Los 20 a?os de Mohamed VI en el trono de Marruecos: de la apertura valiente al estancamiento
Las dos d¨¦cadas de reinado dejan un saldo marcado por grandes avances frente a la persistencia de los viejos problemas
El desempe?o del monarca Mohamed VI durante los ¨²ltimos 20 a?os, tras ascender al trono el 30 de julio de 1999, cuando ten¨ªa 35, ofrece un amplio abanico de factores para analizar. Hay quienes contemplan su gesti¨®n como una historia de ¨¦xito, si se tiene en cuenta el entorno de un Sahel en combusti¨®n, una Argelia que no ha sabido aprovechar su riqueza energ¨¦tica, una Libia anclada en el caos y un Egipto m¨¢s represivo que nunca. Esas voces ensalzan el afianzamiento de las relaciones con la Uni¨®n Europea, los derechos otorgados a las mujeres con el C¨®digo de Familia de 2004, las grandes obras de infraestructuras, el impulso a la industria del motor...
Tambi¨¦n hay quienes lamentan que los grandes problemas sigan sin resolverse: el conflicto del S¨¢hara Occidental contin¨²a estancado, la relaci¨®n del Estado con la regi¨®n del Rif volvi¨® a la vieja senda represiva, el p¨¦simo nivel educativo sigue lastrando el progreso, la econom¨ªa no termina de despegar y miles de j¨®venes arriesgan sus vidas para cruzar el Estrecho.
Mohamed VI recibi¨® una formaci¨®n en ¨¢rabe, franc¨¦s, ingl¨¦s y espa?ol. Se doctor¨® en Derecho Internacional en Niza. En cuanto ascendi¨® al trono comenz¨® a destituir a altos cargos asociados con la pol¨ªtica represiva de su padre, Hassan II. Y acogi¨® en Marruecos a presos pol¨ªticos que su antecesor hab¨ªa condenado al exilio. Era entonces cuando se le conoc¨ªa como el rey de los pobres. De una apertura de reinado valiente, este pa¨ªs de 35,6 millones de habitantes ha transitado hacia el estancamiento. A continuaci¨®n ofrecemos un repaso por los aspectos m¨¢s ilustrativos de las dos d¨¦cadas de Mohamed VI en el trono.
El S¨¢hara y el Rif, los grandes focos de protesta
Las viejas heridas del Rif se reabren. A Hassan II se le recuerda en el Rif como el gran represor. Adem¨¢s de aplastar de forma brutal las revueltas de 1958 y 1984, el padre de Mohamed VI nunca visit¨® la regi¨®n como rey y la conden¨® a la pobreza m¨¢s profunda. Su hijo, sin embargo, decidi¨® emprender el primer viaje oficial a Alhucemas, en 1999. Y decidi¨® pasar siempre unas semanas de vacaciones en la regi¨®n. Para el periodo 2015-2019 promovi¨® un plan de desarrollo llamado Alhucemas, faro del Mediterr¨¢neo que nunca lleg¨® a completarse. Y el Rif sigui¨® hundido en la pobreza.
En octubre de 2016, la muerte de un vendedor de pescado triturado en un cami¨®n de basura cuando intentaba que no le confiscasen la mercanc¨ªa, desencaden¨® un movimiento de protestas que reclamaba mejoras sociales y econ¨®micas para la regi¨®n. Las manifestaciones terminaron al cabo de ocho meses con cientos de j¨®venes rife?os en la c¨¢rcel. Otros tantos decidieron marcharse sin papeles hacia Europa. Cientos de rife?os han sido amnistiados por el rey mediante una gracia real. No obstante, una veintena, los principales encausados, como Nasser Zafzafi, contin¨²an cumpliendo penas de hasta 20 a?os de c¨¢rcel. Muchas voces han solicitado una gracia real con motivo del 20? aniversario de la llegada al trono este 30 de julio.
El conflicto del S¨¢hara, bloqueado. Marruecos destina al S¨¢hara Occidental ¡ªdentro y fuera del pa¨ªs¡ª un gran despliegue diplom¨¢tico y econ¨®mico. A pesar de ese esfuerzo ¡ªo quiz¨¢s gracias a ¨¦l¡ª, nada ha avanzado en la resoluci¨®n del conflicto desde que en 1991 Rabat firmara la paz con el Frente Polisario. Tras 15 a?os de enfrentamiento armado, en 1991 se cre¨® la Misi¨®n de Naciones Unidas para el Refer¨¦ndum en el S¨¢hara Occidental (Minurso). Sin embargo, la palabra refer¨¦ndum cada vez aparece m¨¢s difuminada en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Marruecos solo est¨¢ dispuesto a conceder un r¨¦gimen auton¨®mico a sus ¡°provincias del sur¡± y el Frente Polisario reclama un refer¨¦ndum sobre la independencia.
