Netanyahu se sienta en el banquillo por corrupci¨®n aferrado al poder
El primer ministro israel¨ª comparece ante la justicia por soborno y afronta hasta 10 a?os de c¨¢rcel
La caravana oficial de Benjam¨ªn Netanyahu atraves¨® a primera hora de la tarde de este domingo la calle de Saladino, la principal arteria de Jerusal¨¦n Este, bajo ocupaci¨®n israel¨ª desde 1967. El cortejo de veh¨ªculos ¡ªpatrullas policiales, coches blindados de los guardaespaldas y una ambulancia¡ª que acompa?a al primer ministro se detuvo ante el Tribunal del Distrito de la Ciudad Santa, donde el l¨ªder pol¨ªtico compareci¨® por primera vez ante los tres magistrados que le van a juzgar por corrupci¨®n.
El primer jefe de Gobierno en activo que se sienta en el banquillo en la historia de Israel sabe bien que su predecesor inmediato en el cargo, Ehud Olmert, pag¨® con 14 meses de c¨¢rcel el cobro de comisiones por un viejo pelotazo urban¨ªstico. En medio de la complejidad que lo rodea desde su creaci¨®n, en 1948, el Estado jud¨ªo no ha mostrado reparos en procesar a sus dirigentes y enviarlos tras los barrotes. Este fue tambi¨¦n el caso de un jefe del Estado, Moshe Katsav, sentenciado en 2010 a cinco a?os de prisi¨®n por violaci¨®n y agresiones sexuales. Netanyahu afronta ahora una condena de hasta 10 a?os si los jueces confirman la imputaci¨®n del fiscal general en tres casos por soborno, fraude y abuso de autoridad. Del sumario de la causa emana su obsesi¨®n ilimitada por promover su imagen desde el poder.
El proceso evoca las investigaciones contra la mafia, por la presencia de arrepentidos dispuestos a declarar contra su antiguo capo a cambio de una condena rebajada, pero tambi¨¦n recuerda los juicios por tr¨¢fico de influencias en Wall Street, a la vista de larga n¨®mina de multimillonarios y magnates interrogados. ¡°Este es el d¨ªa de la rendici¨®n de cuentas, el valioso momento que celebra la fortaleza de la democracia¡±, sostiene el columnista de Haaretz Anshel Pfeffer. ¡°Pero ?debemos ver el juicio como s¨ªntoma de la moralidad de Israel?¡±, se pregunta.
El primer Gobierno de Netanyahu (1996-1999) estuvo marcado por el entonces reciente asesinato del mandatario laborista Isaac Rabin. Responsabiliz¨® a un ¡°Estado profundo¡± regido por fiscales y periodistas vinculados a la izquierda de malograr su carrera pol¨ªtica. Tras una d¨¦cada de traves¨ªa del desierto, regres¨® al poder con la pretensi¨®n de limitar la supervisi¨®n de la judicatura sobre el Ejecutivo y obtener tratamiento favorable a sus intereses en los medios de comunicaci¨®n. Desde comienzos de 2009 sigue alojado ininterrumpidamente en la residencia oficial de la calle Balfour de Jerusal¨¦n, tras acumular m¨¢s de 14 a?os en mandatos.
Calificado como propio de la realeza absolutista por la prensa hebrea, el sibaritismo de la familia integrada por el primer ministro; su esposa, Sara, y su primog¨¦nito, Yair, fue la primera pista evidente seguida por la brigada policial anticorrupci¨®n Lahav 433. La afici¨®n de los Netanyahu al lujo es el eje central de la acusaci¨®n en el llamado Caso 1.000. Hasta 2016, recibieron caros regalos ¡ªjoyas, puros habanos Cohiba o champ¨¢n rosado¡ª evaluados en un mill¨®n de shequels (250.000 euros) de manos, entre otros, del productor de Hollywood Arnon Milchan, responsable de ¨¦xitos de taquilla como Pretty Woman o L. A. Confidential.
Milchan ¡ªque entre los a?os setenta y ochenta trabaj¨® para el Mosad (espionaje exterior israel¨ª) en la adquisici¨®n de componentes de armas nucleares¡ª, pudo recibir a cambio millones de d¨®lares en beneficios fiscales y el espaldarazo del primer ministro para obtener un visado de residencia en Estados Unidos. Los regalos llegaban entonces a la calle Balfour en cajas negras selladas con c¨®digos en clave.
La imputaci¨®n de la fiscal¨ªa se extiende adem¨¢s al Caso 2.000, que desvel¨® las conexiones del gobernante con Arnon, Noni, Mozes, editor del diario Yedioth Ahronoth, el de mayor circulaci¨®n en Israel, para contar con una cobertura favorable a sus intereses en contrapartida a medidas legales que mejoraran la difusi¨®n del rotativo. Noni Mozes manten¨ªa entonces una disputa comercial con el magnate de los casinos asi¨¢ticos Sheldon Adelson, quien financia a fondo perdido el diario gratuito Israel Hayom, el medio m¨¢s proclive a Netanyahu en la prensa hebrea. Adelson ¡ªconocido en Espa?a como promotor del fallido proyecto de juego Eurovegas, en las afueras de Madrid¡ª estuvo a punto de romper su relaci¨®n con el primer ministro cuando se hizo p¨²blica la grabaci¨®n de su conversaci¨®n con el editor de Yedioth Ahronoth. ¡°Bibi [apodo familiar del mandatario] considera a Noni como un enemigo m¨¢s peligroso que el Estado Isl¨¢mico¡±, declar¨® a la polic¨ªa el multimillonario Milchan, tambi¨¦n relacionado con esta causa.
