Corea del Norte anuncia la suspensi¨®n de las negociaciones nucleares con EE UU

Corea del Norte ha dado un pu?etazo sobre la mesa. Al menos, eso parece deducirse de las declaraciones de su embajador ante la ONU, Kim Song, que en un comunicado entregado a Reuters ha apuntado este s¨¢bado que su pa¨ªs ha retirado la desnuclearizaci¨®n de la agenda de negociaciones con Estados Unidos y no necesita pormenorizadas conversaciones con Washington.

Pyongyang lleva tiempo dejando clara su frustraci¨®n con el estancamiento del di¨¢logo tras dos a?os sin grandes progresos. Tres cumbres entre el presidente de EE UU, Donald Trump, y el l¨ªder norcoreano, Kim Jong-un, han conducido a pocos avances m¨¢s all¨¢ de las fotograf¨ªas de sus apretones de mano ¡ªla ¨²ltima, en la frontera entre las dos Coreas¡ª y una vaga declaraci¨®n de intenciones en el primero de sus encuentros, en junio de 2018 en Singapur. El r¨¦gimen de Kim hab¨ªa amenazado ya que podr¨ªa retirar la desnuclearizaci¨®n de la mesa de negociaciones si no ve¨ªa concesiones de Estados Unidos para destrabar el punto muerto antes de fin de a?o.

En el comunicado que cita Reuters, el embajador Kim declara que el ¡°di¨¢logo sostenido y sustancial¡± que Estados Unidos pide es una mera ¡°estratagema para ganar tiempo¡± mientras se centra en su agenda pol¨ªtica interna ante las elecciones presidenciales de 2020. ¡°No necesitamos mantener largas conversaciones ahora mismo con Estados Unidos, y la desnuclearizaci¨®n se ha retirado de la mesa de negociaci¨®n¡±, enfatiza.

M¨¢s informaci¨®n

Corea del Sur y Jap¨®n dan pasos para destensar su relaci¨®n

A medida que ha crecido la impaciencia de Pyongyang, se ha elevado la temperatura en la ret¨®rica entre los dos pa¨ªses. El viceministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Ri Thae Song, ha afirmado que cualquier posible anuncio de Washington sobre el relanzamiento de las conversaciones solo ser¨ªa ¡°una triqui?uela tonta¡± que utilizar durante la campa?a electoral. Han vuelto los insultos que se intercambiaron en 2017, en plena escalada de las tensiones entre ambos y de una campa?a de pruebas de misiles norcoreanos que culmin¨® con los lanzamientos de cohetes intercontinentales, capaces de alcanzar cualquier punto en territorio estadounidense.

Este martes, Trump recuperaba el apodo ir¨®nico ¡°hombre cohete¡± con el que hace dos a?os describi¨® a Kim y puntualizaba que su pa¨ªs se reserva el derecho de usar la fuerza militar contra Corea del Norte. Pyongyang respondi¨® que repetir ese lenguaje supondr¨ªa la ¡°reca¨ªda en las chocheces de un viejo chocho¡±, empleando de nuevo el ep¨ªteto con el que hab¨ªa calificado en 2017 al inquilino de la Casa Blanca.

Aunque el lenguaje de entonces haya reaparecido, la situaci¨®n ya no es la misma de 2017. Y no favorece, precisamente, a Estados Unidos. El presidente estadounidense se encuentra inmerso en un proceso de impeachment y se juega la reelecci¨®n dentro de once meses. No consigue llegar a un pacto sobre su acuerdo de defensa con Corea del Sur. En cambio, el l¨ªder norcoreano ha demostrado que cuenta con armamento nuclear y los misiles que necesita para golpear en suelo estadounidense.

Kim ha amenazado con tomar ¡°un nuevo camino¡± el a?o pr¨®ximo, lo que podr¨ªa significar una vuelta a las pruebas de misiles que se multiplicaron en 2017. Ya este a?o, pese a la moratoria t¨¢cita vigente desde el comienzo del deshielo en las relaciones bilaterales, Corea del Norte ha llevado a cabo varios lanzamientos, el ¨²ltimo de ellos la semana pasada. Y en dos meses, la agencia de noticias norcoreana KCNA ha publicado dos series de fotograf¨ªas del l¨ªder sobre un caballo blanco en el monte Paektu, donde la tradici¨®n coreana establece el comienzo de su cultura y con el que la dinast¨ªa Kim asocia su linaje. Las visitas al volc¨¢n han precedido, en el pasado, a importantes anuncios pol¨ªticos: en 2013, acudi¨® antes de que comenzara la purga en la que fue ejecutado su t¨ªo Jang Song-thaek; en diciembre de 2017, antes de anunciar la nueva fase de deshielo.

Las negociaciones sobre la desnuclearizaci¨®n no han conseguido arrancar desde que fracasara en Estocolmo un intento de restablecer las conversaciones entre representantes de EE UU y norcoreanos en octubre. Washington exige el desmantelamiento completo del programa nuclear norcoreano, mientras que Pyongyang pide que Estados Unidos levante algunas de las numerosas sanciones que pesan contra el r¨¦gimen.