La intervenci¨®n de Turqu¨ªa en la guerra libia frena el avance rebelde
Erdogan contiene al mariscal Hafter mediante el env¨ªo a Tr¨ªpoli de armas, instructores y mercenarios
Turqu¨ªa ha tardado cuatro meses en cambiar el signo de la guerra en Libia desde que su presidente, Recep Tayyip Erdogan, anunciara en enero la intervenci¨®n en el conflicto. En las ¨²ltimas semanas ha lanzado la operaci¨®n Tormenta de Paz, mediante la que ha impedido la conquista de Tr¨ªpoli y ha repelido a las fuerzas del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este del pa¨ªs, a quien apoyan Emiratos ?rabes Unidos y en menor medida Egipto, Rusia y Francia. La intervenci¨®n turca ha sido vital para que el Gobierno de Unidad Nacional, ¨²nico reconocido oficialmente por la ONU, recuperase las ciudades costeras de Sebrata y Sorman, pr¨®ximas a T¨²nez.
Tarek Megerisi, analista libio del European Council on Foreign Relations (ECFR), sostiene que ¡°Turqu¨ªa ha cambiado el paradigma de la guerra. Eso no significa que la guerra haya terminado, porque Hafter a¨²n controla mucho territorio. Pero el equilibrio ha cambiado¡±. A trav¨¦s de alianzas tribales y con facciones de distinta ideolog¨ªa, Hafter domina el Este del pa¨ªs y buena parte del Sur. En enero, fuerzas leales a Hafter bloquearon las terminales de exportaci¨®n, vitales para la econom¨ªa del pa¨ªs. Si a ese bloqueo se a?aden los efectos econ¨®micos de la pandemia nos encontramos con un pa¨ªs que en 2011, antes de la ca¨ªda de Muamar el Gadafi, produc¨ªa 1,6 millones de barriles diarios y ahora solo bombea 95.000 al d¨ªa. Hafter anunci¨® el mi¨¦rcoles una tregua de forma unilateral invocando el mes del Ramad¨¢n, cosa que no hizo el a?o pasado cuando los vientos de la guerra le eran m¨¢s favorables.
Jalel Harchaoui, investigador del Clingendael Institute, cree que Turqu¨ªa puede aspirar a cortar las v¨ªas de aprovisionamiento de las tropas de Hafter entre las ciudades de Beni Walid y Tarhuna, las ¨²ltimas plazas fuertes que le quedan al mariscal rebelde en el oeste del pa¨ªs. ¡°Si lo consigue, la gente de algunos barrios de Tr¨ªpoli podr¨¢ regresar a sus casas sin miedo a los bombardeos de artiller¨ªa".
El cambio de tornas en la guerra se ha dado en los cielos. Hafter cuenta con la ayuda de aviones y helic¨®pteros enviados por Emiratos ?rabes. Todo ello se suma a la presencia de mercenarios rusos y sudaneses. Pero Turqu¨ªa ha instalado sistemas de defensa antia¨¦rea en Tr¨ªpoli y Misrata, que operan con el apoyo de los misiles tierra-aire emplazados en las fragatas turcas que patrullan la costa libia. Adem¨¢s, ¡°Turqu¨ªa ha desplegado el sistema de guerra electr¨®nica KORAL, que en varias ocasiones ha bloqueado los radares de Hafter evitando que sus sistemas de defensa reaccionasen ante los bombardeos del Gobierno de Unidad¡±, indica el analista y exmilitar turco Metin Gurcan.
Los drones turcos se han convertido en la principal baza de ataque del Gobierno de Unidad. ¡°En los ¨²ltimos a?os el sector armament¨ªstico turco se ha desarrollado mucho. Ya se ha comprobado su efectividad en el norte de Irak y en la propia Turqu¨ªa contra el grupo terrorista PKK, y en Siria contra el r¨¦gimen. Numerosos pa¨ªses de la regi¨®n est¨¢n comprando este tipo de armamento a Turqu¨ªa¡±, explica Emrah Kekilli, analista del think tank turco SETA.
Turqu¨ªa no solo aporta armas. Los analistas consultados coinciden en se?alar que la llegada de entre 100 y 500 militares turcos tambi¨¦n ha supuesto una notable mejora de las fuerzas gubernamentales. Parte de ellos se dedican a labores de instrucci¨®n y otra parte al dise?o de la estrategia militar dentro del mando militar del Gobierno de Tr¨ªpoli.
Aumento de v¨ªctimas civiles
La ONU ha registrado la muerte de 64 civiles y que otros 67 han sido heridos en los tres primeros meses de este a?o. Lo cual supone un incremento del 45% de v¨ªctimas civiles respecto al mismo periodo del a?o anterior. Aunque el 81% de los ataques contra v¨ªctimas civiles son atribuidos a las tropas de Hafter, los drones turcos tambi¨¦n han matado a civiles. No obstante, la investigadora Virginia Collombier, del Instituto Universitario Europeo, cree que la imagen de Turqu¨ªa entre la poblaci¨®n que habita en las zonas controladas por el Gobierno de Unidad sigue siendo favorable a su intervenci¨®n.
El Gobierno turco es al¨¦rgico a las bajas propias, que podr¨ªan poner a la opini¨®n p¨²blica en contra de una intervenci¨®n en el extranjero. Por el momento, Ankara solo ha reconocido la muerte de dos militares y ha abierto investigaciones judiciales contra ocho periodistas que informaron de la muerte y entierro en secreto de un miembro del espionaje turco fallecido en Libia. De ah¨ª que en Libia utilice a mercenarios sirios como fuerza de choque.
