente conformada por migrantes rurales, fue elegida por el gobierno para festejar all¨ª su triunfo electoral.
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