Condenado a un a?o de c¨¢rcel en Marruecos por insultos a un polic¨ªa un rapero cr¨ªtico con el rey
Amnist¨ªa Internacional denuncia que el motivo de su detenci¨®n son sus comentarios sobre Mohamed VI en la canci¨®n 'Viva el pueblo'
El rapero Mohamed Munir, conocido en el mundo art¨ªstico como Gnawi, ha sido condenado este lunes a un a?o de c¨¢rcel y 1.000 dirhams (unos 100 euros) de multa por un delito de injurias a la polic¨ªa marroqu¨ª en las redes sociales. El artista, de 32 a?os, se encontraba arrestado en prisi¨®n preventiva desde el 1 de noviembre por desacato e injurias contra un agente del orden. Sin embargo, tanto Amnist¨ªa Internacional como la principal ONG del pa¨ªs, la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH), consideran que su encarcelamiento se debe a una represalia de las autoridades tras la difusi¨®n en YouTube de una canci¨®n, junto a otros dos raperos, donde se critica al rey Mohamed VI, que adem¨¢s es Comendador de Creyentes, m¨¢xima autoridad religiosa del pa¨ªs.
La canci¨®n se titula 3acha cha3b (Viva el pueblo, en el ¨¢rabe dialectal marroqu¨ª). Y ya ha alcanzado en YouTube una repercusi¨®n descomunal, con m¨¢s de 15 millones de visitas. La frase ¡°viva el pueblo¡± se convirti¨® desde la primavera ¨¢rabe de 2011 en el lema de las protestas sociales en Marruecos. Tambi¨¦n fue el c¨¢ntico de muchas manifestaciones durante el llamado Hirak (Protestas, en ?rabe) de Alhucemas, en 2017.
La canci¨®n menciona las protestas del Rif (¡°soy el hombre libre detenido detr¨¢s de las rejas¡±, en posible alusi¨®n a Nasser Zafzafi, el preso rife?o m¨¢s carism¨¢tico), las desigualdades econ¨®micas, (¡°?qui¨¦n explota los fosfatos y posee las m¨¢s grandes empresas, qui¨¦n posee todo el pa¨ªs y busca a¨²n m¨¢s riquezas?¡±, y la emigraci¨®n (¡°si somos 40 millones, 30 millones se quedan contigo a la fuerza (¡) No habr¨¢ m¨¢s pobreza porque todo el mundo huir¨¢ en 2020¡±).
En algunos de los montes m¨¢s estrat¨¦gicos de Marruecos, situados a la entrada de ciudades, a menudo se puede avistar desde varios kil¨®metros a la redonda una frase gigantesca que domina el paisaje: ¡°Dios, patria y rey¡±. Son las llamadas ¡°tres constantes¡± del pa¨ªs, tres l¨ªneas rojas que casi nunca traspasan ni los m¨¢s cr¨ªticos con la pol¨ªtica del Estado. Sin embargo, algunos versos de la canci¨®n muestran un cuestionamiento del monarca como pocas veces se ha visto en Marruecos: ¡°Dios, patria, el tercero que se vaya¡¡±. ¡°Tengo miedo de un solo Dios, no de un dictador reprimido¡±.
Los versos m¨¢s cr¨ªticos contra el rey, sin embargo, no son pronunciados por el rapero Gnawi sino por su colega Lgriya, que no ha sido detenido. Este hecho hace que las autoridades policiales hayan declarado de forma an¨®nima a diversos medios de comunicaci¨®n que la detenci¨®n no tiene nada que ver con la canci¨®n sino con un v¨ªdeo difundido el 24 de octubre en Internet donde Gnawi aparece ensangrentado. El cantante acus¨® a un agente de haberle maltratado y robado dinero tras darle el alto en un puesto de control esa misma noche.
La activista Khadija Ryadi, miembro fundador de la AMDH, cree que lo que ha llevado a Gnawi a la c¨¢rcel es la canci¨®n. ¡°No hace falta meter a los tres raperos en la c¨¢rcel¡±, indic¨® a este diario. ¡°Con uno solo basta para transmitir el mensaje de que las l¨ªneas rojas siempre est¨¢n ah¨ª y que el Majz¨¦n [El Estado, en el ¨¢rabe dialectal marroqu¨ª] est¨¢ siempre ah¨ª dispuesto a castigar a quienes las traspasan¡±.
¡°El procesamiento de Gnawi est¨¢ plagado de vicios de forma¡±, a?ade Ryadi. ¡°No hay ninguna denuncia por parte del funcionario. Los hechos son antiguos, pero los han puesto sobre la mesa tras la salida de la canci¨®n. Las acusaciones de derecho com¨²n contra disidentes son una pr¨¢ctica com¨²n de las autoridades. La justicia, que no es independiente, siempre est¨¢ lista a colaborar con la polic¨ªa sin escuchar a la defensa¡±.
El ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Hassan Abyaba, declar¨® el pasado 14 de noviembre: ¡°Las canciones de todo g¨¦nero deben respetar a los ciudadanos, las constantes de la naci¨®n y los principios y valores que forman parte de la educaci¨®n de los marroqu¨ªes¡±. Y a?adi¨® que todo comportamiento no conforme con la ley deber¨¢ responder ante la justicia.
El islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), que encabeza la coalici¨®n de Gobierno, ha salido en defensa del monarca y de las ¡°tres constantes¡±. El secretariado de la organizaci¨®n difundi¨® un comunicado el pasado jueves donde ensalza ¡°el desarrollo notable¡± que ha conocido Marruecos bajo el reinado de Mohamed VI.
El jefe del Gobierno, Saaded¨ªn el Otmani, del islamista PJD, tambi¨¦n alab¨® ¡°la seguridad y la estabilidad¡± conseguidas mediante ¡°las constantes nacionales¡±. ¡°Todo ataque contra esas constantes es una l¨ªnea roja¡±, concluy¨® El Otmani ante miembros de su partido, sin mencionar en ning¨²n momento al rapero.
Mientras las autoridades salen en defensa del orden establecido tampoco faltan quienes defienden a los raperos. La canci¨®n Viva el pueblo se ha coreado en varios estadios de Marruecos. Entre los medios de comunicaci¨®n destaca el semanario Tel Quel, cuyo director, R¨¦da Dalil, escribi¨® el 8 de noviembre: ¡°Si [la canci¨®n] hace vibrar una cuerda sensible es porque ha tocado una realidad que aunque nadie ignora nadie parece encontrarle una soluci¨®n: el malestar de los j¨®venes¡±.
R¨¦da Dalil mencion¨® a los 2,7 millones de marroqu¨ªes ¡°expulsados del sistema y a menudo candidatos a la emigraci¨®n irregular¡±. ¡°Sin empleo, sin formaci¨®n, sin becas. Son la cara B del Marruecos del progreso, de las grandes infraestructuras y de las IDE (Inversiones Directas del Extranjero). La mayor¨ªa de ellos no conocen del Estado m¨¢s que la coerci¨®n de las fuerzas al salir de los estadios y un golpe de porra perdido¡±.
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