Debido en buena parte a ese conflicto, la frontera entre Marruecos y Argelia, principal aliado y protector del Frente Polisario, permanece cerrada desde 1994. El coste que esa medida acarrea para la econom¨ªa de ambos pa¨ªses y de la regi¨®n a nadie se le escapa. El proyecto iniciado en 1989 que pretend¨ªa impulsar un mercado com¨²n, con la Uni¨®n del Magreb ?rabe, es hoy pol¨ªtica ficci¨®n.
En 2017, Rabat renunci¨® a su pol¨ªtica de ¡°silla vac¨ªa¡± y regres¨® a la Uni¨®n Africana (UA), despu¨¦s de haberse ausentado durante varias d¨¦cadas. La causa de su autoexclusi¨®n es que este organismo reconoci¨® como miembro de pleno derecho a la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD). Marruecos decidi¨® a partir de 2017 intentar expulsarla desde el propio seno de la UA. ¡°Cuando un cuerpo est¨¢ enfermo es mejor curarlo en el interior que en el exterior del organismo¡±, escribi¨® Mohamed VI en una carta al organismo. Hasta el momento, no ha logrado su objetivo. Pero Rabat sigue tejiendo su red diplom¨¢tica, religiosa y econ¨®mica en el continente.
Pol¨ªtica nacional
El desarrollo humano, estancado. Y la educaci¨®n, el gran lastre. El ?ndice de Desarrollo Humano establecido por la ONU, (que eval¨²a, entre otros factores, los ingresos per c¨¢pita, la situaci¨®n sanitaria y la educaci¨®n), colocaba a Marruecos hace 20 a?os en el puesto 125. No ha progresado mucho. El a?o pasado se encontraba en el 123, detr¨¢s de Argelia (85) y T¨²nez (95). Incluso Libia, que ha retrocedido 26 puestos en cinco a?os, se encuentra por delante (108). Marruecos tambi¨¦n se sit¨²a por detr¨¢s del Estado de Palestina (119).
En Marruecos, una de cada tres personas es analfabeta. La educaci¨®n sigue siendo la gran asignatura pendiente del reinado junto al desempleo juvenil. El pasado 22 de julio el Parlamento aprob¨® un proyecto de ley marco sobre la ense?anza en el que el rey ha puesto gran empe?o. La ley prev¨¦ la ense?anza de materias cient¨ªficas en lenguas extranjeras en lugar del ¨¢rabe. El anterior jefe del Gobierno, el islamista Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, se?al¨® que la ley contiene muchos puntos positivos, pero considera una ¡°cat¨¢strofe¡± que se reemplace el ¨¢rabe por el franc¨¦s.
Fracaso del partido fundado por un amigo del rey. Mohamed VI animaba en sus discursos desde 2007 a crear ¡°un nuevo paisaje pol¨ªtico racionalizado¡±. Los islamistas estaban en auge y no hab¨ªa ninguna formaci¨®n que les hiciera sombra. En agosto de 2009, el amigo del rey y su brazo derecho, Al¨ª Fuad el Himma, fund¨® el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM). Pero nunca ha logrado desbancar a los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que ganaron las legislativas de 2011 y 2016. Hoy, el PAM atraviesa su peor crisis de liderazgo.
Desencanto del votante. Las protestas de la Primavera ?rabe, en 2011, forzaron a Mohamed VI a aprobar una nueva Constituci¨®n en la que el rey renunciaba a su car¨¢cter sagrado y se recortaban levemente sus potestades en favor del Gobierno y del Parlamento. En la pr¨¢ctica, el monarca sigue teniendo grandes poderes. Los ministros llamados de "soberan¨ªa", como el de Exteriores, Interior y Asuntos Religiosos, los designa el monarca. Su persona es ¡°inviolable¡± y oficia como Comendador de Creyentes, m¨¢xima autoridad religiosa del pa¨ªs.
En marzo de 2017 el rey destituy¨® al jefe del Gobierno, el islamista Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, el pol¨ªtico m¨¢s carism¨¢tico del pa¨ªs, despu¨¦s de cinco meses en que Benkir¨¢n no pudo formar un Gobierno de coalici¨®n. El desencanto de la poblaci¨®n respecto a la pol¨ªtica se traduce en el alto nivel de abstenci¨®n en las legislativas, siempre superior a la mitad del censo, a pesar de que un 30% de la poblaci¨®n en edad de votar ni siquiera est¨¢ inscrita en las listas.
