Grecia planta cara a Turqu¨ªa en el Mediterr¨¢neo oriental

¡°La potencia que controla el Mediterr¨¢neo domina tres continentes: Europa, ?frica y Asia¡±. La cita corresponde a un art¨ªculo reciente de la agencia estatal de noticias turca Anadolu que citan estos d¨ªas incriminatoriamente los medios de comunicaci¨®n griegos, en alusi¨®n al nuevo alarde de Ankara en el patio de vecinos del Mediterr¨¢neo oriental, esa esquina del Mare Nostrum donde se dan cita inquinas milenarias, las tres religiones del libro y, lo m¨¢s importante, reservas de gas natural por valor de 700.000 millones de d¨®lares, seg¨²n US Geological Survey.

As¨ª que, tras su intervenci¨®n en Siria, el ¨²ltimo movimiento de Ankara ¡ªel env¨ªo de tropas a Libia, tras firmar en noviembre con el Gobierno leg¨ªtimo de Tr¨ªpoli acuerdos de cooperaci¨®n militar y mar¨ªtima¡ª m¨¢s parece una a?agaza, cuando no un ¨®rdago a la grande, para sacar partido del inmenso pastel del gas. Un ¡°reparto equitativo¡± de los recursos, en definici¨®n de Ankara; o una muestra m¨¢s de la ¡°agresiva estrategia¡± turca, seg¨²n Atenas.

Del resto de pa¨ªses implicados ¡ªChipre, Egipto e Israel¡ª, la voz cantante de la protesta la lleva Atenas, donde el 2 de enero est¨¢ prevista la firma del acuerdo del gasoducto EastMed, un proyecto conjunto con Chipre e Israel presupuestado en 8.000 millones de d¨®lares. Dos d¨ªas despu¨¦s, los ministros de Exteriores de Chipre, Egipto y Grecia celebrar¨¢n una trilateral a la que se sumar¨¢ su hom¨®logo franc¨¦s. ?Qu¨¦ tiene que ver tanto movimiento diplom¨¢tico con Turqu¨ªa y sus veleidades neotomanas en el norte de ?frica? Pues que el acuerdo mar¨ªtimo que suscribi¨® con Libia en noviembre yugular¨¢ ¡ªsi entra en vigor¡ª el recorrido del gasoducto, adem¨¢s de rozar las aguas jurisdiccionales griegas (al sur de Creta) y orillar las de Chipre.

La zona econ¨®mica exclusiva que contempla el pacto turco-libio es un amplio haz que se despliega en diagonal, del suroeste de Turqu¨ªa hasta el noreste de Libia. Para Grecia y Chipre ¡ªcuyo tercio septentrional fue ocupado en 1974 por Turqu¨ªa, provocando una divisi¨®n de la isla que a¨²n se mantiene¡ª, el pacto viola el derecho mar¨ªtimo internacional. Egipto e Israel tambi¨¦n han criticado el proyecto, que consideran ¡°ilegal y no vinculante¡± y que adem¨¢s ¡°pone en peligro la paz y la estabilidad en la regi¨®n¡±. Geogr¨¢ficamente, m¨¢s cerca de Libia que Turqu¨ªa est¨¢ la isla de Creta, en cuya costa meridional se captan con cierta facilidad emisoras de radio libias.

De los pa¨ªses aludidos, solo Grecia y Chipre pertenecen a la UE, que en el ¨²ltimo Consejo Europeo mostr¨® su ¡°inequ¨ªvoco apoyo¡± a ambos. Pero adem¨¢s Grecia y Turqu¨ªa son socios de la OTAN, a cuya cumbre de Londres, conmemorativa del 70? aniversario de su creaci¨®n, Atenas elev¨® sus quejas. La respuesta oficial, aun sotto voce, de la Alianza fue que no media en asuntos bilaterales. Cabe recordar que Turqu¨ªa es el segundo Ej¨¦rcito de la OTAN en efectivos tras el de EE UU, pero tambi¨¦n que la Alianza tiene una base naval en Souda (Creta) y que desarrolla desde hace meses una proactiva pol¨ªtica en el flanco oriental de Europa, Mediterr¨¢neo incluido.

Tras el anuncio del pacto mar¨ªtimo turco-libio, un bombazo en t¨¦rminos diplom¨¢ticos, Atenas expuls¨® al embajador del Gobierno de Unidad Nacional (GNU, en sus siglas inglesas, el ¨²nico reconocido por la comunidad internacional) e increment¨® sus contactos con el mariscal rebelde Jalifa Hafter, cuyas tropas avanzan sobre Tr¨ªpoli y a las que el despliegue turco pretende frenar. El ministro de Exteriores griego, Nikos Dendias, se reuni¨® el domingo en Bengasi con Hafter, con quien analiz¨® los ¡°infundados memorandos¡± de Ankara y Tr¨ªpoli, y posteriormente viaj¨® a Egipto y Chipre.

Atenas se ha trabajado a conciencia su presencia en la regi¨®n desde el Gobierno de Alexis Tsipras, con peri¨®dicas cumbres trilaterales (con Chipre y Egipto, o con Chipre e Israel) por mor de los intereses energ¨¦ticos comunes. Ello vali¨® a Syriza duras cr¨ªticas por su repentina cercan¨ªa a un aut¨®crata como el egipcio Abdelfat¨¢ al Sisi, y a Israel pese a su compromiso electoral previo con los palestinos.

Para Andreas Teofanus, profesor de la Universidad de Nicosia y director del Centro Chipriota de Estudios Internacionales, los ¨²ltimos movimientos de Turqu¨ªa en el Mediterr¨¢neo oriental ¡ªla incorporaci¨®n de drones a las labores de prospecci¨®n de sus barcos en torno a Chipre es otro ejemplo¡ª son una muestra m¨¢s de lo que denomina gunboat diplomacy, o diplomacia de ca?onero, la que se ejerce mediante la amenaza o el uso de fuerza. ¡°[El presidente turco, Recep Tayyip] Erdogan est¨¢ convencido de que, haga lo que haga, no cambiar¨¢ en exceso la postura de la comunidad internacional. Y esta es una cuesti¨®n que interpela a¨²n m¨¢s a las potencias regionales, porque Ankara pretende controlar el Mediterr¨¢neo oriental, pero tambi¨¦n el margen de maniobra de EE UU¡± en la zona. La guerra de Siria, que tambi¨¦n se asoma al Mediterr¨¢neo oriental, es un inquietante precedente, igual que el contencioso de Chipre, recuerda.

El resquemor viene de lejos. Tan complicada es la relaci¨®n de Grecia con Turqu¨ªa que la clase pol¨ªtica y todos los medios de comunicaci¨®n sin excepci¨®n, al margen de su filiaci¨®n ideol¨®gica, se refieren a la capital econ¨®mica del pa¨ªs vecino como Constantinopla en vez de Estambul, aunque aquella cayera en manos otomanas en 1453. All¨ª viaj¨® el martes Dendias, para visitar el Patriarcado Ecum¨¦nico de Constantinopla y reunirse luego con el alcalde de Estambul, el socialdem¨®crata Ekrem Imamoglu, no precisamente af¨ªn a Erdogan. Porque incluso en un lugar tan contradictorio como el veleidoso Oriente tiene vigencia aquel adagio que dice que los enemigos de mis enemigos son siempre mis amigos.