La pandemia descoloca a los ej¨¦rcitos y amenaza las inversiones en Defensa
La crisis transforma la actividad de las Fuerzas Armadas, ocupadas en la lucha contra el virus
Los estragos del coronavirus, que mantiene a la mitad de la humanidad en cuarentena y deja ya m¨¢s de 185.000 muertos, se manifiestan de un modo concreto en el sector de la Defensa. No solo por el papel esencial de algunos ej¨¦rcitos en la crisis, que han aparcado sus operaciones tradicionales ¡ªuna gran parte de las maniobras militares han sido suspendidas¡ª para apoyar las labores de emergencia nacionales (construcci¨®n de hospitales de campa?a, tareas de desinfecci¨®n, control de fronteras, traslado de cad¨¢veres¡), sino tambi¨¦n por la paralizaci¨®n de la actividad industrial y las consecuentes p¨¦rdidas econ¨®micas. Con unas finanzas asfixiadas por el combate contra el virus, muchos Estados deber¨¢n ajustar sus objetivos militares en los pr¨®ximos a?os.
Decenas de ej¨¦rcitos se han visto forzados a cancelar ensayos militares programados desde hace meses, una situaci¨®n sin parang¨®n. Adem¨¢s de suspender maniobras conjuntas con aliados en Asia, como Corea del Sur y Filipinas, Washington fren¨® a ¨²ltima hora ¡ªcuando 6.000 de sus soldados ya se hab¨ªan desplazado¡ª el que iba a ser el mayor despliegue de tropas estadounidenses en Europa en m¨¢s de 25 a?os. Mosc¨² reaccion¨® abortando las maniobras que iba a realizar cerca de sus fronteras occidentales. La OTAN, por su parte, detuvo sus operaciones en el ?rtico ocho d¨ªas antes de lo previsto.
El par¨®n, sin embargo, no ha sido total. Corea del Norte ¡ªque sigue sin reconocer ning¨²n contagio en el pa¨ªs¡ª respondi¨® a la suspensi¨®n de los ensayos de sus dos principales enemigos con unas pruebas de artiller¨ªa en las que convirti¨® un islote en un ¡°mar de llamas¡±, seg¨²n Pyongyang. Adem¨¢s, marzo fue el mes con m¨¢s ensayos bal¨ªsticos desde que Kim Jong-un tom¨® el mando en 2011. Tampoco el Pent¨¢gono ha cancelado todas sus operaciones programadas; mantuvo sus ejercicios en Emiratos ?rabes Unidos a finales del mes pasado. China, mientras tanto, complet¨® con Camboya sus mayores maniobras conjuntas y a comienzos de abril, Rusia ensayaba con aviones de combate y bombarderos c¨®mo contrarrestar un ataque en Crimea.
El grueso de la actividad militar se concentra hoy en paliar los efectos de la pandemia. La participaci¨®n de las tropas en la gesti¨®n de esta crisis ofrece varias ventajas, aunque su papel var¨ªa en funci¨®n de las leyes de cada pa¨ªs, que permiten a los militares operar de manera distinta. Por un lado, el ej¨¦rcito cuenta con una gran cantidad de mano de obra que est¨¢ entrenada en tareas espec¨ªficas que realiza con eficacia, pero adem¨¢s, los militares son capaces de aprender muy r¨¢pido otras nuevas, se?ala Jack Watling, investigador del Royal United Services Institute (RUSI), un think tank brit¨¢nico especializado en defensa y seguridad. ¡°Por otra parte, el ej¨¦rcito tiene una amplia experiencia en planificaci¨®n y manejo de crisis, puede evaluar muy r¨¢pido qu¨¦ recursos se necesitan o cu¨¢les est¨¢n disponibles¡±, a?ade, algo que en un momento dado servir¨ªa para suplir las carencias organizativas de los funcionarios locales y levantar, por ejemplo, hospitales de emergencia en tiempo r¨¦cord. Las Fuerzas Armadas poseen, adem¨¢s, una importante flota de veh¨ªculos y, a menudo, reservas de material m¨¦dico. ¡°El problema es que el ej¨¦rcito tiene un tama?o limitado, por lo que si comprometes todos los recursos al comienzo de la crisis, no estar¨¢n disponibles cuando la situaci¨®n empeore¡±, advierte el analista.
Otros expertos creen que no deber¨ªa ser tarea de los militares combatir emergencias como la actual. Y que recurrir a ellos es una muestra de mala planificaci¨®n. ¡°En muchos casos se est¨¢ poniendo a los soldados en una situaci¨®n vulnerable frente al virus¡±, se?ala Charlie Dunlap, general retirado estadounidense y actual director ejecutivo del Centro para la Ley, ?tica y Seguridad Nacional de la Universidad de Duke. ¡°Tampoco hay que olvidar que la naturaleza de las Fuerzas Armadas es de por s¨ª autoritaria, por lo que dotarlas de funciones civiles en una emergencia no es lo m¨¢s sano para las democracias avanzadas¡±, a?ade.
