La polic¨ªa antidisturbios de Colombia, en la mira por lesiones oculares a manifestantes

Yuri Camargo se gradu¨® el 20 de noviembre pasado. Sali¨® a marchar por las calles de Bogot¨¢ el 21, el 22 y el 26 recibi¨® un impacto de la polic¨ªa antidisturbios que le quit¨® la posibilidad de ver por su ojo izquierdo. ¡°Era un d¨ªa normal de marcha en la Universidad Nacional. El Esmad [Escuadr¨®n M¨®vil Antidisturbios] arremete con lacrim¨®genos, yo estoy en la primera l¨ªnea pero bajo la guardia y siento el proyectil, me disparan con una bala de goma directo al ojo. Me desmayo, me levantan. Veo destellos, veo negro, me pongo a llorar del dolor¡±. Yuri habla en presente, seg¨²n ella, porque lo revive y porque los casos siguen ocurriendo.

Las im¨¢genes de j¨®venes llorando sangre por uno de sus ojos tras recibir impactos de la polic¨ªa antidisturbios obligan a esquivar la mirada, pero est¨¢n ah¨ª y se han convertido en las ¨²ltimas im¨¢genes de las protestas en Colombia, que ya completan un mes. Los v¨ªdeos se hacen virales y recuerdan a las lesiones oculares que ocurrieron en Chile, donde Naciones Unidas se?al¨® al Gobierno por estas violaciones graves a los principios internacionales. All¨¢ la polic¨ªa suspendi¨® el uso de perdigones tras herir a 1.000 personas.

El ¨²ltimo hecho ocurri¨® el pasado jueves en Bogot¨¢,? cuando j¨®venes que integran la Primera L¨ªnea, un grupo de defensa similar al de las protestas de Hong Kong, recibieron impactos y pasaron 40 minutos esperando para ser trasladados a un hospital. Pero los casos vienen desde las protestas del 21 de noviembre e incluso antes, por lo cual congresistas de oposici¨®n exigen el desmonte del Esmad. Seg¨²n la Campa?a Defender la Libertad van ocho lesionados oculares. EL PA?S escuch¨® los relatos de seis de ellos en Bogot¨¢ y Medell¨ªn.

B¨¢rbara Z¨¢rate no ha sido capaz de ver los v¨ªdeos de su hijo Cristian Rodr¨ªguez, que perdi¨® su ojo el lunes 16 de diciembre. Seg¨²n los relatos de los testigos, el joven de 26 a?os, estudiante de Trabajo Social, recibi¨® el impacto de una bomba aturdidora en el rostro. El diagn¨®stico: trauma ocular severo. ¡°Soy una mujer que ama a su pa¨ªs. Si ac¨¢ le suben el pasaje al Transmilenio, uno paga; si le suben los impuestos, tambi¨¦n agacha la cabeza. Esta es otra generaci¨®n, los chicos de ahora no se aguantan. Lo que duele es que los califiquen de v¨¢ndalos cuando no lo son. Con mi hijo cometieron una injusticia¡±, dice la mujer que comenz¨® un proceso judicial contra el Esmad. La Polic¨ªa ha dicho que estaban bloqueando una v¨ªa, pero testigos aseguran que el muchacho no estaba en ese grupo y que recibi¨® el impacto de frente. ¡°?l nos cuenta que corri¨® y que el polic¨ªa lo persigui¨® para lanzarle la bomba¡±, agrega.