Ese descontento social tambi¨¦n se expres¨® en 2018 con la campa?a an¨®nima gestada en las redes sociales contra tres marcas l¨ªderes en el mercado marroqu¨ª. El boicot se prolong¨® varios meses con gran aceptaci¨®n entre los consumidores.
La generaci¨®n de los 20 a?os, la gran perdedora. Los j¨®venes que no han conocido otro rey que Mohamed VI son los grandes damnificados en un pa¨ªs que no ofrece grandes expectativas de futuro. El monarca lamentaba en un discurso en agosto de 2018: ¡°No es razonable que de cada cuatro j¨®venes, uno est¨¦ en el paro, a pesar del nivel de desarrollo econ¨®mico que, por lo general, conoce Marruecos. (...) Muchos j¨®venes, sobre todo con titulaci¨®n superior, cient¨ªficos y t¨¦cnicos, se plantean emigrar al extranjero¡±. En 2018, la tasa oficial de paro fue del 9,8%. Pero entre los j¨®venes de 15 a 24 a?os se elev¨® al 26% en un pa¨ªs de 35,6 millones de habitantes.
Desde 2018, miles de j¨®venes marroqu¨ªes han vuelto a arriesgar sus vidas en pateras como ya lo hicieron en 2001 y 2002. Una encuesta de la BBC efectuada entre 11 pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo y ?frica del Norte revela que el 40% de los marroqu¨ªes desea emigrar. Es el porcentaje m¨¢s elevado de los 11 pa¨ªses, junto con Jordania. Entre los adultos menores de 30 a?os el porcentaje de los que confiesan su deseo de emigrar es preocupante: el 70%. El Estado ha impuesto, a partir de septiembre, el retorno al servicio militar obligatorio, suspendido desde 2006.
Corrupci¨®n. En 20 a?os Marruecos solo ha ascendido dos puestos en el ¨ªndice de corrupci¨®n elaborado por la organizaci¨®n Transparencia Internacional entre 180 pa¨ªses. En 1999 ocupaba el lugar 45 y el a?o pasado el 43. En el puesto de honor se encuentra Dinamarca y en el ¨²ltimo Somalia. La lista se elabora en funci¨®n de la percepci¨®n de corrupci¨®n del sector p¨²blico que tienen los habitantes de cada naci¨®n.
Econom¨ªa
Avances contra la pobreza ensombrecidos por la desigualdad.? En Marruecos hay cuatro millones de pobres, seg¨²n el organismo oficial de estad¨ªsticas. La pobreza ha disminuido de forma considerable en las ciudades, pero persiste en el mundo rural, donde vive un tercio de la poblaci¨®n.
La ONG Oxfam se?ala sobre Marruecos en un informe del pasado abril: ¡°En el curso de los ¨²ltimos 20 a?os el crecimiento ha sido din¨¢mico y el pa¨ªs ha logrado un ¨¦xito cierto en la reducci¨®n de la pobreza, que se sit¨²a en el 5% en la actualidad [mientras en 2001 era el triple]. Pero¡ ¡°Ni el crecimiento continuo ni la reducci¨®n de pobreza han estado acompa?ados por la reducci¨®n de las desigualdades. Marruecos contin¨²a siendo el pa¨ªs m¨¢s desigual de ?frica del Norte. (...)".
Oxfam se?ala que el coeficiente de Gini, que mide las desigualdades a trav¨¦s de las concentraciones de renta, ha evolucionado muy poco desde 1985 a 2014. Y lamenta que el llamado "ascensor social" contin¨²e averiado.
Indicadores econ¨®micos discretos. El PIB anual per c¨¢pita de Marruecos en 2018 es de 2.786 euros, ligeramente inferior al de T¨²nez (2.918) y Argelia (3.620). Es casi diez veces menor que el de Espa?a (25.900 euros), seg¨²n el Fondo Monetario Internacional. Algunos analistas suelen resumir estas cifras recordando que los marroqu¨ªes son diez veces m¨¢s pobres que los espa?oles.
Durante los ¨²ltimos 20 a?os el PIB aument¨® de media un 4% al a?o. Argelia creci¨® en ese tiempo a un ritmo del 3,4%. Y Espa?a al 2,7%. Hace 20 a?os, el PIB de Marruecos era 15 veces inferior al de Espa?a, mientras ahora es 12 veces menor (100.382 millones de euros frente a 1.208.248).
