Macron invoca el ¡°esp¨ªritu de resistencia¡± de De Gaulle en tiempos de crisis
El presidente franc¨¦s inaugura el a?o de conmemoraciones por el hombre que resisti¨® a los nazis, encarn¨® la liberaci¨®n de Francia y cre¨® el actual sistema institucional
En tiempos de tribulaci¨®n, nada como los cl¨¢sicos. Y, en Francia, el cl¨¢sico por excelencia es Charles de Gaulle: el hombre que en 1940 dijo no a la Alemania nazi, el general que en 1944 lider¨® la liberaci¨®n de la patria, el pol¨ªtico que en 1958 fund¨® la V Rep¨²blica, el r¨¦gimen presidencialista todav¨ªa vigente. El presidente Emmanuel Macron invoc¨® este domingo el ¡°esp¨ªritu franc¨¦s de resistencia¡± durante una visita a Montcornet, escenario de un episodio poco conocido, pero fundamental, en la construcci¨®n de la leyenda gaullista, que resuena en la hora de la crisis sanitaria y econ¨®mica.
¡°De Gaulle nos dice que Francia es fuerte cuando conoce su destino, cuando se mantiene unida y cuando busca la v¨ªa de la cohesi¨®n en nombre de una cierta idea de Francia que nos une m¨¢s all¨¢ de las discordias y los desacuerdos¡±, dijo Macron en La Ville-aux-Bois-l¨¨s-Dizy. Desde esta aldea en el norte del pa¨ªs, el 17 de mayo de 1940, el entonces coronel De Gaulle, al frente de la 4.? Divisi¨®n Acorazada, lanz¨® una contraofensiva contra las fuerzas alemanas que avanzaban imparables hacia el Canal de la Mancha y hacia Par¨ªs.
De Gaulle fren¨® el avance de los tanques del Tercer Reich, pero dur¨® poco. La llegada de los aviones de la Luftwaffe interrumpieron la ofensiva. Menos de un mes despu¨¦s, el mariscal P¨¦tain solicitaba el armisticio y De Gaulle se marchaba a Londres, desde donde llamar¨ªa a los franceses a resistir. Montcornet simbolizar¨ªa para De Gaulle el inicio de todo. ¡°Si vivo, me pelear¨¦, donde sea necesario y el tiempo que sea necesario, hasta que el enemigo se deshaga y quede limpia la mancha nacional¡±, se dijo a s¨ª mismo. ¡°Lo que a continuaci¨®n pude hacer, lo decid¨ª aquel d¨ªa¡±, escribir¨ªa en sus Memorias.
Macron no mencion¨® en el discurso la pandemia del coronavirus ni la recesi¨®n que golpea Francia, pero el mensaje pod¨ªa entenderse como un llamamiento contempor¨¢neo. ¡°En el mismo momento en que la sombra de la resignaci¨®n y de la renuncia se extend¨ªa por nuestro pa¨ªs, se elevaba el esp¨ªritu de resistencia, como un viento nuevo¡±, dijo. Si un d¨ªa tan negro conten¨ªa la semilla de la victoria, nada est¨¢ perdido, siempre que se recupere aquel ¡°esp¨ªritu franc¨¦s, ferozmente libre y orgulloso, determinado e inquebrantable, que nunca muerte, incluso cuando el pa¨ªs est¨¢ derrotado¡±.
La visita a los escenarios de la batalla de Montcornet era el primer episodio de una serie de efem¨¦rides en torno a De Gaulle. El 18 de junio se conmemora el 80.? aniversario del llamamiento a resistir por las ondas de la BBC. El 9 de noviembre, se cumple medio siglo de su muerte. Y el 23 del mismo mes, 130 a?os de su nacimiento. Ning¨²n otro personaje hist¨®rico tiene en Francia su peso y ninguno suscita un consenso tan amplio, pese a que en vida polariz¨® con virulencia a la sociedad francesa.
¡°De Gaulle representa una especie de ideal para casi toda la clase pol¨ªtica, lo cual es una paradoja, puesto que, cuando estaba en el poder tanto la izquierda como la extrema derecha lo combatieron¡±, explica el historiador Jean Garrigues, autor de La R¨¦publique incarn¨¦e (La Rep¨²blica encarnada). La izquierda m¨¢s radical, que lo detestaba por autoritario y reaccionario, reconoce en ¨¦l un fundador del modelo social franc¨¦s y el resistente ante la globalizaci¨®n. La extrema derecha, que lo odi¨® por dar la independencia a Argelia, lo ve como la encarnaci¨®n del soberanismo y la grandeur (grandeza) perdida.
