Guatemala aprueba una ley de reducci¨®n de penas que beneficia a pol¨ªticos encarcelados y reos comunes
Los condenados por delitos de lesa humanidad, contra la ni?ez y la seguridad del Estado quedar¨¢n exentos del beneficio penitenciario
Disfrazada en una jerga jur¨ªdica que deja abierta la puerta a diversas interpretaciones, el Congreso de Guatemala aprob¨® la noche de este martes una ley que permitir¨¢ a los presos reducir las penas impuestas por los tribunales hasta en un 50%, siempre y cuando acepten ¡°de forma consciente, voluntaria e informada¡± haber cometido el delito. La reforma del C¨®digo Penal, que meses atr¨¢s se fren¨® ante la presi¨®n internacional liderada por Estados Unidos y la Uni¨®n Europea, no se aplicar¨¢ a quienes han cometido cr¨ªmenes de lesa humanidad [genocidio, desaparici¨®n forzada, tortura¡], contra la ni?ez y adolescencia, la seguridad del Estado y reincidentes.
Tambi¨¦n contempla que solo podr¨¢n beneficiarse de la reducci¨®n de pena quienes hayan sido condenados a menos de 10 a?os y hayan hecho una ¡°reparaci¨®n digna e integral a las v¨ªctimas en sus componentes de indemnizaci¨®n, restituci¨®n y garant¨ªa de no repetici¨®n¡±. Sin embargo, la reforma especifica que ¡°si [el beneficiario] no puede pagar la cantidad completa, el juez puede fijar una cuota inicial entre el 20% y el 30%, y definir¨¢ la forma de pagar el resto¡±, para lo cual deben presentar garant¨ªas reales.
En el inicio de su tramitaci¨®n, se interpret¨® que estos cambios en el C¨®digo Penal iban destinados a beneficiar a los militares que cometieron delitos de lesa humanidad durante la guerra civil librada en este pa¨ªs centroamericano entre 1960 y 1996. Ante las cr¨ªticas?de la oposici¨®n y la comunidad internacional, los legisladores introdujeron un art¨ªculo donde quedan exentos los imputados por delitos de lesa humanidad. Sin embargo, su expedita aprobaci¨®n, el elevado qu¨®rum que hubo en el Parlamento y las nulas discrepancias que gener¨® entre los pol¨ªticos ha hecho que muchos consideren que todo estaba consensuado entre los los partidos, algunos de ellos con importantes dirigentes?encarcelados por corrupci¨®n,?como Sandra Torres o el expresidente Otto P¨¦rez Molina.
Para el soci¨®logo Gustavo Berganza, el esp¨ªritu original de la ley, facilitar el alivio del reo por tener procesos acumulados, es positivo, aunque ¡°habr¨¢ que valorar si la manera como finalmente qued¨® aprobada resultar¨¢ beneficiosa¡±, extremo que deja valorar a los juristas. Por su parte, el procurador de Derechos Humanos Jord¨¢n Rodas sostiene que estas reformas facilitar¨¢n la excarcelaci¨®n de personas ya sentenciadas, lo que deja en entredicho la existencia de una justicia independiente y la certeza que debe prevalecer sobre la misma. ¡°Saldr¨¢n libres reos ya sentenciados por delitos como extorsiones u homicidios, y favorecer¨¢ a personas ligadas al poder pol¨ªtico y al sector econ¨®mico¡±. "Dejar¨¢ en libertad a gente con un perfil delincuencial peligroso¡±, advierte.
¡°Esta reforma al C¨®digo Penal incentiva al crimen organizado y la impunidad a Guatemala¡±, defiende el analista Manfredo Marroqu¨ªn. ¡°Evidentemente, premia la comisi¨®n de delitos, como el expolio a los bienes del Estado, que ahora resultan conmutables. M¨¢s que un retroceso, es una invitaci¨®n a que los grupos que act¨²an al margen de la ley sigan creciendo¡±, a?ade, para comentar despu¨¦s que su impacto castigar¨¢ aspectos como la inversi¨®n extranjera. ¡°Ahuyentar¨¢ a la empresa privada seria que tiene normas de cumplimiento estrictas¡±, cierra.
Esta misma tesis la defiende Luis Linares, analista de la Asociaci¨®n de investigaci¨®n y Estudios Sociales. ¡°Es un insulto y una muestra de lo envalentonados que [los pol¨ªticos corruptos] est¨¢n. Una aberraci¨®n intolerable¡±. Linares defiende que con esta reforma ¡°los diputados parecen retar a la poblaci¨®n, lo que puede conducir a que en Guatemala se vivan situaciones como las de Bolivia o Chile. Ya no ser¨¢n las manifestaciones pac¨ªficas de hace cuatro a?os, sino que pueden derivar en una violencia impredecible¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.