Espa?a se ha convertido desde hace cinco a?os en su principal socio comercial, por delante de Francia. Las econom¨ªas de Marruecos y Espa?a se han vuelto m¨¢s interdependientes y complementarias.
Grandes infraestructuras. Este campo podr¨ªa ser el gran ¨¦xito de los ¨²ltimos 20 a?os. Mientras la obra emblem¨¢tica de Hassan II fue la gran mezquita de Casablanca, construida en 1993, Mohamed VI inaugur¨® en 2007 el puerto de Tanger Med, clave para el desarrollo del pa¨ªs. Mientras el padre casi nunca visit¨® T¨¢nger, Mohamed VI ha convertido a esta ciudad hist¨®rica en el segundo polo econ¨®mico del pa¨ªs. En 2016 puso en marcha la megaplanta solar Noor, una de las mayores del mundo. En 2018 entr¨® en funcionamiento el primer tren de alta velocidad en el norte de ?frica. La distancia entre T¨¢nger y Casablanca ha pasado de casi cinco horas a solo dos. Cuando el rey ascendi¨® al trono hab¨ªa 400 kil¨®metros de autopistas construidos y ahora suman 1.800. Los ¨²ltimos tramos fueron inaugurados en 2016.
La electrificaci¨®n y el acceso al agua potable, casi completados. En 1995 el Estado lanz¨® un Plan de Electrificaci¨®n Rural Global (Perg) con el que aspiraba a proporcionar luz el¨¦ctrica al 85% de las aldeas en 15 a?os. El objetivo se ha superado con creces. En aquella ¨¦poca solo el 18% de las zonas rurales dispon¨ªa de electricidad. Desde 2017 ya cuenta con corriente el¨¦ctrica el 99,5% del pa¨ªs, seg¨²n la Oficina Nacional de Electricidad y de Agua Potable (ONEE). Y en cuanto al agua potable, el acceso en el medio rural es ya del 97%.
Desarrollo de la industria del motor. El grupo Renault-Nissan inaugur¨® en 2012 en T¨¢nger una f¨¢brica con una capacidad de producci¨®n de 400.000 veh¨ªculos. Y el pasado junio fue PSA, la alianza francesa Peugeot-Citro?n, la que pon¨ªa en marcha en la ciudad de Kenitra, a media hora en coche desde Rabat, otra planta con capacidad para producir 200.000 veh¨ªculos a partir del a?o pr¨®ximo. En apenas 10 a?os, y gracias a la implantaci¨®n de zonas francas cerca de sus zonas portuarias, Marruecos ha logrado situarse junto a Sud¨¢frica en el liderazgo continental de la construcci¨®n de coches.
Expansi¨®n del turismo. A pesar de los atentados de Casablanca en 2003 (con 43 muertos), los de Marrakech en 2011 (17 fallecidos) y la decapitaci¨®n de dos turistas n¨®rdicas el a?o pasado, Marruecos ha consolidado una imagen de naci¨®n segura. Gracias a ella, el turismo supone la segunda fuente de ingresos del pa¨ªs detr¨¢s de la agricultura, con un 11% del PIB y 12 millones de visitantes extranjeros en 2018. De esos turistas, 5,6 millones son los llamados Marroqu¨ªes Residentes en el Exterior (MRE), fundamentales en la aportaci¨®n de divisas, aunque no les est¨¢ permitido participar en las elecciones. En 2006 los turistas extranjeros sobrepasaron por vez primera a los MRE.
La visi¨®n exterior
Islote de Perejil, la crisis m¨¢s tensa. El 11 de julio de 2002 una docena de gendarmes marroqu¨ªes ocup¨® el islote de Perejil (conocido en Marruecos como Leila), un pe?¨®n deshabitado al oeste de Ceuta cuya soberan¨ªa espa?ola discute Marruecos. El 17 de julio, 28 soldados espa?oles desalojaron la roca sin que se registrara ning¨²n herido. Ese fue el primer y m¨¢s sonado resbal¨®n diplom¨¢tico de su reinado.
La crisis entre los dos pa¨ªses se prolong¨® durante 15 meses durante la presidencia del Gobierno espa?ol de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El 30 de enero de 2003, Espa?a y Marruecos anunciaron el regreso de sus respectivos embajadores. En la resoluci¨®n de la crisis fue necesaria la mediaci¨®n del entonces secretario de Estado de EE UU, Colin Powell.