¡°De Gaulle es el padre fundador de las instituciones de la V Rep¨²blica, nuestro sistema pol¨ªtico, que es muy excepcional en Europa, el ¨²nico verdaderamente presidencial¡±, argumenta Garrigues. ¡°Y tambi¨¦n es la figura del h¨¦roe, del salvador. Primero, por su llamamiento el 18 de junio de 1940. Despu¨¦s, en la liberaci¨®n en 1944, cuando puso en marcha la reconstrucci¨®n e incluso el Estado del bienestar. Y, en 1958, al regresar para resolver la crisis de Argelia. En todo esto, est¨¢ la figura del hombre providencial. En realidad, del monarca: alguien que, por su prestigio, pudo encarnar la unidad de los franceses y la grandeza de la naci¨®n¡±.
La omnipresencia de De Gaulle ¡ªm¨¢s como mito que como figura hist¨®rica con sombras y aristas¡ª aparece como una imagen en negativo. Se apela a ¨¦l por todo aquello que Francia y sus l¨ªderes creen carecer. ¡°En las sociedades democr¨¢ticas actuales, existe un d¨¦ficit de encarnaci¨®n. En Francia, espec¨ªficamente, los presidentes de la Rep¨²blica deben aparecer como el padre de la naci¨®n, pero no lo consiguen. De ah¨ª la necesidad, y es el caso de Emmanuel Macron, de encontrar esta encarnaci¨®n por delegaci¨®n: a trav¨¦s de otras figuras¡±, sostiene Garrigues. En tiempos de desconfianza en el poder y de malestar social, De Gaulle es el referente s¨®lido que nadie discute y que todos reclaman. En Francia, todos gaullistas.
Un presidente en busca del ¡°relato nacional¡±
La pol¨ªtica de la memoria ¡ªlos discursos y las conmemoraciones, la celebraci¨®n de las gestas y el reconocimiento de las manchas: lo que en Francia llaman "el relato nacional"¡ª es uno de los ejes de presidencia de Emmanuel Macron. Desde que estall¨® la pandemia, Macron ha multiplicado las referencias. En marzo, invoc¨® la Primera Guerra Mundial, con expresiones de la ¨¦poca como la ¡°uni¨®n sagrada¡±, o la idea seg¨²n la cual los sanitarios ¡°ostentan derechos¡± sobre el resto de la poblaci¨®n. Era una par¨¢frasis de Georges Clemenceau, el primer ministro de la victoria, que usaba la misma frase referida a los combatientes. Unas semanas despu¨¦s, Macron aparc¨® la ret¨®rica b¨¦lica y adopt¨® un tono m¨¢s civil. Entonces invoc¨® al presidente Fran?ois Mitterrand para retomar el eslogan: ¡°Francia unida¡±. Pero su principal referente es otro: el mismo que para casi todos sus antecesores, Charles de Gaulle. En im¨¢genes de su despacho se ha visto un peque?o retrato de ¨¦l y el volumen de sus Memorias. En el intento de enterrar las viejas divisiones partidistas desde que lleg¨® al poder en 2017, Macron ha intentado ser 'gaulliano', como en la pol¨ªtica exterior, que busca hacer de Francia una potencia ¡°de equilibrio¡± entre las grandes potencias. De Gaulle le sirve tambi¨¦n para apelar a la unidad, el reagrupamiento de fuerzas o ¡®rassemblement¡¯, palabra t¨ªpicamente 'gaulliana', y para elevarse, como presidente que lleg¨® al cargo joven e inexperto, a la altura de un trono que De Gaulle dise?¨® para s¨ª mismo y que ha venido grande a todos sus ocupantes (la excepci¨®n fue Mitterrand, el rival m¨¢s duro de De Gaulle y quiz¨¢, entre sus sucesores, el m¨¢s ¡®gaulliano¡¯). El sistema que el general cre¨® ¡ªun presidente cuasi monarca con pocos contrapoderes¡ª explica algunos de los problemas de la sociedad francesa. De Gaulle es un modelo y una losa.
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