El virus ya pasa factura entre las tropas. M¨¢s de una veintena de pa¨ªses han anunciado positivos entre sus soldados; tambi¨¦n ha habido algunas muertes ¡ªcomo las de 12 altos cargos iran¨ªes o un par de generales egipcios¡ª. China, por su parte, afirma que ninguno de sus m¨¢s de dos millones de militares ha ca¨ªdo contagiado. ¡°Una proporci¨®n de los efectivos se pondr¨¢ enferma y eso afectar¨¢ a la preparaci¨®n del ej¨¦rcito, porque no se puede predecir qu¨¦ unidades estar¨¢n disponibles cuando haya que realizar operaciones militares¡±, considera Watling.
A pesar de la destrucci¨®n de millones de empleos en pocas semanas, reforzar las Fuerzas Armadas con m¨¢s personal tampoco parece una opci¨®n sencilla. La mayor¨ªa de programas de reclutamiento han tenido que suspenderse por el riesgo de contagios. Es el caso, por ejemplo, de Turqu¨ªa, que, adem¨¢s, para evitar desplazamientos ha decidido prolongar durante al menos un mes el servicio militar de quienes lo completaban estos d¨ªas.
¡°Al centrarse en el virus, los miembros de la OTAN est¨¢n descuidando otros peligros. Sus adversarios son conscientes de que ahora son m¨¢s vulnerables frente a un ciberataque, por ejemplo¡±, apunta Dunlap. Sabedores de ello, en el Pent¨¢gono remarcan que su tr¨ªada nuclear ¡ªmisiles bal¨ªsticos, bombarderos estrat¨¦gicos y submarinos¡ª sigue siendo igual de efectiva. Y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advert¨ªa a Rusia hace unas semanas en una entrevista en EL PA?S de que la Alianza ¡°mantiene intactas sus capacidades¡±.
Con la pandemia lejos de resolverse, resultan a¨²n impredecibles muchas de sus consecuencias geopol¨ªticas. Sin embargo, los expertos coinciden en que la tensi¨®n entre las dos principales potencias se agudizar¨¢. ¡°Las actuales fricciones entre China y EE UU ¡ªguerra comercial, la red 5G o el pulso en el Pac¨ªfico, entre otros¡ª no har¨¢n m¨¢s que agravarse, incluso aunque Donald Trump no salga reelegido en noviembre¡±, se?ala por correo electr¨®nico Ryan Hass, analista de Brookings Institution. China contin¨²a con sus operaciones navales en torno al mar del Jap¨®n y al estrecho de Taiw¨¢n que refuerzan su posici¨®n hegem¨®nica en la regi¨®n. Tambi¨¦n ha habido alg¨²n encuentro entre cazas taiwaneses y del ej¨¦rcito chino sobre la isla autogobernada. ¡°En Taip¨¦i ¡ªaliado de Washington e importador de armamento exclusivamente norteamericano¡ª creen que Pek¨ªn se est¨¢ aprovechando de haber logrado salir de la crisis antes que otros¡±, se?ala Tong Zhao, experto en seguridad del Carnegie-Tsinghua Center for Global Policy.
Inevitable es ya el impacto de la pandemia en la industria armament¨ªstica occidental, que ve afectada, cuando no paralizada, la producci¨®n. Algunas compa?¨ªas, incluso, se han adaptado para servir de apoyo en la lucha contra la pandemia. En Espa?a e Italia los Gobiernos han tenido que adoptar medidas para restringir toda la actividad no esencial en el pa¨ªs durante algunas semanas. El fabricante Airbus, segunda empresa de armamento de Europa, cerr¨® sus plantas en territorio espa?ol ¡ªadem¨¢s de en Francia¡ª durante unos d¨ªas en marzo, y a su reapertura, comenz¨® a fabricar respiradores con impresoras 3D para hospitales. Durante el par¨®n, los astilleros p¨²blicos Navantia solo operaban dando servicio a las reparaciones de barcos militares, pero la compa?¨ªa trabajaba en la fabricaci¨®n de pantallas de protecci¨®n facial y respiradores. Los efectos de la crisis se han reflejado tambi¨¦n ya en los resultados de las grandes compa?¨ªas en las Bolsas. Las acciones de la aeroespacial estadounidense Lockheed Martin, por ejemplo, cayeron desde el 10 de febrero hasta el 22 de abril un 13,5%, mientras que las de la aeron¨¢utica italiana Leonardo se desplomaron m¨¢s del 49%.