Socio clave en la lucha contra el terrorismo. Marruecos se ha convertido en un socio clave para la Uni¨®n Europea ¡ªy sobre todo para Espa?a y Francia¡ª en la lucha contra el terrorismo islamista. El pa¨ªs sufri¨® en carne propia los estragos del yihadismo en 2003, cuando fallecieron 43 personas en Casablanca en cinco atentados contra edificios occidentales y jud¨ªos. A partir de entonces, el Estado activ¨® una gran estrategia no solo policial, sino preventiva en el plano religioso. Eso no evit¨® en 2011 otro atentado en Marrakech que caus¨® 17 muertos. Y tampoco evit¨® que en diciembre del a?o pasado tres individuos de extracci¨®n social muy humilde, que hab¨ªan jurado lealtad al Estado Isl¨¢mico, degollaran a dos turistas escandinavas.
No obstante, la polic¨ªa muestra una enorme eficacia en la desactivaci¨®n de c¨¦lulas islamistas. En 2015 se cre¨® un nuevo cuerpo policial, la Oficina Central de Investigaci¨®n Judicial (BCIJ, por sus siglas en franc¨¦s), que en menos de cuatro a?os ha desmantelado m¨¢s de 60 c¨¦lulas y ha enviado a prisi¨®n a cerca de mil islamistas, muchos de ellos vinculados al Estado Isl¨¢mico.
La buena noticia es esa eficacia. Y la mala es que el problema de fondo sigue ah¨ª. Tras encarcelar a mil supuestos terroristas, no dejan de surgir c¨¦lulas. Tres d¨ªas antes de celebrar el XX aniversario de la llegada al trono de Mohamed VI la agencia oficial MAP informaba de que la polic¨ªa desmantel¨® en T¨¢nger un c¨¦lula ligada al Estado Isl¨¢mico compuesta de cinco "radicales", de entre 24 y 36 a?os.
Emigraci¨®n irregular, disparada y¡ refrenada. Rabat tambi¨¦n se ha convertido en un socio vital respecto a Europa en el control de la emigraci¨®n irregular. No obstante, a menudo se dispara el flujo de llegadas irregulares y eso hace levantar las sospechas sobre hasta qu¨¦ punto Rabat utiliza ese factor como m¨¦todo de presi¨®n en sus negociaciones con Bruselas. Un alto cargo de la Administraci¨®n marroqu¨ª negaba tal acusaci¨®n hace dos a?o y preguntaba a su interlocutor: ¡°?Usted conoce alg¨²n pa¨ªs en el mundo que intente retener a los emigrantes, como hacemos nosotros, en vez de facilitarles la salida?".
Marruecos impuls¨® en 2014 la primera regularizaci¨®n masiva de emigrantes efectuada en ?frica. Y en 2016 impuls¨® una segunda oleada. Las autoridades aseguran que en total han regularizado a unos 50.000 emigrantes. Es cierto que muchos de ellos siguen aspirando a cruzar el Estrecho, pero tambi¨¦n otros tantos se han asentado en el pa¨ªs.
En 2018 llegaron a Espa?a 65.325 inmigrantes sin papeles, m¨¢s del doble que el a?o anterior. Es la cifra m¨¢s alta desde que hay registros, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones, que calcula que cerca de 800 personas murieron o desaparecieron en el Estrecho. El rey Felipe VI pidi¨® a Mohamed VI, durante una visita el pasado febrero, que Marruecos vaya ¡°m¨¢s all¨¢¡± en el control de los flujos. Y Marruecos ha logrado frenar las salidas en lo que va de a?o, sobre todo, de migrantes subsaharianos.
Medios de comunicaci¨®n
Declive ¡°alarmante¡± de la prensa independiente. En su informe de 2018, Reporteros sin Fronteras se?ala que en Marruecos existe desde hace d¨¦cadas ¡°la autocensura y las marcadas l¨ªneas rojas sobre el contenido informativo¡±, pero tacha de ¡°alarmante¡± la situaci¨®n actual por ¡°la existencia casi nula de prensa independiente¡±. A?ade que ¡°el mismo silencio medi¨¢tico que se impone al S¨¢hara Occidental¡± existe en la actualidad respecto del Rif. En su clasificaci¨®n sobre libertad de prensa que examina 180 pa¨ªses, Marruecos ocupa el puesto 135, muy por detr¨¢s de T¨²nez (72) y delante de Argelia (141).
La voz de alerta la emiti¨® Reportero sin Fronteras en 2003: "En Marruecos se han visto truncadas las esperanzas depositadas en Mohamed VI en el momento de su ascensi¨®n al trono en julio de 1999. Los peri¨®dicos independientes contin¨²an bajo la presi¨®n constante de las autoridades". Aquel a?o, la ONG situ¨® a Marruecos en el puesto 131 en su clasificaci¨®n sobre libertad de prensa, efectuada entre 180 pa¨ªses. En 2018, Marruecos?descendi¨® hasta el 135.
