¡°Venezuela superar¨ªa en 2020 el fen¨®meno migratorio sirio¡±

¡°Am¨¦rica Latina no volver¨¢ a ser la misma¡±, proclama el exvicepresidente guatemalteco Eduardo Stein. Como representante especial para Venezuela de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) es el responsable de coordinar esfuerzos para atender una emergencia migratoria sin precedentes en la regi¨®n. M¨¢s de 4,5 millones de venezolanos han huido de la devastadora crisis de su pa¨ªs, de los cuales 1,5 millones han encontrado refugio en la vecina Colombia, por mucho el principal destino, seguido de Per¨² (860.000), Chile (371.000) y Ecuador (330.000). ¡°Ning¨²n pa¨ªs puede enfrentar solo este ¨¦xodo¡±, valora Stein (Ciudad de Guatemala, 1945) en una charla con EL PA?S durante su reciente visita a Bogot¨¢ para lanzar un plan regional ante las crecientes necesidades humanitarias de los refugiados y migrantes venezolanos en Am¨¦rica Latina y el Caribe, as¨ª como las comunidades que los acogen.

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Pregunta. Usted es el enviado especial para atender uno de los flujos de personas m¨¢s grandes del mundo. ?Cu¨¢l es la gravedad de esa emergencia migratoria?

Respuesta.?Am¨¦rica Latina est¨¢ experimentando el mayor flujo migratorio forzado de toda su historia, ni en los periodos de las guerras de independencia, ni en tragedias de desastres naturales, hemos enfrentado un fen¨®meno de este tama?o. Los gobiernos empezaron a reaccionar en primer lugar con una enorme generosidad, acogiendo a la poblaci¨®n venezolana que sal¨ªa y sigue saliendo, pero llegando ya a niveles de saturaci¨®n donde sus presupuestos nacionales y sus capacidades institucionales est¨¢n agotados. Nos estamos enfrentando a un fen¨®meno de transformaciones profundas en toda la regi¨®n. Am¨¦rica Latina no volver¨¢ a ser la misma despu¨¦s de lo que estamos experimentando.

P. Y el flujo sigue

R. Mientras no haya una soluci¨®n pol¨ªtica interna estable en Venezuela, la gente que se siente en situaciones de carencias extremas va a seguir saliendo a raz¨®n de entre 4.000 y 5.000 diarios. Nosotros tenemos que prepararnos como regi¨®n para un fen¨®meno de migraci¨®n forzada que presiona las estructuras p¨²blicas de atenci¨®n en salud, en educaci¨®n y sobre todo la capacidad de oferta de trabajo. Y eso afecta directamente a comunidades dom¨¦sticas en cada uno de los pa¨ªses. Lo que se ve indispensable es la necesidad de concertaci¨®n regional. Solos nos debilitamos. La integraci¨®n se vuelve una necesidad muy grande.

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P. ?Cu¨¢nto dinero requiere una emergencia migratoria de este tipo?

R.?En ACNUR y OIM hicimos un esfuerzo a finales de 2018, en consulta con los gobiernos, para preparar un plan regional de respuesta a las necesidades de refugio y migraci¨®n forzada. Se lleg¨® a una cifra de 732 millones de d¨®lares para 2019, de lo cual se ha logrado recaudar un 52% a la fecha. Pero el flujo de gente es indetenible y cada vez sale m¨¢s gente en condiciones de precariedad extrema, comparada por ejemplo con 2015, cuando la mayor¨ªa eran profesionales de alto nivel que se pudieron insertar muy r¨¢pidamente en los pa¨ªses vecinos. Argentina, por ejemplo, ocup¨® casi inmediatamente cerca de mil ingenieros de petr¨®leo que salieron de PDVSA [Petr¨®leos de Venezuela, Sociedad An¨®nima]. En cambio, ahora se trata de poblaci¨®n con necesidades extremas, y vulnerabilidades muy grandes. Para 2020 el plan de respuesta humanitaria y de desarrollo contempla 1.350 millones de d¨®lares, y hemos logrado interesar de una manera m¨¢s amplia y profunda a los Estados miembros de la Uni¨®n Europea, que ha sido un contribuyente muy importante.

P. Son cifras que desbordan la capacidad de respuesta de cualquier pa¨ªs suramericano. Colombia, por mucho el principal destino, ha pedido reiteradamente mayor cooperaci¨®n internacional. ?Se est¨¢ produciendo?