A inicios de a?o, Turqu¨ªa envi¨® 2.000 miembros de las milicias islamistas sirias a Libia. ¡°Fueron una inyecci¨®n r¨¢pida de hombres y resultaron providenciales en la defensa de Tr¨ªpoli¡±, opina Megerisi. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informa de que su n¨²mero se ha incrementado hasta 7.400 y reciben entre 2.000 y 3.000 d¨®lares al mes. Si bien, algunos se han quejado de no recibir los pagos. No todos quieren participar y, de hecho, el OSDH informa de que Turqu¨ªa ha cancelado el apoyo financiero a una de las facciones combatientes en Siria, Faylaq al Rahman, por negarse a enviar voluntarios a combatir a Libia.
As¨ª pues, la intervenci¨®n turca directa, ?acercan o alejan un acuerdo de paz? ¡°Turqu¨ªa fren¨® el tsunami que se acercaba al centro de Tr¨ªpoli y ahora la iniciativa militar est¨¢ en manos de Erdogan¡±, opina un diplom¨¢tico occidental que solicita el anonimato. Turqu¨ªa es miembro de la OTAN pero, seg¨²n esta fuente, la Alianza no intervendr¨¢ ¡°Bastantes problemas ha ocasionado ya Turqu¨ªa en el Mediterr¨¢neo Oriental¡±, se?ala. El analista turco Kekilli se muestra esc¨¦ptico ante un posible acuerdo y cree que la guerra se intensificar¨¢ con la llegada de nuevos apoyos a ambos bandos.
Harchaoui, por su parte, considera que Turqu¨ªa ha puesto el pie en Libia para quedarse: ¡°Es la puerta de ?frica y un pa¨ªs con mucha riqueza de gas y petr¨®leo¡±. Tampoco cree que los Emiratos dejen de sostener a Hafter y seguir¨¢n enviando material militar y mercenarios, principalmente de Sud¨¢n: ¡°Emiratos se rige sobre todo por motivos ideol¨®gicos y detesta a los hermanos musulmanes [a los que apoyan tanto el Gobierno de Unidad como Erdogan]¡±. Harchaoui cree que Francia y Egipto tampoco retirar¨¢n su apoyo a Hafter, pero Rusia podr¨ªa buscar un rol m¨¢s pragm¨¢tico por su desconfianza hacia el mariscal y sus lazos con Ankara.
En medio de estas turbulencias, la ONU no cuenta con un enviado especial para Libia, desde que en marzo dimiti¨® el mediador Ghassan Salam¨¦, cansado de que las potencias extranjeras rompieran el embargo decretado por la ONU en 2011 y torpedeasen todos los intentos de alcanzar la paz.
Los intereses de Turqu¨ªa en Libia
¡°La intervenci¨®n de Turqu¨ªa en Libia es inteligente: baja inversi¨®n y alto rendimiento¡±, sostiene Mohamed Eljarh, del centro Libya Outlook: ¡°Turqu¨ªa ha tomado nota de la intervenci¨®n rusa en Siria, pero la suya en Libia es a¨²n m¨¢s lucrativa¡±. La raz¨®n es que, seg¨²n este y otros analistas, es Catar el que est¨¢ pagando por el material b¨¦lico que, oficialmente, el Gobierno de Unidad ha adquirido a Turqu¨ªa.
Ankara ve el teatro de operaciones libio como parte de una contienda mucho mayor, como explica Micha?l Tanchum, profesor adjunto de la Universidad de Navarra: ¡°le sirve para romper su aislamiento casi total en el Mediterr¨¢neo Oriental¡±, ya que ha firmado con el Gobierno de Tr¨ªpoli un acuerdo de demarcaci¨®n mar¨ªtima y exploraci¨®n de hidrocarburos. Con ello pretende desafiar al eje formado por Grecia, Chipre, Egipto e Israel, que se han aliado para explotar el gas submarino de la regi¨®n evitando a Turqu¨ªa. Ankara, adem¨¢s, est¨¢ inmersa en una ¡°competici¨®n geopol¨ªtica¡± contra Egipto, Emiratos y Arabia Saud¨ª, y poner el pie en Libia le sirve para ¡°reforzar su influencia en el Maghreb, particularmente en las vecinas Argelia y T¨²nez, as¨ª como en el Sahel¡±, apunta Tanchum.
Hay, por supuesto, cuestiones m¨¢s prosaicas. Como muchos otros pa¨ªses con intereses en Libia, el conflicto que comenz¨® en 2011 supuso el fin de lucrativos contratos. En el caso turco, sus empresas constructoras perdieron un centenar e incurrieron en p¨¦rdidas de m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares. Un informe del centro de estudios Crisis Group apunta que, por el momento, Turqu¨ªa es el ¨²nico pa¨ªs que ha logrado negociar indemnizaciones por estas p¨¦rdidas con el Gobierno de Unidad, y se debate distintos m¨¦todos, como el dep¨®sito de 4.000 millones de d¨®lares en un banco turco a modo de fondo de compensaciones pasadas y futuras.
Collombier cree que Ankara est¨¢ dispuesta a proteger esta ¡°inversi¨®n¡± geopol¨ªtica con su intervenci¨®n en Libia, pero advierte de que los costes podr¨ªan superar a los beneficios teniendo en cuenta que el esfuerzo b¨¦lico se da en un contexto de ¡°crisis econ¨®mica en Turqu¨ªa agravada por el impacto del coronavirus¡±.
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