Las afectaciones no solo han ocurrido en Bogot¨¢, donde se han concentrado las protestas. En Medell¨ªn, Alexis Lopera Quiceno, estudiante de Educaci¨®n F¨ªsica perdi¨® la visi¨®n en el ojo derecho. Hab¨ªa participado en la marcha del 21 de noviembre que fue pac¨ªfica hasta las seis de la tarde. A esa hora lleg¨® el Esmad a las inmediaciones de la Universidad de Antioquia, y lanz¨® gases lacrim¨®genos para dispersar a los manifestantes pac¨ªficos y tambi¨¦n a algunos encapuchados que los enfrentaron. ¡°Cuando lanzaron gases toda la gente toda sali¨® corriendo del lugar, me entr¨¦ a la universidad y luego, cuando se calm¨® todo, sal¨ª a buscar a mis amigos. De repente, me lanzaron una mina aturdidora que me impact¨® en el rostro. Casi todos los d¨ªas he llorado por lo que sucedi¨®, de haber sabido me habr¨ªa parado en otro punto o no hubiera buscado a mis amigos. Pero tampoco me arrepiento de haber ido a la marcha, eso fue muy bonito¡±, dijo Alexis, cuya foto de perfil de WhatsApp revela su nueva vida: un anim¨¦ con la mitad del rostro destrozado y un ojo sangrante.

Tambi¨¦n interpuso denuncia por abuso de autoridad. La Polic¨ªa lo busc¨® y lo cit¨® a una reuni¨®n pero no sabe cu¨¢l es la intenci¨®n. ¡°Lo m¨¢s duro fue cuando el m¨¦dico me dijo que ya no hab¨ªa nada que hacer en ese ojo, que perd¨ªa la visi¨®n. Yo soy deportista y trabajo en una fundaci¨®n que ayuda a ni?os con lesiones cerebrales. Me gano el salario m¨ªnimo y con eso me pago la universidad¡±.

El Ministerio de Salud le inform¨® a EL PA?S de que entre el 21 de noviembre y el 16 de diciembre ¡°se han presentado 807 lesionados [433 civiles y 374 de la fuerza p¨²blica] de los cuales tres permanecen hospitalizados y hay cuatro personas fallecidas¡±. Sin embargo, no discriminan cu¨¢ntos de esos lesionados han tenido heridas oculares o de otro tipo. Solo el ¡°trauma ocular grave¡± de Cristian Rodr¨ªguez, cuyas heridas se conocieron a trav¨¦s de redes sociales.

Las protestas en Colombia contra el llamado ¡°paquetazo¡± econ¨®mico del presidente Iv¨¢n Duque, vienen desde antes. Durante todo el 2019, los estudiantes han estado en las calles. En una de esas manifestaciones, el 10 de octubre, se registr¨® el caso de Alejandro Hern¨¢ndez, estudiante de periodismo, que recibi¨® un impacto de ¡°bala marcadora de pintura¡± bajo su ojo mientras grababa un enfrentamiento entre encapuchados y el Esmad. ¡°Me acerqu¨¦ para grabar. Sali¨® el Esmad y no tard¨® m¨¢s de 6 segundos y recib¨ª un impacto, se me incrust¨® un material pl¨¢stico de forma ovalada, de m¨¢s o menos 2 cent¨ªmetros en la pesta?a. En ese momento pierdo la vista por el ojo izquierdo, ah¨ª no volv¨ª a ver nada, solo ve¨ªa blanco. La angustia fue tremenda y empec¨¦ a gritar, voy a perder el ojo, voy a perder el ojo¡±. El v¨ªdeo de su celular muestra el momento en que grababa y cuando a su alrededor gritan que le dieron. Despu¨¦s de varias cirug¨ªas, pagadas de forma particular y tras un recorrido por varios hospitales donde no lo atendieron, Alejandro ve borroso y doble. Ya interpuso una demanda.

Todos ellos han vuelto a marchar aunque con m¨¢s temor. ¡°Da miedo, pero da m¨¢s miedo pensar que todo lo que hemos hecho, que la muerte de Dilan Cruz o que mi ojo, quede impune¡±, dice Alejandro. Y otros, como Sebasti¨¢n Ram¨ªrez, herido en 2017 se preguntan, ?Cu¨¢ntos ojos m¨¢s?. ¡°Yo siento que esta es una pol¨ªtica para cegar a una generaci¨®n que est¨¢ viendo¡±, dice el joven que result¨® herido cuando iba a un curso de nataci¨®n y va por su quinta cirug¨ªa. Su caso tambi¨¦n lleg¨® a los tribunales y un miembro del Esmad recibi¨® una sanci¨®n disciplinaria de tres d¨ªas.