La piedra angular del proceso de Netanyahu es sin duda el Caso 4.000, en el que se han investigado favores gubernamentales de Netanyahu que reportaron un beneficio fiscal de entre 250 y 400 millones de euros al grupo de telecomunicaciones Bezeq. A cambio, la compa?¨ªa puso al servicio de los intereses del primer ministro y de su familia el popular portal informativo Walla. El principal accionista de Bezeq, Shaul Elovitch, tambi¨¦n figuraban como procesado por cohecho, mientras que Mozes est¨¢ imputado por fraude.
La polic¨ªa y la comisi¨®n que controla la Bolsa de Tel Aviv cuenta con documentos que reflejan que entre 2012 y 2017 ¡°Netanyahu y su entorno m¨¢s cercano intervinieron notoriamente y de forma regular en la redacci¨®n de los contenidos de la web Walla, al tiempo que influyeron en la designaci¨®n de redactores y editores sirvi¨¦ndose de sus estrechos v¨ªnculos con Elovitch¡±. Su objetivo era publicar ¡°art¨ªculos y fotos halagadores y suprimir el contenido cr¨ªtico contra el primer ministro y su familia¡±.
Netanyahu acumul¨® el cargo de ministro de Comunicaciones entre 2015 y 2017, por lo que era tambi¨¦n el m¨¢ximo responsable pol¨ªtico del marco regulatorio al que estaba sometido Bezeq, grupo empresarial que integra telefon¨ªa fija, servicio de Internet, m¨®viles, medios de comunicaci¨®n y plataforma de canales de pago.
En la vista ser¨¢n interrogados hasta 140 testigos, entre ellos exministros como Tzipi Livni, que fue titular de Justicia y Exteriores, el actual presidente de la Kneset (Parlamento), Yariv Levin, y el reci¨¦n nombrado embajador ante la ONU, Gilad Erdan. Los cargos se han condensado en un sumario de m¨¢s de 800 p¨¢ginas redactado por un equipo de fiscales.
El primer ministro siempre ha rechazado todas las acusaciones, que tacha de ¡°caza de brujas¡± desencadenada por la izquierda desde sus bastiones en la polic¨ªa, la fiscal¨ªa y la prensa. Alega que nunca intervino en las adjudicaciones p¨²blicas a Bezeq, que solo correspond¨ªan a los t¨¦cnicos del ministerio; que es habitual que pol¨ªticos y periodistas mantengan contactos, y que contaba con permiso de la Fiscal¨ªa General pata recibir ¡°regalos de amigos¡±. Netanyahu sostiene que el proceso representa un ¡°intento de golpe de Estado¡± contra la voluntad de las urnas.
El principio de una condena medi¨¢tica
El juicio a Netanyahu se dilatar¨¢ previsiblemente largo tiempo ¡ªOlmert dimiti¨® en 2009 tras las primeras acusaciones y no ingres¨® en una celda hasta 2016¨C, pero su paso por el banquillo representa ya el principio de condena medi¨¢tica que ha pretendido evitar a toda costa desde que los agentes del Lahav-433 comenzaron a airear sus investigaciones.
Hace apenas una semana, el conservador Netanyahu consegu¨ªa revalidar su investidura como primer ministro. Llega ante los jueces ratificado en el poder, pero obligado a conformar una coalici¨®n de ¨²ltima hora ¡ªjustificada por la emergencia sanitaria y econ¨®mica causada por la pandemia¡ª con su principal adversario pol¨ªtico, el centrista Benny Gantz. Antes, los israel¨ªes tuvieron que acudir tres veces a las urnas en el curso de un a?o. El l¨ªder del Likud persegu¨ªa una mayor¨ªa absoluta en la Kneset (Parlamento) junto con sus socios de la derecha ultrarreligiosa y nacionalista para poder garantizarse la inmunidad al frente del Gobierno.
Su intento de saltarse la primera comparecencia del juicio, al alegar que se trata de una sesi¨®n de mero procedimiento, ha sido rechazado de plano por la justicia. Una muestra de su creciente debilidad son las maniobras pol¨ªticas que ha emprendido a ¨²ltima hora, en las que sus partidarios amenazan con echarse a la calle en contra de los jueces por cuestionar a ¡°un l¨ªder elegido por el pueblo¡±. Uno de sus escuderos m¨¢s fieles, el ministro de Comunicaciones, David Ansalem, ha calificado al fiscal general, Avichai Mandelblit, de ¡°presunto delincuente¡±. Bajo las indicaciones del Shin Bet (servicio de seguridad interior), la polic¨ªa ha establecido un servicio de escoltas para proteger a magistrados y fiscales relacionados con el juicio al primer ministro israel¨ª.
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