Muere el soci¨®logo H¨¦ctor Rosada, negociador clave del proceso de paz que puso fin a 36 a?os de guerra civil en Guatemala
El analista pol¨ªtico fue uno de los testigos claves en el juicio por genocidio que se desarroll¨® en contra del dictador Efra¨ªn R¨ªos Montt y fue perito en juicios contra altos mandos castrenses de 1970 y 1980
El soci¨®logo y analista pol¨ªtico H¨¦ctor Rosada Granados, de 78 a?os, muri¨® este s¨¢bado en Ciudad de Guatemala, la causa de su muerte a¨²n no ha sido informada de manera oficial, aunque el deterioro de su salud era evidente en los ¨²ltimos meses. Rosada deja un gran vac¨ªo entre la intelectualidad guatemalteca, particularmente entre quienes profesan la ideolog¨ªa de izquierda, tendencia que nunca ocult¨®.
Su curr¨ªculum acad¨¦mico lo muestra como un estudioso nato. Era doctor en ciencias sociales, con especializaciones en sociolog¨ªa y antropolog¨ªa pol¨ªtica. Pose¨ªa, adem¨¢s, una maestr¨ªa en docencia universitaria y licenciaturas en sociolog¨ªa, antropolog¨ªa y ciencias pol¨ªticas, de acuerdo a su semblanza en la presentaci¨®n de su tesis doctoral convertida en el libro Soldados en el poder, el proyecto militar en Guatemala (1944-1990), una de sus obras m¨¢s emblem¨¢ticas.
Pero su participaci¨®n en la vida guatemalteca fue m¨¢s all¨¢ de la academia. Fue el negociador del Gobierno del presidente Ramiro De Le¨®n Carpio, quien entre junio de 1993 y enero de 1996 ejerci¨® la presidencia para completar el periodo de Jorge Serrano tras su fracasado autogolpe de Estado. Rosada particip¨® en una etapa determinante del proceso que concluy¨® con la firma de la paz en diciembre de 1996.
Al respecto de la deriva del pa¨ªs tras el cese del fuego, Rosada ironizaba: ¡°Son ¡®recuerdos de paz¡¯, para puntualizar con firmeza que mientras los guatemaltecos no aceptemos el reto de superar las causas que originaron el conflicto ¨Cpobreza extrema, exclusi¨®n social, entre otras¨C, corremos el riesgo de retornar a la violencia en condiciones todav¨ªa m¨¢s graves". ¡°En tanto no aceptemos ese reto, la violencia del pasado volver¨¢ a emerger, con formas y efectos distintos, pero siempre con los mismos m¨®viles y la misma estructura ideol¨®gica, es decir, sin tener el valor de?¡®descontrainsurgentizar la contrainsurgencia¡¯¡±, como coment¨® el sacerdote jesuita Gonzalo de Villa, actual presidente de la Conferencia Episcopal, en una entrevista al portal gazeta.gt.
Rosada fue uno de los testigos claves en el juicio por genocidio que se desarroll¨® en contra del dictador Efra¨ªn R¨ªos Montt en 2013 y que concluy¨® con la sentencia condenatoria para el viejo general, sin embargo, fue anulado posteriormente por el Constitucional, en una decisi¨®n calificada como ¡°aberrante¡± por Jorge Mario Garc¨ªa Laguardia, jurista guatemalteco de prestigio continental.
En el tema de cr¨ªmenes de guerra, H¨¦ctor Rosada fue invitado como perito en juicios contra altos mandos castrenses de las d¨¦cadas de 1970 y 1980, dict¨¢menes con peso espec¨ªfico en las sentencias dictadas.
Pese a su tendencia de izquierdas ¨Cpecado capital en la ultraconservadora Guatemala¨C se gan¨® el respeto de los sectores democr¨¢ticos del Ej¨¦rcito, al extremo de convertirse en el civil con mayor conocimiento de su estructura interna. En su libro Soldados en el poder se?ala hitos importantes en la g¨¦nesis de un Ej¨¦rcito, cuya brutal represi¨®n en contra de la poblaci¨®n civil en los a?os m¨¢s violentos del enfrentamiento interno valieron a los uniformados el se?alamiento de ser considerado como el Ej¨¦rcito m¨¢s sanguinario de Latinoam¨¦rica.
¡°La frustraci¨®n pol¨ªtica y social acumulada por la p¨¦rdida de los espacios ganados durante los 10 a?os de la Revoluci¨®n de octubre (abortada por el golpe de la CIA en 1954) agudizaron las contradicciones internas (¡) haciendo evolucionar a la instituci¨®n armada hacia su conversi¨®n en un ej¨¦rcito contrainsurgentes, estructurado ideol¨®gicamente y preparado t¨¦cnicamente para reaccionar conforme a los dictados de la doctrina de seguridad nacional norteamericana¡±, fue la tesis que desgrana magistralmente a lo largo de su obra.
¡°H¨¦ctor Rosada contribuy¨® en gran medida a que se pudieran concretar algunos puntos importantes de los acuerdos de paz, como el referido a Derechos Humanos que, a la postre, permiti¨® el establecimiento de la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)¡±, dice a EL PA?S el excomandante guerrillero Pablo Monsanto, ¨²nico superviviente de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), quien recuerda que Rosada inspiraba desconfianza a los militares, en particular al expresidente Otto P¨¦rez Molina, a la fecha, negociador por parte del Ej¨¦rcito.
Luis Linares, analista de la Asociaci¨®n de Investigaci¨®n y estudios Sociales (As¨ªes, el Think Tank m¨¢s importante de Guatemala entre cuyos fundadores est¨¢ H¨¦ctor Rosada) se?ala que su mayor legado est¨¢ relacionado con el proceso de paz. ¡°Siempre estuvo muy involucrado y dej¨® valiosos aportes en aspectos de seguridad democr¨¢tica y de resoluci¨®n de conflictos¡±.
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