La ONG cita varios casos de periodistas que sufrieron el a?o pasado condenas de c¨¢rcel. Y a?ade que aunque ¡°el r¨¦gimen de la monarqu¨ªa alau¨ª siempre ha ejercido un f¨¦rreo control sobre lo que se publica o difunde (¡), el impulso de las revueltas ¨¢rabes ha tenido un efecto contrario en Marruecos¡±. Recuerda que algunos medios que nacieron con la llegada de Mohamed VI al trono ¡°con una pretensi¨®n profesional mucho m¨¢s cr¨ªtica (¡) han dejado de luchar por ese espacio de expresi¨®n y libertad¡±.
En Marruecos es c¨¦lebre el caso del director del medio digital en ¨¢rabe Lakome, Ali Anouzla, quien en 2013 public¨® un editorial titulado Absentismo real, en el que cuestionaba la estancia privada de diez semanas que el soberano disfrut¨® en Francia ese a?o. Meses despu¨¦s, Anouzla pas¨® varias semanas en prisi¨®n acusado de ¡°apoyo material¡±, ¡°apolog¨ªa¡± e ¡°incitaci¨®n¡± al terrorismo, por la publicaci¨®n del enlace a un v¨ªdeo sobre Al Qaeda en el Magreb. Su caso a¨²n est¨¢ pendiente de sentencia. Anouzla fund¨® una segunda versi¨®n de Lakome, pero este sitio nunca ha alcanzado la influencia ni sentido cr¨ªtico que tuvo en su d¨ªa.
Escasas entrevistas. Durante sus frecuentes viajes al extranjero el rey suele prestarse a posar junto a admiradores marroqu¨ªes en fotos que despu¨¦s se difunden en redes sociales. Sin embargo, ha concedido muy pocas entrevistas. En 2001 concedi¨® una al diario Le Figaro donde declar¨®: "En Marruecos nunca hemos ocultado el problema de la emigraci¨®n". "Es un problema real. Lo que no aceptamos es que Madrid diga que todas las dificultades de Espa?a tienen su origen en Marruecos". La ¨²ltima de sus entrevistas la public¨® EL PA?S hace 14 a?os.
Encuesta prohibida. Con motivo del d¨¦cimo aniversario de su llegada al trono, el diario franc¨¦s Le Monde encarg¨® en 2009 una encuesta en colaboraci¨®n con dos semanarios marroqu¨ªes, Tel Quel, la revista en franc¨¦s de mayor difusi¨®n, y Nichane, la segunda en ¨¢rabe en aquel momento. Solo Le Monde lleg¨® a publicarla, bajo el t¨ªtulo de La encuesta prohibida. Mientras, Tel Quel titul¨®: El pueblo juzga a su rey. Pero las dos publicaciones marroqu¨ªes fueron secuestradas por el Gobierno. El entonces ministro de comunicaci¨®n, Khalid Naciri, declar¨®: "La monarqu¨ªa no puede ser sometida a un sondeo, cualquiera que sea su resultado¡±.
El 91% de los marroqu¨ªes hac¨ªa un balance positivo e incluso muy positivo de la d¨¦cada. Solo el 6% la tach¨® de negativa. No obstante, el 61% opinaba que la pobreza no se hab¨ªa recortado o incluso se hab¨ªa agravado. En cuanto a la medida social de mayor calado progresista, el nuevo c¨®digo de familia impulsado por el rey en 2004, la mitad de la poblaci¨®n (49%) consideraba que otorga demasiados derechos a la mujer.
Libertades y derechos
Acogida de exiliados y destituci¨®n de la mano derecha de Hassan II. Tras llegar al trono, Mohamed VI solo tard¨® dos meses en permitir el regreso de uno de los exiliados m¨¢s c¨¦lebres, el opositor jud¨ªo marroqu¨ª Abraham Serfaty, quien hab¨ªa pasado 17 a?os en las c¨¢rceles de Hassan II antes de que lo expulsaran del pa¨ªs. Mientras tanto, fue deshaci¨¦ndose de importantes cargos policiales vinculados a la pol¨ªtica represiva de Hassan II. Y a los cuatro meses de ascender al trono destituy¨® a Dris Basri, el temible ministro del Interior durante los ¨²ltimos 20 a?os de reinado de su padre.