Pese a que los analistas consideran que todav¨ªa es pronto para evaluar hasta qu¨¦ punto el par¨®n econ¨®mico y el ingente gasto p¨²blico para paliarlo afectar¨¢n a las partidas de defensa nacionales ¡ªy a los proyectos armament¨ªsticos m¨¢s ambiciosos¡ª los previsibles recortes obligar¨¢n a redefinir en algunos casos los objetivos militares. ¡°Esta crisis va a costar mucho dinero a muchos pa¨ªses¡±, afirma Watling. En el caso del Reino Unido, el Gobierno elabora en estos momentos la denominada Revisi¨®n Integrada de Seguridad, Defensa, Desarrollo y Pol¨ªtica Exterior, un documento que busca revaluar las prioridades y su enfoque para la pr¨®xima d¨¦cada. ¡°Si la cantidad de la que disponemos para gasto en Defensa se reduce, habr¨¢ programas que ya no ser¨¢n viables¡±, sentencia el investigador del RUSI.
Con este panorama, que deja la econom¨ªa de algunos Estados asfixiada por la respuesta a la crisis, el compromiso fijado entre los miembros de la OTAN de destinar un 2% del producto interior bruto a Defensa se vuelve un desaf¨ªo a¨²n mayor. Hasta la fecha, tan solo nueve de los 30 pa¨ªses miembros cumpl¨ªa con el objetivo. ¡°No espero grandes cambios en EE UU, pero creo que parte de la pol¨ªtica y la sociedad europea exigir¨¢ reducir el gasto en misiles, cazas o renovar su arsenal nuclear ¡ªcaso de Francia y del Reino Unido¡ª¡±, conf¨ªa Lawrence Wittner, profesor em¨¦rito de Historia en la Universidad de Albany (Nueva York) y defensor de las pol¨ªticas de desarme.
Cuarentenas en buques de guerra y bases militares
La propagaci¨®n del virus entre las tropas ha forzado a decenas de miles de militares a someterse a cuarentena. Entre los focos de infecci¨®n dentro del ej¨¦rcito estadounidense, el del portaviones Theodore Roosevelt es el m¨¢s significativo. El buque de propulsi¨®n nuclear lleva desde el 28 de marzo varado en Guam. Una carta filtrada del capit¨¢n del barco al Pent¨¢gono en la que ped¨ªa m¨¢s esfuerzo ante la propagaci¨®n de la enfermedad revel¨® la situaci¨®n dentro del nav¨ªo. De los 4.800 tripulantes, 777 han dado positivo y el brote deja ya un muerto. La mala gesti¨®n del asunto por parte del jefe de la Marina, Thomas Modly, que ces¨® al capit¨¢n y se refiri¨® a ¨¦l como ¡°ingenuo o est¨²pido¡± ¡ªpor la filtraci¨®n de la misiva¡ªforz¨® su renuncia el pasado d¨ªa 7. Entre barcos de guerra, hospitales y portaviones, la Armada estadounidense registra casos en 26 de sus naves.
Los contagios en el buque insignia de la Marina francesa, el portaviones Charles de Gaulle, tambi¨¦n est¨¢n provocando un terremoto pol¨ªtico en el pa¨ªs. Casi la mitad de su tripulaci¨®n ¡ªy la de su fragata escolta Chevalier Paul¡ª ha dado positivo. Hay dos investigaciones abiertas por la gesti¨®n de la crisis. Aunque en dimensi¨®n mucho menor, B¨¦lgica ha notificado un caso en la fragata Leopold I y los Pa¨ªses Bajos ocho m¨¢s en el submarino Dolfijn. Taiw¨¢n tambi¨¦n ha varado uno de sus buques de aprovisionamiento en combate tras registrar el pasado mi¨¦rcoles 29 positivos entre sus 337 militares a bordo.
La pandemia tambi¨¦n ha obligado a imponer confinamientos en cuarteles y bases militares. El 5 de marzo, Noruega aisl¨® a 1.300 soldados en la base de Skjold, en el ?rtico, despu¨¦s de confirmar el primer positivo entre sus tropas. Para entonces, los casos en el pa¨ªs no llegaban al centenar. En el Reino Unido, seg¨²n informaci¨®n de The Guardian, unos 13.000 efectivos de las Fuerzas Armadas (el 9,1% del total) se encuentran ausentes de sus puestos de servicio. En Rusia, miles de soldados est¨¢n en cuarentena despu¨¦s de participar en los ensayos de la conmemoraci¨®n del 75? aniversario de la victoria sobre los nazis. El desfile, que iba a ser el mayor en la historia moderna de Rusia, ha sido finalmente cancelado. El pasado 6 de abril, unos 3.000 militares permanec¨ªan en cuarentena en Espa?a, entre los que falleci¨® un subteniente de 57 a?os. La semana pasada, el Gobierno evacu¨® de Mal¨ª a un militar con coronavirus, el segundo enfermo entre los 278 soldados desplegados en la zona.
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