R. Los tiempos de negociaci¨®n pol¨ªtica en las diferentes mesas que se han creado para buscar una salida a la crisis interna de Venezuela no son equivalentes a los tiempos humanitarios. Las necesidades humanitarias no pueden esperar. Y por eso no solo las autoridades colombianas, sino de todos los pa¨ªses que se han coaligado en el llamado Proceso de Quito est¨¢n insistiendo en la urgencia de esa ayuda humanitaria para por lo menos enfrentar las primeras exigencias de esa crisis. Algunos pa¨ªses han impuesto un tipo de visa que lo que ha hecho es disminuir el flujo de ingresos legales, pero aumentar los cruces irregulares, lo cual coloca a esta poblaci¨®n en una vulnerabilidad mayor, porque tienen que recurrir a bandas criminales transfronterizas para lograr estos cruces. Hay un nivel de urgencia por lo brusca y s¨²bita de esta crisis. Pero tambi¨¦n hay necesidades de car¨¢cter estructural, de inversi¨®n en las comunidades de acogida. Esto es esencial. La clave est¨¢ en generar empleo para todos, no solo venezolanos y venezolanas.

P. Colombia parece cada vez m¨¢s sola en su postura de acogida y flexibilidad migratoria.

R.?Quiero destacar el valor intr¨ªnseco del Proceso de Quito, como un espacio para compartir experiencias exitosas sobre todo en el tema de la regularizaci¨®n y documentaci¨®n. En la medida en que se regulariza un migrante o una persona en solicitud de refugio, descienden los riesgos de abuso y de violaci¨®n a sus derechos humanos fundamentales. Lo que piden todos los gobiernos es poder arribar a mecanismos de concertaci¨®n que permitan sobre todo alcanzar esa regularizaci¨®n.

P. ?Qu¨¦ le parece el comportamiento de las sociedades de acogida? ?Teme que los latinoamericanos pierdan la paciencia y surjan brotes de xenofobia?

R. Esos brotes se han dado, se est¨¢n dando. Pero afortunadamente hasta ahora han sido pocos. Es curioso c¨®mo nos admiran desde afuera de Am¨¦rica Latina en ese esfuerzo de concertaci¨®n, solidaridad y apertura. La regi¨®n se ha organizado para innovar en los temas m¨¢s fundamentales de atenci¨®n, no solo a la crisis especifica venezolana sino en general a nuestras necesidades integrales de desarrollo. El Proceso de Quito est¨¢ produciendo resultados de entendimiento regional incluso en temas educativos, superando los esquemas que ya exist¨ªan de convalidaci¨®n de t¨ªtulos profesionales.

P. M¨¢s all¨¢ de que pueda haber un cambio en Venezuela que altere las tendencias migratorias, es un fen¨®meno de inmensas magnitudes. ?Cu¨¢les son los escenarios que manejan para el pr¨®ximo a?o?

R. A juzgar por crisis en otras regiones del mundo, esta poblaci¨®n en n¨²meros importantes ya no regresa a su pa¨ªs sino que echa ra¨ªces en el pa¨ªs de destino. Pero el retorno tarda por lo menos dos a?os o tres a?os, sino m¨¢s. O sea, tenemos que estar preparados para atender todav¨ªa elementos de urgencia humanitaria por lo menos por los pr¨®ximos dos a?os. Por eso hemos hecho este plan para el a?o 2020 en la espera de que la absorci¨®n o la inserci¨®n sociolaboral de los que ya salieron pueda caminar a los ritmos que los gobiernos estar¨ªan esperando lograr en los pr¨®ximos meses.

P. ?El pr¨®ximo a?o los desplazados de Venezuela van a superar en n¨²mero a los de Siria?

R. Si los flujos siguen como van, podr¨ªamos llegar a finales de 2020 a cerca de 6,4 millones de personas. O sea, s¨ª superar¨ªa las cifras del fen¨®meno sirio. Con dos diferencias importantes. La gente est¨¢ saliendo de un pa¨ªs que no est¨¢ en guerra y de un pa¨ªs que tiene las reservas probadas de petr¨®leo m¨¢s grandes del mundo.

P. ?Qu¨¦ ense?anzas le han quedado de este a?o largo en el cargo?

R. Se logr¨® concitar un apoyo internacional para los momentos de emergencia humanitaria, que es el cruce y las semanas subsiguientes. Tambi¨¦n aflor¨® con mucha fuerza la necesidad de invertir en las comunidades de acogida en t¨¦rminos integrales. Si no se genera empleo para todos, esas poblaciones inmediatamente se molestan con lo que entienden ser una mayor atenci¨®n a los ¡°fuere?os¡±, por decirlo de alguna manera, que a los locales. Colombia ha sido un experimento muy notable, pues identificaron con mucha rapidez problemas de tipo jur¨ªdico o reglamentario que necesitaban modificar para agilizar la prestaci¨®n de servicios b¨¢sicos a la poblaci¨®n que sigue llegando.?