Luz sobre la represi¨®n del padre. Mohamed VI impuls¨® la creaci¨®n de la Instancia Equidad y Reconciliaci¨®n (IER), organismo que investig¨® durante dos a?os la represi¨®n perpetrada durante el reinado de su padre, Hassan II (1961-1999), periodo que coincide en buena parte con los llamados a?os del plomo. Hassan II neg¨® en varias ocasiones que en su pa¨ªs hubiera presos pol¨ªticos. Sin embargo, la Instancia Equidad y Reconciliaci¨®n convoc¨® a 200 de los presos m¨¢s representativos y sus testimonios fueron difundidos por televisi¨®n. Aquel ejercicio de memoria y reparaci¨®n a lo largo de dos a?os supuso un hecho in¨¦dito en el mundo ¨¢rabe. Miles de v¨ªctimas fueron indemnizadas. Pero los torturadores nunca resultaron juzgados.
Un observador europeo que conoce el pa¨ªs desde el reinado de Hassan II y prefiere no revelar su nombre, se?ala: ¡°Hab¨ªa que estar aqu¨ª en los ochenta y noventa para darse cuenta del valor que tuvieron muchas decisiones. De repente, Mohamed VI comenz¨® a llamar a personajes que estaban en el exilio, expulsados por su padre, y les concedi¨® puestos de importancia. Al margen de que lo hiciera por un motivo de reivindicaci¨®n personal ante la figura paterna, de sus acciones se desprende que ten¨ªa una visi¨®n moderna del Estado. Actu¨® con mucho vigor y valent¨ªa en los primeros a?os¡±.
Importantes derechos para las mujeres. Mohamed VI impuls¨® en 2003, y fue aprobado al a?o siguiente, el nuevo C¨®digo de Familia o Mudawana, que aportaba un gran avance en los derechos de las mujeres. El rey la impuls¨® a pesar de que una gran parte de la sociedad consideraba que las reformas iban contra el esp¨ªritu de la religi¨®n musulmana. Hasta entonces, la mujer necesitaba un tutor para casarse y despu¨¦s deb¨ªa obediencia a su marido por ley. La edad m¨ªnima de casamiento pas¨® de los 15 a los 18 a?os. La poligamia sigui¨® en vigor, pero solo se permite cuando la primera esposa la consiente. Las mujeres pudieron, desde 2004, solicitar el divorcio.
No obstante, el matrimonio con ni?as menores sigue celebr¨¢ndose, especialmente en zonas rurales. Los art¨ªculos 20 y 21 del C¨®digo de Familia permiten a los jueces autorizar el matrimonio de menores, siempre que haya un examen m¨¦dico y una investigaci¨®n social. Esa medida, que deber¨ªa aplicarse de forma excepcional, se ha convertido en el origen de miles de casamientos de menores. Adem¨¢s, las mujeres siguen sin disfrutar de los mismos derechos que el hombre para heredar, tal como sucede en el resto de pa¨ªses musulmanes.
Por otro lado, la homosexualidad est¨¢ castigada con penas de c¨¢rcel. El sexo fuera del matrimonio sigue siendo ilegal. En 2018, m¨¢s de 3.000 personas fueron procesadas por adulterio. Los hijos de las madres solteras ¡ªconocidos en la sociedad como ¡°hijos del pecado¡±¡ª no tienen los mismos derechos que el resto de ciudadanos. No pueden acceder, por ejemplo, a ninguna pensi¨®n ni herencia del padre biol¨®gico.
Avances insuficientes para las principales organizaciones humanitarias. La Constituci¨®n de 2011 proh¨ªbe la tortura en su art¨ªculo 22. Pero las organizaciones humanitarias internacionales siguen denunciando casos. El monarca promovi¨® en 2011 la creaci¨®n del Consejo Nacional de Derechos del Hombre (CNDH), instituci¨®n oficial cuya misi¨®n es promover y proteger los derechos humanos y que en Espa?a ser¨ªa equivalente al Defensor del Pueblo. La presidenta de este organismo, Amina Bouayach, declar¨® en una entrevista reciente a la agencia Efe que en Marruecos no hay presos pol¨ªticos, "sino prisioneros que han sido arrestados por su participaci¨®n en manifestaciones o en violencias producidas en esas manifestaciones". Respecto a la tortura, Bouayach afirm¨® que ya no se practica.
