Roma desalojar¨¢ un edificio ocupado por una organizaci¨®n fascista desde 2003

El fascismo del tercer milenio, tal y como se autodenomina la organizaci¨®n pol¨ªtica italiana CasaPound, deber¨¢ empezar a buscar casa a partir de la semana que viene. La sede la organizaci¨®n, un edificio en el centro de Roma ocupado desde 2003, ser¨¢ desalojada despu¨¦s de que la fiscal¨ªa de Roma les acuse de los delitos de ocupaci¨®n y de odio. Una decisi¨®n hist¨®rica que ning¨²n ayuntamiento romano hab¨ªa impulsado hasta ahora y que la alcaldesa de la ciudad, Virginia Raggi, ha celebrado por todo lo alto: ¡°Es un momento hist¨®rico¡±. La realidad, en esta ocasi¨®n, no est¨¢ tan lejos del manido adjetivo pol¨ªtico.

La organizaci¨®n, que decidi¨® bautizarse con el nombre del poeta estadounindense Ezra Pound (simpatizante del fascismo), llevaba 18 a?os ininterrumpidamente dentro de este edificio en la c¨¦ntrica calle Napole¨®n III, en el barrio del Esquilino (cerca de la estaci¨®n de Termini). El viejo palacio, de estilo fascista, tiene ocho plantas y, hasta el verano pasado, tambi¨¦n luc¨ªa el nombre del movimiento en la fachada. Fue entonces cuando la alcaldesa orden¨® retirarlo como antesala de un proceso que nadie se hab¨ªa atrevido a llevar a cabo todav¨ªa. Ni siquiera Matteo Salvini, cuando durante m¨¢s de un a?o fue ministro del Interior y prometi¨® desalojar todos los edificios ocupados de Italia. El l¨ªder de la Liga prefiri¨® entonces mirar hacia otro lado con los fascistas de CasaPound y centrarse en los inmuebles ocupados por inmigrantes.

La militancia de la organizaci¨®n -al principio de una amplia procedencia de las curvas de los estadios de f¨²tbol- ya se ha reunido para decidir las ¡°medidas judiciales y pol¨ªticas¡± que piensan tomar para proteger el edificio. El lugar ha funcionado casi siempre igual. En el primer piso suele haber alguien de guardia que controla la c¨¢mara que enfoca la calle de uno de los barrios con m¨¢s inmigrantes de Roma y una veintena de familias sin recursos suele vivir acogida en sus apartamentos. La ¨²ltima vez que este peri¨®dico entr¨® en el inmueble, hace m¨¢s de un a?o, hab¨ªa en ¨¦l todo tipos de enseres y cajas de comida almacenadas para quien pasase necesidad: solo para italianos. En el interior y en algunas de las estancias se observaban p¨®steres del fil¨®sofo Julius Evola o de Benito Mussolini. Tambi¨¦n pegatinas de organizaciones hermanas como las JONS, Amanacer Dorado y la espa?ola Hogar Social. De hecho, es a esta ¨²ltima a la que m¨¢s se parece CasaPound.

La divisi¨®n para Operaciones Especiales (Digos) de la Polic¨ªa italiana deber¨¢ ahora notificar a la direcci¨®n de la organizaci¨®n la orden de desalojo de la Fiscal¨ªa de Roma por el delito de ocupaci¨®n ilegal. Algo que, seg¨²n la propia CasaPound, todav¨ªa no ha sucedido. ¡°Finalmente algo se mueve con el desalojo del edificio. Recuperemos la legalidad¡±, tuite¨® la regidora poco antes de notificar la orden de desahucio. La Asociaci¨®n Nacional de Partisanos de Italia celebr¨® la petici¨®n de desalojo de la Fiscal¨ªa y asegur¨® que es fruto de "a?os de batallas antifascistas para hacer cumplir la Constituci¨®n

El desalojo, sin embargo, no llegar¨¢ todav¨ªa. La organizaci¨®n recurrir¨¢ la orden, previsiblemente a un tribunal ordinario y al Consejo de Estado, seg¨²n se?alaron a este peri¨®dico fuentes de la entidad. Pero el golpe ser¨¢ muy duro para un colectivo que se constituy¨® como partido y lleg¨® a tener una nutrida representaci¨®n de concejales en ayuntamientos de toda Italia. Hace un a?o su presidente, Gianluca Iannone, decidi¨® dar marcha atr¨¢s y anunci¨® que CasaPound volv¨ªa a sus ra¨ªces, lejos de las instituciones democr¨¢ticas.

La sede de CasaPound ha servido durante a?os tambi¨¦n para albergar encuentros culturales y conferencias. La direcci¨®n nunca ha escondido su inspiraci¨®n fascista, pero matizan que se trata de una suerte de derecha social que busca ayudar a los m¨¢s desfavorecidos: siempre y cuando sean italianos. Muchos personajes p¨²blicos, tambi¨¦n presentadores y periodistas televisivos, como el hist¨®rico como Enrico Mentana, aceptaron la invitaci¨®n de este colectivo para debatir en su sede.