Turqu¨ªa condena a 125 a?os de prisi¨®n a los responsables de la muerte del ni?o Alan Kurdi

Cuatro a?os y medio despu¨¦s de que la fotograf¨ªa del ni?o sirio Alan Kurdi yaciendo sin vida sobre una playa turca diese la vuelta al mundo, los considerados responsables de su muerte han sido detenidos y condenados. Tres hombres turcos ¨Dsolo identificados p¨²blicamente como Cebrail E., Ecevit B¨¹lent G. y Ali Can S.¨D fueron capturados la pasada semana por agentes de polic¨ªa en el municipio de Karatas, en la provincia de Adana (sur de Turqu¨ªa), tras a?os fugados de las autoridades, y se les impusieron penas de 125 a?os de c¨¢rcel a cada uno.

El 2 de septiembre de 2015, en plena crisis de los refugiados, un bote hinchable en el que viajaban 16 personas de varias familias sirias e iraqu¨ªes se hundi¨® cuando trataba de llegar de la pen¨ªnsula turca de Bodrum a la isla griega de Kos. Murieron cinco de los ocupantes: Alan Kurdi, de dos a?os, su hermano Ghalib, de cinco a?os, la madre de ambos, Rihanna, y otros dos ni?os, Haidar y Zainab Hadi, de nueve y 11 an?os. La investigaci¨®n sobre los hechos se inici¨® de inmediato y dos individuos de nacionalidad siria, Muwafaka Alabash y Asem Alfrhad fueron detenidos. Medio a?o despu¨¦s, un tribunal de Bodrum los conden¨® a cuatro a?os y dos meses de c¨¢rcel a cada uno por ¡°tr¨¢fico ilegal de personas¡±, aunque los absolvi¨® de la responsabilidad de las muertes ya que se trataba de meros intermediarios. Quedaba encontrar a los responsables de la organizaci¨®n mafiosa encargada de preparar el cruce ilegal a Europa.

Los nombres de los tres turcos recientemente capturados ya hab¨ªan aparecido en los procedimientos del tribunal que investig¨® el naufragio, pero se les tuvo que juzgar en rebeld¨ªa (ausencia) ya que se hallaban huidos de la justicia. Hasta que cayeron en manos de los agentes la pasada semana en una localidad de Adana a 900 kil¨®metros de donde ocurrieron los hechos. Los acusados fueron inmediatamente puestos a disposici¨®n judicial a trav¨¦s de un sistema telem¨¢tico mediante el que el propio tribunal de Bodrum les impuso las penas ya decididas anteriormente en el proceso principal.

Abdul¨¢ Kurdi, el padre de Alan y Ghalib, explic¨® que antes del 2 de septiembre hab¨ªa intentado en dos ocasiones cruzar a Grecia sin ¨¦xito y que el d¨ªa del fat¨ªdico viaje el motor fall¨® y, al intentar arreglarlo, el bote se desestabiliz¨® y volc¨® debido a las fuertes olas. ¡°Todo estaba oscuro y todo el mundo gritaba, no pod¨ªa escuchar las voces de mis hijos ni de mi esposa¡±, relat¨® al d¨ªa siguiente, tras haber nadado de vuelta hasta la orilla del lado turco a la que tambi¨¦n lleg¨® el cuerpo de su hijo Alan.

Otros de los ocupantes de la barca ¨Dde nacionalidad iraqu¨ª¨D lo acusaron de ser el ¡°capit¨¢n¡±, si bien es cierto que habitualmente los traficantes encargan a los propios migrantes el manejo de la embarcaci¨®n para evitar ser arrestados en caso de caer en manos de las autoridades. En Turqu¨ªa, las redes de tr¨¢fico de personas normalmente funcionan a varios niveles, encarg¨¢ndose los m¨¢s bajos del contacto con los refugiados y migrantes ¨Dlos captadores suelen ser de la misma nacionalidad o hablar la misma lengua que sus eventuales clientes¨D, mientras que los niveles m¨¢s altos los suelen ocupar personas de nacionalidad turca que gestionan la organizaci¨®n a distancia y se encargan de mantener a las autoridades lejos de sus negocios mediante sobornos.

La foto del cad¨¢ver de Alan Kurdi provoc¨® una reacci¨®n mundial y, por ejemplo, el Gobierno de canadiense garantiz¨® unas 25.000 solicitudes de asilo a quienes hu¨ªan de Siria. Antes de la tragedia, la t¨ªa de Alan Kurdi, Tima, residente en Vancouver, hab¨ªa intentado llevar a sus hermanos a Canad¨¢, pero todos los tr¨¢mites fueron en vano. ¡°Todos hemos vuelto a revivir aquel d¨ªa tr¨¢gico despu¨¦s de esta noticia. De hecho, mi hermano reconoci¨® en las fotos de los arrestados a uno de los traficantes con los que hab¨ªa tratado¡±, explica Tima Kurdi por tel¨¦fono: ¡°Estas condenas no nos van a devolver a mis sobrinos ni a mi cu?ada, pero espero que sirvan de llamada de atenci¨®n para que los refugiados no sigan poniendo sus vidas en manos de estos traficantes. La soluci¨®n no es jugarse la vida en el mar, sino terminar con la guerra en Siria, y que todo el mundo se ponga en nuestra piel, la de los refugiados, que sepa que somos personas como cualquier otra¡±.