La misi¨®n del alcalde de S?o Paulo: evitar otro Guayaquil
El regidor brasile?o afronta un doble desaf¨ªo: la lucha contra el coronavirus en una megal¨®polis de 12 millones de habitantes y el combate a un c¨¢ncer descubierto recientemente
Al alcalde de S?o Paulo le atormenta Guayaquil. Quiere evitar como sea que las espeluznantes escenas de Ecuador se repitan, a gran escala, en su ciudad, un monstruo de rascacielos, favelas, autopistas y 12 millones de habitantes. M¨¢s que varios pa¨ªses vecinos. Antes de la plaga, Bruno Covas, afrontaba a los 40 a?os un doble desaf¨ªo: curarse de un agresivo c¨¢ncer detectado poco antes y batallar por la reelecci¨®n. Las elecciones de octubre pr¨®ximo parecen ahora tan lejanas como enero, cuando casi nadie pod¨ªa imaginar que un enemigo microsc¨®pico paralizar¨ªa el planeta. La obsesi¨®n de Covas es que la megal¨®polis respete la cuarentena para evitar un colapso como el de la ciudad ecuatoriana, con cad¨¢veres sin ser recogidos durante d¨ªas de sus hogares. ¡°Si la gente no se queda en casa se pueden repetir aqu¨ª escenas como las vistas fuera (de Brasil) o aqu¨ª, en Manaos y Bel¨¦n¡±, advirti¨® esta semana.
Es el nieto mayor de la familia Covas. El heredero de una de esas dinast¨ªas que proliferan en Brasil. De ni?o convivi¨® con su abuelo cuando fue gobernador y senador. ?l mismo, antes de llegar a la alcald¨ªa en 2018, hab¨ªa sido diputado estatal y federal. Todo parec¨ªa encauzado. Divorciado y padre de un hijo, le dio por el deporte y las pesas. Adelgaz¨®. Empez¨® a vestir juvenil. Se rap¨® y se dej¨® una barba que ahora la quimio se ha llevado por delante. El alcalde afronta d¨ªas decisivos en su vida pol¨ªtica y personal, siempre cerca del gobernador de S?o Paulo, Jo?o Doria, tambi¨¦n del socialdem¨®crata PSDB y al que sustituy¨® como regidor.
Juntos han forjado, con otros gobernadores y alcaldes, un contrapeso al presidente Jair Bolsonaro para gestionar la pandemia. Ardua misi¨®n porque la batalla pol¨ªtica por la cuarentena es feroz. Brasil no llegaba a los 50 muertos entre sus 210 millones de habitantes cuando las autoridades estatales ordenaron un cierre. El drama en Madrid y Nueva York estaba en todos los televisores. Pero los contradictorios mensajes de los pol¨ªticos tienen a los brasile?os confundidos, algo letal en una pandemia, dicen los expertos. En esa coyuntura, Covas recurri¨® a Guayaquil. Difundi¨® un v¨ªdeo estremecedor y anunci¨® la apertura de 13.000 fosas en los cementerios municipales. ¡°Si el presidente colaborase orientando a la gente a quedarse en casa, tal vez no tendr¨ªamos un ¨ªndice de aislamiento del 48%¡±, declar¨® el jueves.
A Prefeitura trabalha para que a hist¨®ria de Guayaquil n?o se repita em S?o Paulo. Respeite a quarentena. #fiqueemcasa
Posted by Cidade de S?o Paulo on Thursday, April 23, 2020
Los m¨®viles indican que menos de la mitad de los paulistanos hace caso a la recomendaci¨®n de evitar la calle. La otra mitad sale a trabajar por necesidad acuciante o porque cree, como Bolsonaro, que la amenaza no es para tanto. En cualquier caso, el panorama ha cambiado desde los primeros d¨ªas, cuando millones se quedaron en casa. Cerraron los museos, los teatros, los parques, los estadios. Desaparecieron de repente los infernales atascos. Fue cuando se dispararon los pedidos de comida a domicilio y Valeria Coelho, 28 a?os, empez¨® a ganar mucho m¨¢s dinero en menos horas con su moto. Aquel subid¨®n se acab¨®, explica mientras espera en la avenida Paulista el pr¨®ximo pedido. Baj¨® la demanda y aumentaron los repartidores, gente que al quedarse sin trabajo se busca la vida con una mochila cuadrada a la espalda. Brasil vio llegar la pandemia. Est¨¢ por ver el margen que tuvo para prepararse ser¨¢ suficiente para evitar una cat¨¢strofe.
Alcalde y gobernador utilizan sus comparecencias casi diarias para implorar a la ciudadan¨ªa que se quede en casa, acompa?ados siempre del infect¨®logo que lidera el equipo de asesores m¨¦dicos. Un comit¨¦ creado el mismo d¨ªa que se detect¨® el primer caso, nada m¨¢s terminar el Carnaval.
Mientras lucha contra el coronavirus, Covas sigue su tratamiento contra el c¨¢ncer de la cardia (entre el es¨®fago y el est¨®mago). Ahora recibe inmunoterapia. Y, ante la crisis de la covid-19, se ha mudado al Ayuntamiento. La sede, el Edificio Matarazzo, simboliza la pujanza de los industriales que convirtieron S?o Paulo en el coraz¨®n econ¨®mico de Brasil. Las calles que lo rodean en el centro hist¨®rico son, en cambio, la viva imagen de la enraizada desigualdad. En sus aceras duermen muchos de los 24.000 sin techo de la ciudad. El Ayuntamiento ha instalado para ellos retretes y lavabos, pero no duchas. Comen gracias a las donaciones, explica Claudio, 52 a?os, que atiende el puesto de higiene.
En otras zonas de S?o Paulo, con cada vez m¨¢s tr¨¢fico pero aceras semidesiertas, la ¨²nica aglomeraci¨®n es la cola ante el banco. Son solicitantes de la renta b¨¢sica del coronavirus que no han logrado completar los tr¨¢mites por Internet y necesitan los 600 reales (115 d¨®lares, 105 euros) para comprar comida. Cuenta la repartidora que en las grandes favelas ve mucho trasiego callejero. Nada que ver con el panorama en barrios ricos, donde muchos salen si acaso a hacer deporte; las muchachas hacen la compra y el perro pasea con un profesional como Gustavo, de 51 a?os. Mel, un labrador, y ¨¦l caminan por la desierta milla de oro.
Como los contagios se aceleran y Brasil se perfila como el pr¨®ximo gran epicentro de la pandemia, a partir del lunes la mascarilla es obligatoria para los tres millones de viajeros diarios que todav¨ªa utilizan el transporte en la ciudad. Los cubrebocas de tela son el producto estrella de los ambulantes que antes vend¨ªan dulces o cargadores de m¨®vil. La idea de relajar el cierre comercial partir del d¨ªa 10 ha quedado desechada por ahora. Covas va a cerrar grandes avenidas al tr¨¢fico. Si la persuasi¨®n no funciona, bloqueos y multas. Las UCI de S?o Paulo est¨¢n al 70%. Pero en todo Brasil son ya m¨¢s de 6.300 muertos y casi 92.000 contagiados. Eso dice la cuenta oficial, muy menor a la real, seg¨²n indicios como los muertos por neumon¨ªa o los entierros. En Guayaquil, recuerda el v¨ªdeo municipal, colapsaron el sistema sanitario y el funerario.
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