Human Rights Watch (HRW) sostiene en un informe de 2018 que tanto esta ONG como Amnist¨ªa Internacional pudieron efectuar sus investigaciones en Marruecos ¡°relativamente sin restricciones¡± durante los 25 a?os previos a 2015. Ese a?o, Amnist¨ªa public¨® un informe donde denunciaba 173 casos de torturas y malos tratos en los cuatro a?os anteriores. Las autoridades tacharon la investigaci¨®n de parcial y lamentaron que la organizaci¨®n no tuviese en cuenta la ¡°verdadera medida de los avances¡± en materia de derechos humanos. As¨ª que cuando se produjeron cientos de detenciones y encarcelamientos tras las protestas de la regi¨®n del Rif, ni HRW ni Amnist¨ªa Internacional pudieron trabajar sobre el terreno. Tampoco pudieron hacerlo en el S¨¢hara Occidental.
La ONG m¨¢s combativa y de mayor presencia en el pa¨ªs es la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH). Su presidente, Aziz Rhali, estima que en 20 a?os se han registrado ciertos avances, sobre todo en la promulgaci¨®n de leyes. Pero estima que sigue habiendo un d¨¦ficit democr¨¢tico y esos avances apenas se han notado sobre el terreno.
Esfera personal
Casamiento poco tradicional y divorcio. El hijo primog¨¦nito de Hassan II, miembro de la dinast¨ªa alau¨ª que reina en Marruecos desde el siglo XVII, se cas¨® en 2002 con ¡°la perla radiante, la pura, la casta, la virtuosa y la noble Lalla Salma¡±, seg¨²n rezaba el comunicado de la agencia oficial MAP. El rey celebr¨® su matrimonio 48 horas despu¨¦s de la toma del islote de Perejil.
Salma Benanni, su nombre de soltera antes de convertirse en Lalla [princesa, en ¨¢rabe], ten¨ªa 24 a?os. Es hija de un profesor universitario y hu¨¦rfana de madre desde los tres a?os. Fue primera de promoci¨®n en su carrera de ingeniera inform¨¢tica. Fue tambi¨¦n la primera esposa de un rey de la dinast¨ªa alauita que aparec¨ªa en p¨²blico y se le conced¨ªa el t¨ªtulo de princesa. El mi¨¦rcoles 21 de marzo de 2018, d¨ªa en que se cumpli¨® el 16? aniversario del matrimonio, la revista Hola anunci¨® el divorcio de la pareja. El Palacio Real no desminti¨® ni confirm¨® la noticia.
El silencio del Palacio se rompi¨® el s¨¢bado 20 de julio, cuando el abogado en Par¨ªs del monarca, Eric Dupond-Moretti, se dirigi¨® en nombre de Salma y Mohamed VI a una revista francesa para desmentir una informaci¨®n en donde se afirmaba que el rey pod¨ªa estar impidiendo a la princesa viajar con sus dos hijos al extranjero por temor a que huyese con ellos. Desde ese d¨ªa, un medio muy pr¨®ximo al Palacio Real como es Le360 menciona a Lalla Salma como ¡°exesposa¡± del monarca.
El primo del rey, exiliado. Mulay (t¨ªtulo dado a los pr¨ªncipes descendientes del Profeta) Hicham el Alau¨ª (Rabat, 1964) es primo hermano del rey. Le apodaban El pr¨ªncipe rojo. Desde 2001 empez¨® a criticar la gesti¨®n de Mohamed VI. Ese mismo a?o denunci¨® estar harto de ser ¡°escuchado y seguido¡± por los servicios secretos. Al a?o siguiente se march¨® a Estados Unidos con su familia, donde reside en la actualidad como investigador asociado en la Universidad de Harvard. En 2018 declar¨® a un canal franc¨¦s que hab¨ªa solicitado tres a?os atr¨¢s a Mohamed VI por escrito que le retirase el t¨ªtulo de pr¨ªncipe y de su rango como tercero en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono. El monarca no le contest¨®.
Incremento de la fortuna personal. Mohamed VI es el principal accionista de Siger (le¨ªdo al rev¨¦s ser¨ªa Regis, que procede de la ra¨ªz latina rex, rey) el holding que controla el 30% de la econom¨ªa del pa¨ªs, clave en todos los sectores estrat¨¦gicos de Marruecos, desde la energ¨ªa y los bancos hasta las grandes cadenas de supermercados. En 2007 la revista Forbes situaba a Mohamed VI como el s¨¦ptimo monarca m¨¢s rico del mundo, con una fortuna de 1.775 millones de euros. En 2015 la cifraba en m¨¢s del doble, 5.000 millones de euros. En sus primeros nueve a?os en el trono la fortuna del monarca se increment¨® por cinco, desde 500 millones de d¨®lares (443 millones de euros) a 2.500 (2.300 millones de euros), seg¨²n la revista Tel Quel.
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