Los hijos de Khashoggi perdonan a los asesinos de su padre

Los hijos del periodista Jamal Khashoggi han perdonado a sus asesinos, seg¨²n ha anunciado uno de ellos este viernes con motivo del final del Ramad¨¢n. Dicho perd¨®n deber¨ªa permitir que los cinco condenados por el caso se libren de la pena de muerte, de acuerdo con la ley isl¨¢mica (Shar¨ªa) que se aplica en Arabia Saud¨ª. Aunque las autoridades de Riad no han comentado p¨²blicamente la decisi¨®n, encaja con su relato de que su sistema judicial ha actuado y les evita la dicotom¨ªa entre un perd¨®n real o ejecutar a unos hombres a los que las investigaciones externas consideran meros chivos expiatorios.

¡°En esta noche sagrada del sagrado Ramad¨¢n, recordamos el dicho de Dios: Si una persona perdona y se reconcilia, Dios le recompensar¨¢. Por ello, nosotros, los hijos del m¨¢rtir Jamal Khashoggi, anunciamos que perdonamos a quienes mataron a nuestro padre, buscando la recompensa del Alt¨ªsimo¡±, ha escrito Salah, uno de los cuatro hijos del periodista asesinado, en su cuenta de Twitter.

El perd¨®n de los delitos de sangre por parte de los familiares de un asesinado es una posibilidad que contempla la ley isl¨¢mica (Shar¨ªa) que se usa en Arabia Saud¨ª. ¡°Eso significa esencialmente que los asesinos evitar¨¢n la pena capital porque es un derecho que tiene la familia [de la v¨ªctima] a trav¨¦s del perd¨®n¡±, ha tuiteado Ali Shihabi, un analista saud¨ª cercano al Gobierno. A menudo, suele ir acompa?ado de lo que se denomina ¡°dinero de sangre¡±, una compensaci¨®n econ¨®mica por la p¨¦rdida, concebida en tiempos en los que no exist¨ªan los seguros de vida.

Salah, que sigue viviendo en Yedda, la segunda ciudad saud¨ª, siempre ha negado cualquier arreglo financiero con el poder. El diario estadounidense The Washington Post, con el que su padre colaboraba como columnista, asegur¨® el a?o pasado que el Estado saud¨ª hab¨ªa regalado sendas mansiones a cada uno de los hijos y que les pagaba un cuantioso estipendio mensual, algo que fue rotundamente desmentido por la familia.

Jamal Khashoggi desapareci¨® durante una visita al Consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul el 2 de octubre de 2018. El periodista, de 59 a?os, que se hab¨ªa autoexiliado en Estados Unidos un a?o antes, hab¨ªa ido a pedir un documento para poder volver a casarse. Tras d¨ªas de desmentidos y explicaciones contradictorias, las autoridades de Riad aceptaron que su muerte se hab¨ªa producido dentro de la legaci¨®n diplom¨¢tica. Seg¨²n Turqu¨ªa, agentes saud¨ªes lo estrangularon y desmembraron. Sus restos no se han encontrado a¨²n.

A la relevancia de Khashoggi, un hombre muy conocido entre los periodistas internacionales interesados en Arabia Saud¨ª, se sumaron adem¨¢s las implicaciones pol¨ªticas de su asesinato. Los servicios secretos turcos y estadounidenses responsabilizaron del crimen al heredero y hombre fuerte del reino, el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n (MBS). El hijo favorito del rey Salm¨¢n, embarcado un proyecto de modernizaci¨®n de su pa¨ªs, siempre ha negado haber tenido conocimiento del plan. No obstante, termin¨® por asumir la responsabilidad pol¨ªtica en tanto que dirigente.

A finales del a?o pasado, cinco saud¨ªes fueron condenados a muerte y otros tres a penas de c¨¢rcel por el crimen, en un proceso a puerta cerrada muy criticado por las organizaciones de derechos humanos. Ni siquiera se publicaron los nombres de los condenados, pero los principales sospechosos, seg¨²n la relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Agn¨¨s Callamard, quedaron eximidos. Callamard ha vuelto a criticar hoy el sistema de justicia saud¨ª.

¡°Esta es la ¨²ltima pieza del puzle de la impunidad saud¨ª, el acto final de la parodia de justicia que se ha representado ante la audiencia global. Los asesinos salen libres. Exonerados¡±, ha tuiteado la relatora de la ONU ante la noticia del perd¨®n de la familia Khashoggi.

La cara de desolaci¨®n de Salah al recibir p¨¦same del pr¨ªncipe Mohamed unos d¨ªas despu¨¦s del asesinato de su padre dio la vuelta al mundo. Desde entonces, el ¨²nico de los hijos del periodista que ha hablado en p¨²blico siempre ha dicho tener ¡°confianza plena¡± en el sistema judicial saud¨ª. Tambi¨¦n ha criticado a los opositores que, en su opini¨®n, intentaban explotar el caso con objetivos pol¨ªticos.

La incredulidad de los observadores viene alentada por la falta de un cambio de actitud en las autoridades saud¨ªes. Justo la v¨ªspera, el diario The New York Times revel¨® un nuevo caso de acoso a una persona cr¨ªtica con el r¨¦gimen. Desde el pasado marzo, el reino ha detenido al hermano y dos hijos de un alto oficial de los servicios secretos saud¨ªes para presionarle a regresar al pa¨ªs. El antiguo funcionario se traslad¨® a Canad¨¢ en 2017 para protegerse del pr¨ªncipe heredero.