La tensi¨®n entre los partidos del Gobierno alem¨¢n crece tras la elecci¨®n de nuevos l¨ªderes en el SPD
Los conservadores rechazan renegociar la coalici¨®n para incluir nuevas exigencias socialdem¨®cratas
Arranca el pulso entre los partidos de la gran coalici¨®n alemana. La elecci¨®n este pasado fin de semana de una pareja del ala izquierda, cr¨ªtica con la alianza de Gobierno, para dirigir la socialdemocracia (SPD) empieza a dejarse notar. El nuevo SPD quiere renegociar el contrato de coalici¨®n que firm¨® con los conservadores (CDU/CSU) hace m¨¢s de un a?o ¨Cque es el marco del programa de gobierno¨C para imprimirle un car¨¢cter m¨¢s social. La CDU/CSU, el socio mayoritario encabezado por Angela Merkel, se niega a reabrir el mel¨®n. Y todo cuando falta una semana para que el SPD celebre un congreso crucial en el que decidir¨¢ si sigue o no en el Ejecutivo alem¨¢n y en qu¨¦ t¨¦rminos. El cuarto y ¨²ltimo mandato de la canciller Merkel afronta debilitado esta nueva sacudida, que ha sumido a la gran potencia europea en la m¨¢s honda incertidumbre pol¨ªtica.
La elecci¨®n de los candidatos del antiestablishment Norbert Walter-Borjans y Saskia Esken al frente del SPD el pasado s¨¢bado ha sometido al Ejecutivo de Berl¨ªn a una enorme presi¨®n. El t¨¢ndem perteneciente al ala izquierdista del partido aspira a recuperar la popularidad de un partido que atraviesa horas muy bajas. Para ello, los nuevos dirigentes quieren recuperar las esencias de una socialdemocracia cuyo perfil consideran que se confunde a menudo con el de sus socios de gran coalici¨®n, los conservadores, con los que han gobernado 10 de los ¨²ltimos 14 a?os.
Las nuevas demandas socialdem¨®cratas, que a¨²n deben concretarse a lo largo de la semana, est¨¢ previsto que incluyan m¨¢s medidas ambientales y un gran paquete de gasto p¨²blico en materia social, en escuelas y en infraestructuras. En el programa pol¨ªtico de los domingos por la noche, Walter-Borjans estim¨® que hacen falta 45.000 millones de euros al a?o de inversiones p¨²blicas. Al contrario que sus rivales en la carrera por la presidencia del SPD, Walter-Borjans y Esken son enemigos declarados del schwarze Null, es decir, el venerado d¨¦ficit cero en los presupuestos que rigen las finanzas alemanas.
El t¨¢ndem rupturista derrot¨® a la pareja considerada continuista formada por el ministro de Finanzas y vicecanciller alem¨¢n, Olaf Scholz y la exdiputada regional Klara Geywitz y que part¨ªa como favorita. En los despachos de Berl¨ªn eran muchos los que daban por sentada una victoria de Scholz, que pese a ser el rostro m¨¢s conocido, acab¨® derrotado con un 45,33% de los votos de unos militantes con hambre de cambio y de castigar a un aparato que muchos consideran que ha llevado al partido por el camino equivocado.
Merkel, que comparte Ejecutivo con Scholz, dijo el lunes estar dispuesta a debatir y a cooperar en esta nueva fase ¡°como es habitual en la coalici¨®n¡±, indic¨® su portavoz en la conferencia de prensa de los lunes. Acto seguido, descart¨® sin embargo cualquier renegociaci¨®n general. ¡°No se vislumbra una renegociaci¨®n del acuerdo de coalici¨®n¡±, zanj¨® el portavoz, Steffen Seibert.
¡°Que en uno de los partidos haya un cambio de l¨ªderes [¡] no quiere decir que se deba renegociar el pacto por completo¡±, dijo este lunes Annegret Kramp-Karrenbauer, ministra de Defensa y presidenta de la CDU a la cadena de televisi¨®n ZDF. ¡°Los nuevos l¨ªderes del SPD tienen que decidir si quieren seguir o no en la gran coalici¨®n¡±, dijo Kramp-Karrenbauer, quien advirti¨®: "No somos un centro terap¨¦utico para los partidos del Gobierno". De momento en cualquier caso, la consigna de la CDU parece ser no tomar ninguna decisi¨®n definitiva y dejar claro que la pelota est¨¢ ahora en el tejado del SPD, que debe decidir acerca de su futuro en el congreso del pr¨®ximo viernes.
Otros barones de la CDU, as¨ª como el jefe de los conservadores b¨¢varos (CSU), tambi¨¦n socio de Gobierno, se han negado a reabrir un contrato de coalici¨®n de 175 p¨¢ginas que fue objeto de dur¨ªsimas negociaciones hace menos de dos a?os. Eso no quiere decir, sin embargo, que no puedan sentarse a negociar aspectos y mejoras puntuales y que, por lo tanto, se pueda encontrar una salida digna para el atolladero pol¨ªtico en el que se encuentra Alemania. Precisamente, el ¨²ltimo art¨ªculo del llamado contrato de coalici¨®n establece que ¡°en la mitad del periodo legislativo se har¨¢ un inventario del contrato de coalici¨®n para determinar qu¨¦ medidas se han implementado o qu¨¦ nuevos proyectos deben ser acordados sobre la base de las nuevas circunstancias¡±.
Elecciones anticipadas
Porque por muy dram¨¢tica que pueda parecer la situaci¨®n, lo cierto es que, en principio, ninguno de los dos partidos de la gran coalici¨®n tiene excesivo inter¨¦s en romper el Gobierno. Las encuestas indican que convocar elecciones anticipadas expondr¨ªa a un severo castigo a ambos partidos, cuyos liderazgos, adem¨¢s, se encuentran en fase de maduraci¨®n y poco preparados para ir a unas elecciones. Quieren mantener en pie el Ejecutivo, pero la cuesti¨®n, sobre todo para la CDU, es a qu¨¦ precio.
¡°No creo que vaya a haber elecciones anticipadas¡±, vaticina Andrea R?mmele, profesora de Pol¨ªtica en la Hertie School of Government. ¡°Nos encontramos en un punto de no retorno con las pr¨®ximas elecciones dentro de menos de dos a?os y con la presidencia alemana de la UE prevista para el a?o que viene¡±, a?ade.
Las inc¨®gnitas se ir¨¢n despejando en los pr¨®ximos d¨ªas. Esta misma semana resultar¨¢ clave para determinar la magnitud del ¨ªmpetu rupturista de los nuevos presidentes del SPD y del estado de ¨¢nimo del partido en general, que entre el viernes y el domingo tiene previsto someter en congreso a votaci¨®n los t¨¦rminos en los que participa en la gran coalici¨®n.
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