¡°La nacionalizaci¨®n de Vicentin es excepcional, no somos estatizadores¡±
El ministro que gestiona la intervenci¨®n estatal del gigante agroexportador niega que Argentina siga el camino de Venezuela
Mat¨ªas Kulfas (Buenos Aires, 1972) es ministro de Desarrollo Productivo en el Gobierno argentino y tiene ahora la misi¨®n de gestionar la intervenci¨®n, y futura nacionalizaci¨®n, del grupo agroalimentario Vicentin. La medida ha enfurecido a la oposici¨®n y a las asociaciones agrarias. Kulfas asegura en esta entrevista, realizada por tel¨¦fono, que la toma de control de Vicentin es una medida ¡°excepcional¡± y que la Administraci¨®n peronista no quiere ¡°reemplazar al sector privado¡±.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se ha nacionalizado Vicentin?
Respuesta. Fundamentalmente porque es una empresa que en diciembre suspendi¨® pagos. Hablamos de una compa?¨ªa muy importante, con una gran cadena de peque?os y medianos productores diseminados por Santa Fe, C¨®rdoba, Entre R¨ªos, que se quedaron sin cobrar las materias primas que hab¨ªan suministrado. El Banco Naci¨®n prest¨® a Vicentin una cantidad importante, 350 millones de d¨®lares, que tampoco pod¨ªa recuperar. Han pasado ya seis meses sin que se vislumbrara una soluci¨®n. El Gobierno observ¨® el proceso con la esperanza de que apareciera una soluci¨®n de mercado. Lejos de eso, el problema fue agrav¨¢ndose y la confianza de los productores sufri¨® una paulatina erosi¨®n. Vicentin se encaminaba probablemente a una quiebra con p¨¦rdidas importantes para los acreedores. Nos pareci¨® apropiado realizar una intervenci¨®n puntual y virtuosa que permitiera rescatar la empresa. Pero tambi¨¦n buscamos crear una unidad productiva de titularidad p¨²blica seg¨²n el modelo de la petrolera YPF [la mayor compa?¨ªa argentina, expropiada en 2012 a la espa?ola Repsol], con gesti¨®n profesional y cotizaci¨®n en Bolsa. Vicentin ocupa un 12% del mercado y puede servir como testigo o piloto en el sector de los granos, y tambi¨¦n en lo que se refiere al d¨®lar. Lo esencial, en cualquier caso, es el rescate. Hab¨ªa que salvar una compa?¨ªa en crisis cuya ca¨ªda pod¨ªa implicar problemas muy graves.
P. Si la recesi¨®n causada por la pandemia dejara otras grandes empresas en la misma situaci¨®n, ?habr¨ªa nuevas nacionalizaciones?
R. Esto ha sido excepcional. La nuestra no es una posici¨®n dogm¨¢tica, eso debe quedar claro. Ni somos estatistas, ni consideramos positivo que el Estado controle muchas empresas, ni creemos en las expropiaciones. Tampoco somos dogm¨¢ticos en el sentido inverso: ?por qu¨¦ el Estado no deber¨ªa intervenir jam¨¢s? En el caso de Vicentin valoramos distintas opciones, esperamos un tiempo m¨¢s que prudencial a que apareciera una soluci¨®n de mercado que no apareci¨® y adoptamos una medida que, en nuestra opini¨®n, permitir¨¢ que todos salgan ganando. Sabemos, en cualquier caso, que el motor productivo del pa¨ªs tiene que ver con la inversi¨®n privada. El objetivo de este Gobierno, que empez¨® hace solo seis meses y se ha encontrado con algo tan terrible como la pandemia, es generar un desarrollo que promueva la inversi¨®n privada.
P. Cuando el presidente Alberto Fern¨¢ndez y usted mismo anunciaron la intervenci¨®n, el lunes, reconocieron que ser¨ªan acusados de desarrollar una pol¨ªtica de tipo venezolano. Sab¨ªan que se enfrentaban a una tormenta pol¨ªtica.
R. Ya estamos acostumbrados a eso, lamentablemente. Lo de comparar Argentina con Venezuela solo puede hacerse desde el desconocimiento o desde la mala fe. No tenemos nada que ver con Venezuela, por muchas razones. Nosotros creemos en el papel orientador del Estado, pero no queremos que reemplace al sector privado.
P. ?Renovar¨¢ esta expropiaci¨®n viejos rencores entre el peronismo y la gran industria agroalimentaria?
R. En 2008 hubo un conflicto puntual sobre las retenciones m¨®viles, un conflicto importante que, sin embargo, termin¨® cerr¨¢ndose. Han pasado 12 a?os. El presidente ha dicho muchas veces que todo eso es historia. No sentimos ninguna animadversi¨®n, ni el presidente ni nadie en el gabinete, hacia el sector agropecuario. Consideramos que la industria agroalimentaria es un sector fundamental para el desarrollo del pa¨ªs y un gran proveedor de divisas. Lo que queremos es que el sector crezca m¨¢s y genere m¨¢s valor. La industria c¨¢rnica, por ejemplo, tiene enormes posibilidades de crecimiento. Argentina exporta demasiada materia prima sin procesar; si logramos avanzar en un plan de inversiones que estamos dise?ando vamos a poder generar nuevas empresas c¨¢rnicas en todo el pa¨ªs, lo que crear¨ªa empleo y reducir¨ªa costes de transporte en un pa¨ªs grande y log¨ªsticamente complejo. No, no somos enemigos. Vemos al campo argentino como a un aliado, aunque haya algunas tensiones.
P. ?Afectar¨¢ esta nacionalizaci¨®n las negociaciones para la reestructuraci¨®n de la deuda soberana?
R. Entendemos que no. Ese asunto lo lleva el Ministerio de Econom¨ªa. Ha de quedar claro que no tenemos ning¨²n plan pol¨ªtico de expropiaciones ni de intervenci¨®n sobre la empresa privada. Lo de Vicentin no debe extrapolarse a otros sectores ni a otros asuntos.
P. Los exportadores, muy en especial la industria agraria, se quejan continuamente por los controles cambiarios, el famoso ¡°cepo¡±, y por la creciente diferencia entre la cotizaci¨®n oficial del peso y la cotizaci¨®n real, mucho m¨¢s baja. Exportan al cambio oficial e importan al cambio real, lo que implica perjuicios.
R. Estamos en un momento de gran incertidumbre, como consecuencia de la crisis mundial por la pandemia y del proceso de reestructuraci¨®n de la deuda argentina. Esa incertidumbre se refleja en los mercados de cambio. Por otro lado, heredamos una situaci¨®n muy complicada. En agosto del a?o pasado el Gobierno anterior valid¨® una gran devaluaci¨®n, con salida masiva de capitales, e impuso restricciones cambiarias. Nosotros llegamos con la situaci¨®n ya creada. Queremos ir flexibilizando y reduciendo restricciones cambiarias. La realidad, sin embargo, es que en el actual contexto no se dan todav¨ªa las condiciones para alcanzar ese objetivo. Eso se lograr¨¢ cuando generemos m¨¢s d¨®lares, cuando aumentemos las exportaciones y alcancemos una cierta estabilidad financiera.
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